La venganza de Mastropiero

Les Luthiers reparten de nuevo su buen humor por Espa?a, acompa?ados por su imposible compositor, Johann Sebastian Mastropiero, en una gira que empez¨® el s¨¢bado 29 de enero en Burgos y terminar¨¢ el 26 de marzo en Palma, tras pasar por Miranda de Ebro, Madrid, Alicante, M¨¢laga, Granada, El Ejido, C¨¢diz, Valladolid, Pamplona, Bilbao, Vitoria, Logro?o, Murcia y Albacete: 16 plazas y 38 conciertos a los que asistir¨¢n unos 40.000 espectadores si, como suele ocurrirles, se llenan los teatros y auditorios. En realidad, esta gira hab¨ªa empezado en febrero de 2020, pero la interrumpi¨® enseguida la pandemia. Ahora la reanudan como una venganza. Lo explica Carlos L¨®pez Puccio, uno de los integrantes del grupo: ¡°A nuestro p¨²blico le digo que esta gira la sentimos como una venganza contra el virus. Por eso les pido que se adhieran a la venganza¡­ ?Y vengan!¡±.

El grupo humor¨ªstico argentino, premio Princesa de Asturias 2017, presenta en estas actuaciones el espect¨¢culo Viejos hazmerre¨ªres, selecci¨®n con algunos de los n¨²meros m¨¢s exitosos en 50 a?os de trayectoria. Usar¨¢n como instrumentos sus habituales inventos disparatados: el viol¨ªn de lata, la desafinaducha, el lirodoro o la bater¨ªa de cocina. No est¨¢n a la venta en las tiendas de m¨²sica, al menos todav¨ªa. ¡°Los vender¨ªamos baratos¡±, imagina Puccio, ¡°pero luego se necesitar¨ªan fortunas para pagar a los pocos maestros en el mundo capaces de ense?ar a tocarlos¡±. Su compa?ero Jorge Maronna invita al periodista a encargar uno: ¡°?Usted busca alg¨²n modelo en especial? D¨ªgame cu¨¢l es su talla. ?Ah, esta manguel¨®dica le queda preciosa!¡±.

Adem¨¢s, utilizan objetos que son los realmente extra?os en comparaci¨®n con los otros, como el piano, el contrabajo o la guitarra, todos los cuales suenan arm¨®nicos entre s¨ª como parte de una misma orquesta. El equipaje que desplazan, con los instrumentos y otros enseres (excluido el piano, claro), se reparte en m¨¢s de 40 ba¨²les met¨¢licos y pesa seis toneladas.

En esta gira actuar¨¢n los integrantes de la actual formaci¨®n: los hist¨®ricos Carlos L¨®pez Puccio y Jorge Maronna y los que se fueron sumando en los ¨²ltimos a?os: Tato Turano, Mart¨ªn O¡¯Connor, Tom¨¢s Mayer-Wolf y Roberto Antier (quienes representan los papeles de Carlos N¨²?ez Cort¨¦s, que decidi¨® jubilarse en 2017; y de los fallecidos Daniel Rabinovich, en 2015, y Marcos Mundstock, en 2020). Adem¨¢s, en el equipo de apoyo en esta etapa espa?ola se integran dos alternantes que se saben todos los textos y partituras y est¨¢n dispuestos para solventar cualquier indisposici¨®n: Santiago Otero y Pablo Rabinovich (quien no guarda relaci¨®n familiar con Daniel; pero cuyo apellido com¨²n lo predestinaba). Con ellos han llegado desde Argentina siete t¨¦cnicos, un gerente y un agente; a los que se han sumado en Espa?a otros cuatro t¨¦cnicos y gestores. En total, 21 personas implicadas en un espect¨¢culo que garantiza dos horas de carcajadas envueltas en una virtuosa ejecuci¨®n musical y en ingeniosos juegos de palabras.

Por Viejos hazmerre¨ªres pasan unas identificables parodias del jazz, de la bossa nova, de la cumbia¡­ y de la zarzuela (Las majas del bergant¨ªn, que escenifica la encrucijada a la que se enfrenta la tripulaci¨®n de un nav¨ªo de la Corona espa?ola cuando unos temidos piratas desean llevarse a las prisioneras que transporta).

El par¨®n de la pandemia no ha cambiado los h¨¢bitos del grupo. El primer h¨¢bito, sus esm¨®quines. En la gira llevan dos por cada integrante, incluidos los reemplazantes. En total, 16 pajaritas.

Eso de trabajar vestidos de gala ?c¨®mo les har¨¢ sentirse cuando deben vestir esmoquin en una boda o en un acto? Responde Puccio: ¡°Depende. Si yo fuera el novio, el esmoquin quedar¨ªa bien. Pero si fuera la novia...¡±.

Maronna recuerda una an¨¦cdota: ¡°Cuando nos dieron el Grammy latino en Las Vegas, donde la ceremonia era de etiqueta obligatoria, para no sentir que vest¨ªamos un uniforme de trabajo, cada uno le agreg¨® a su esmoquin cierto toque personal en el color o la forma de la pajarita, de la faja o la chaqueta¡±.

Por su parte, Puccio dirigi¨® durante 30 a?os un importante coro de Buenos Aires, y se pon¨ªa esa prenda para las actuaciones¡­ ¡°pero con pajarita blanca¡±. El p¨²blico murmuraba desconcertado: ¡°?C¨®mo se parece al de Les Luthiers!¡±.

Y el segundo h¨¢bito consiste en seguir respetando a cierraojos la libertad individual de cada uno: de nuevo se alojar¨¢n en hoteles distintos. El tiempo no los ha ablandado en eso. ¡°Todo lo contrario¡±, bromea L¨®pez Puccio, ¡°los espacios individuales han ido siendo cada vez m¨¢s respetados y privados. Por ejemplo: las sesiones de gerontoterapia ya no son colectivas¡±.

Y a?ade Maronna: ¡°Adem¨¢s, desde hace dos a?os mantenemos la distancia social reglamentaria¡±.

En efecto, se muestran extremadamente cuidadosos con su seguridad sanitaria, no pueden arriesgarse a un solo contagio que haga peligrar el periplo. Su posici¨®n la resumen en una consigna: ¡°P¨®ntela, p¨®nsela¡­ la vacuna y la mascarilla¡±. Maronna apostilla que han adoptado las medidas normales que todo el mundo aplica: ¡°Mascarilla, distancia, sahumerios, rezos, procesiones, danzas giratorias de los derviches¡­¡±.

Eso s¨ª, todos tienen las tres dosis. Y Maronna exclama orgulloso, refiri¨¦ndose al padre de la vacuna, en el siglo XVIII: ¡°?El mism¨ªsimo Edward Jenner nos envi¨® una carta de felicitaci¨®n!¡±.

Este a?o cumplir¨¢n 51 desde su primera actuaci¨®n fuera de Argentina (Punta del Este, Uruguay, en 1971). Y frente a la posibilidad de que tanta gira los aliente a cumplir con el mito marinero de tener una novia en cada puerto, ellos prefieren m¨¢s bien tener un restaurante, como explica Puccio: ¡°Un restaurante para llevar a la novia de cada lugar¡±. Y Maronna aclara: ¡°Jam¨¢s tuvimos una novia en cada restaurante¡±.

Durante el confinamiento, Puccio y Maronna han trabajado mucho en el siguiente espect¨¢culo, que en realidad ser¨¢ el siguiente del siguiente (a¨²n falta por venir a Espa?a Gran Reserva). Esa ¨²ltima creaci¨®n fue concebida al completo por ambos y ser¨¢ la primera funci¨®n nueva en 14 a?os (y no una antolog¨ªa). Bajo el t¨ªtulo M¨¢s tropiezos de Mastropiero, se estrenar¨¢ en Argentina en diciembre (tal vez en enero) y llegar¨¢ a Espa?a en 2024, explica Puccio. ¡°Tiene uno o dos chistes muy buenos¡±.

Empezar una gira tras haber terminado la anterior ¡°produce una reconfortante ilusi¨®n de eternidad¡±, a?ade; ¡°con esta gira, luego de dos a?os de inactividad, tambi¨¦n se nos agrega una gloriosa sensaci¨®n de resurrecci¨®n¡±. Y completa Maronna: ¡°Es como fundar Les Luthiers por segunda vez¡±.

El recorrido lo empezaron en Burgos con claras satisfacciones: un p¨²blico entusiasta, un paseo matutino al d¨ªa siguiente por el Espol¨®n con una temperatura inusualmente soportable (12 grados, alguno de los integrantes hasta se quitar¨¢ el abrigo) y una jornada gastron¨®mica al gusto de cada uno. Cerca de la catedral, media docena de burgaleses que toman un vino en una terraza reconocen a varios miembros del grupo y se arrancan a aplaudirles. Ellos no saludan desde lejos. Se acercan gustosos a conversar un rato sobre la funci¨®n de la noche anterior. Y de repente, todos se r¨ªen.