Hollywood culmina su declaraci¨®n de amor a Pen¨¦lope Cruz y Javier Bardem con sus nominaciones al Oscar
La doble candidatura a las estatuillas en el mismo a?o refuerza el v¨ªnculo de la pareja de actores espa?oles con la industria del cine m¨¢s conocida del mundo
Su primer encuentro en la pantalla fue espa?ol¨ªsimo. Hablaban de tortilla de patatas. Y cultivaban su flirteo bajo la sombra de una valla publicitaria del toro de Osborne. Pero a partir de Jam¨®n, jam¨®n, de Bigas Luna, en 1992, ambos empezaron un camino que les llevar¨ªa lejos de casa. Hace tiempo que Espa?a no es la ¨²nica patria cinematogr¨¢fica de Javier Bardem y Pen¨¦lope Cruz. Y, aunque han filmado y recibido aplausos por medio mundo, Hollywood presume de considerarse algo as¨ª como su segundo hogar. La meca del cine de EE UU les ha adoptado y les reserva el tratamiento de las grandes estrellas: los contrata siempre que puede, los invita a sus fiestas y sus talk shows (programas de televisi¨®n). Y, sobre todo, los premia. Un Oscar ella, uno ¨¦l. Y cuatro nominaciones cada uno, la ¨²ltima, este martes, por Being the Ricardos (Bardem) y Madres paralelas (Cruz). La primera, eso s¨ª, conjunta. Porque ambos acudir¨¢n a la gala del 27 de marzo como candidatos a una estatuilla. Actor protagonista y actriz protagonista. En el fondo, el resumen de sus vidas.
¡°Que mi nominaci¨®n y la de Pen¨¦lope sucedan a la vez me parece m¨¢gico¡±, dijo Bardem en una rueda de prensa convocada tras el anuncio. Pocos dudar¨ªan de que, adem¨¢s, se antoja merecido. En casa, los galardones no deben ya ni caberles: Batfa, C¨¦sar, David, premios del festival de Cannes o de Venecia... ?l cuenta con cinco Goya, en 11 nominaciones. Ella gana en candidaturas: 13 ¡ªla primera de ambos, por cierto, fue Jam¨®n, jam¨®n¡ª. Pero Cruz solo tiene tres cabezones. Y, por supuesto, ambos optan de nuevo a los reconocimientos del cine espa?ol en la ceremonia de este s¨¢bado: ella por la pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var. ?l por El buen patr¨®n, de Fernando Le¨®n de Aranoa.
A estas alturas, en com¨²n tienen much¨ªsimo: para empezar, dos hijos y un matrimonio. Pero, mirando atr¨¢s, tambi¨¦n comparten las fechas del despegue internacional. En 2000, mientras ¨¦l se estrenaba como nominado a los Oscar, con Antes que anochezca, de Julian Schnabel, ella se lanzaba a una de sus primeras interpretaciones para Hollywood, con Todos los caballos bellos, de Billy Bob Thornton. A partir de ah¨ª, Cruz sum¨® filmes como Blow, de Ted Demme, o Vanilla Sky, de Cameron Crowe. Y Bardem apareci¨® en Collateral, de Michael Mann, o Pasos de baile, de John Malkovich. Hasta que, en tres a?os, sus vidas y sus carreras cambiaron para siempre. Porque se reencontraron. Y porque empezaron a marcar la historia del cine espa?ol. Por separado, primero. Y juntos, poco despu¨¦s.
2007: ella es nominada por primera vez al Oscar por Volver, de Almod¨®var. 2008: ¨¦l lo gana, por No es pa¨ªs para viejos, de los hermanos Coen. 2009: ella tambi¨¦n lo obtiene, por Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen. Hoy quiz¨¢s alg¨²n espectador se haya acostumbrado a esta excepcionalidad. Pero cabe recordar que supuso todo un hito, en ambos casos. Nunca un int¨¦rprete espa?ol hab¨ªa logrado nada parecido. Ni mucho menos todo lo que vendr¨ªa despu¨¦s.
Mientras medio mundo los observaba fascinado, Cruz y Bardem volvieron a mirarse el uno a la otra. Precisamente en aquella ¨¦poca empezaron a surgir los rumores sobre su romance, tal vez alimentado por las secuencias volc¨¢nicas entre ambos en Vicky Cristina Barcelona. Hubo fotos, sospechas y, finalmente, confirmaci¨®n. En 2010, cuando ¨¦l recogi¨® el premio al mejor actor del festival de Cannes por Biutiful, de Alejandro Gonz¨¢lez-I?¨¢rritu, desde el escenario solt¨®: ¡°Te quiero mucho, Pen¨¦lope¡±. Con ese filme, adem¨¢s, Bardem opt¨® por tercera vez al Oscar. Y ese mismo a?o se casaron.
Tanto ¨¦xito llam¨® tambi¨¦n la atenci¨®n de los paparazzi: ambos, sin embargo, respondieron con una defensa firme de su privacidad que todav¨ªa mantienen. Las superproducciones tambi¨¦n se interesaron por ellos. Y, en este caso, la puerta se mantuvo abierta. Se suele decir que los grandes estudios eligen con cuidado los int¨¦rpretes para sus filmes de presupuesto abultado: han de ser ¡°activos¡±, nombres que atraigan al p¨²blico y reduzcan los riesgos de fracasar. Otra demostraci¨®n del impacto de ambos. La saga de Piratas del Caribe apost¨®, directamente, por los dos: primero Cruz, en 2011. Y luego Bardem, en 2017. De paso, ella tambi¨¦n sum¨® una tercera nominaci¨®n al Oscar, por Nine, de Rob Marshall. Y ¨¦l se convirti¨® en una de las mejores n¨¦mesis recientes de James Bond en Skyfall, de Sam Mendes.
De tanto aparecer en la gran pantalla, terminaron por juntarse m¨¢s veces en ella. En 2013, con El consejero, de Ridley Scott. Y en 2017, ya de vuelta a Espa?a, con Loving Pablo, de Le¨®n de Aranoa, donde compart¨ªan muchas secuencias y hasta una feroz pelea. En 2018, ambos protagonizaron Todos los saben, de Asghar Farhadi. Y, en la rueda de prensa de presentaci¨®n del filme, ella asegur¨®: ¡°Lo hemos hecho varias veces y no nos llevamos los personajes a casa al final del d¨ªa porque tenemos la misma visi¨®n del trabajo. Lo haremos de vez en cuando, cuando consideremos que est¨¢ bien, pero no muy a menudo¡±. Desde entonces, de hecho, no ha vuelto a suceder.
S¨ª han compartido muchas galas. Y, en septiembre, fue ella la que, con la Copa Volpi del festival de Venecia en la mano, le dio las gracias a ¨¦l, sentado en las butacas. El 27 de marzo en Los ?ngeles, ambos ocupar¨¢n un asiento en la ceremonia de los Oscar. Hasta aqu¨ª, todo normal, para Bardem y Cruz. Pero los dos tendr¨¢n, adem¨¢s, opciones de ganar. Inaudito, incluso para una pareja as¨ª.
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