Orfeo es incombustible y explica toda la historia de la ¨®pera
El Auditorio Nacional de M¨²sica se rinde ante una nueva representaci¨®n de la obra de Monteverdi, considerada como una de las primeras del g¨¦nero
En apenas cinco d¨ªas se ha visto en Madrid el estreno de la ¨²ltima ¨®pera espa?ola, El abrecartas, de Luis de Pablo, y la ¡°primera¡± ¨®pera, L¡¯Orfeo, de Monteverdi, esta en versi¨®n concierto. Las separan 415 a?os, prueba de fuego de la vigencia del g¨¦nero. Es sabido que L¡¯Orfeo no fue exactamente la primera ¨®pera de la historia, aunque se repita machaconamente, pero casi y, desde luego, fue la primera que convirti¨® una hip¨®tesis flore...
En apenas cinco d¨ªas se ha visto en Madrid el estreno de la ¨²ltima ¨®pera espa?ola, El abrecartas, de Luis de Pablo, y la ¡°primera¡± ¨®pera, L¡¯Orfeo, de Monteverdi, esta en versi¨®n concierto. Las separan 415 a?os, prueba de fuego de la vigencia del g¨¦nero. Es sabido que L¡¯Orfeo no fue exactamente la primera ¨®pera de la historia, aunque se repita machaconamente, pero casi y, desde luego, fue la primera que convirti¨® una hip¨®tesis florentina en el fundamento del g¨¦nero m¨¢ximo de la m¨²sica occidental.
Aparte de lo ya sabido, el madrigalismo en plena madurez, la poes¨ªa italiana, el genio de Monteverdi, la ambici¨®n de la Corte de Mantua, etc., hay elementos en L¡¯Orfeo que explican el esqueleto de toda la historia de la ¨®pera y, curiosamente, se perciben mejor en una versi¨®n de concierto: el lamento y la s¨²plica. El lamento atraves¨® todo el pensamiento cristiano hasta el siglo XVII. En los siglos en que vivi¨® Monteverdi (XVI y XVII), los lamenti alcanzaron un refinamiento excepcional. Un lamento era (y es) una expresi¨®n de dolor o queja que no se dirige a nadie en especial, ya que nadie puede aliviar los quebrantos que lo ocasionan. Es, de hecho, la perfecta base del mon¨®logo. La s¨²plica, a su vez, es una petici¨®n dirigida al poderoso y precisa de una estrategia para alcanzar alg¨²n resultado. Toda la historia de la ¨®pera est¨¢ atravesada por estas dos figuras l¨ªricas y, en L¡¯Orfeo, son la base. Orfeo, el cantor de Tracia, el mito del origen de la m¨²sica, pierde a su amada Euridice y primero se lamenta amargamente. Luego decide ir a buscarla al averno, all¨ª suplica; primero a Caronte, que no corresponde a la s¨²plica, pero que se duerme con el canto; luego a Proserpina que, a su vez, suplica a Plut¨®n. Pero, cuando Orfeo vuelve a la vida con su amada, comete la torpeza de volver la cabeza y la pierde definitivamente. Con ello vuelve el lamento, tan desgarrador que, en la primera versi¨®n de la ¨®pera, las furias lo terminan destrozando para no escucharle m¨¢s. La segunda versi¨®n, m¨¢s amable, hace que su padre, Apolo, lo conduzca a los cielos.
La genialidad de L¡¯Orfeo est¨¢ sustentada en que la s¨²plica de Orfeo es la m¨²sica misma a trav¨¦s del canto. La proeza del m¨ªtico cantor se confunde con la proeza del compositor que debe dar forma a un nuevo g¨¦nero, convenciendo a ese monstruo que ser¨¢ por los siglos de los siglos el p¨²blico.
Presentar un L¡¯Orfeo hoy necesita un objetivo art¨ªstico claro y unas fuerzas art¨ªsticas contundentes. Pues bien, el violinista y director italiano Fabio Biondi lo ha conseguido. El ya veterano m¨²sico no hab¨ªa entrado en este repertorio hasta ahora, pero lo hace a lo grande con su grupo faro, Europa Galante, la ayuda inestimable del Coro de C¨¢mara del Palau de la M¨²sica Catalana y 10 solistas vocales excepcionales. Todos afrontan su papel con vibrante solvencia, pero merece menci¨®n especial el tenor brit¨¢nico Ian Bostridge, un grande de las ¨²ltimas d¨¦cadas, con una voz et¨¦rea y de plateados agudos. Como los a?os no pasan en balde, Bostridge tiene ahora un timbre m¨¢s grave e incluso se atreve con alg¨²n grave casi gutural, pero esos escalones que ha bajado le han dejado con una tesitura convincente, la pone a prueba con este Orfeo prodigioso que tiene como contraparte a una Euridice de quilates, la soprano Monica Piccinini, que ya estuvo haciendo este papel en Madrid en la versi¨®n que llev¨® al Real Jordi Savall. Biondi no solo sale airoso de este su ¨²ltimo desaf¨ªo; prueba, adem¨¢s, que L¡¯Orfeo es casi la ¨²nica ¨®pera (yo dir¨ªa que sin casi) que soporta una versi¨®n de concierto. El p¨²blico que llenaba la sala sinf¨®nica del Auditorio Nacional lo comprob¨® y disfrut¨® como un premio a los a?os de pandemia.
Ficha t¨¦cnica
L’Orfeo. Música de Claudio Monteverdi. Libreto de Alessandro Striggio. Europa Galante, violín y dirección, Fabio Biondi. Coro de Cámara del Palau de la Música Catalana, Xavier Puig, director. Intérpretes: Ian Bostridge, Monica Piccinini, Marina de Liso, Ugo Guagliardo, Roberta Invernizzi, Fabrizio Beggi, Francesco Marsiglia, Filippo Mineccia, Valentino Buzza, Matheus Pompeo. CNDM. Universo Barroco. Auditorio Nacional de Música. 20 de febrero.