Rockberto, el genio olvidado del rock espa?ol de los ochenta
Un extenso libro repasa la vida y milagros del carism¨¢tico l¨ªder de Tabletom, icono de la M¨¢laga popular y autor de la canci¨®n ¡®Me estoy quitando¡¯, que version¨® Extremoduro
Cant¨® el Borriquito de Peret por las calles de Holanda. Vivi¨® en una comuna en M¨¢laga. Viaj¨® en furgoneta con Camar¨®n y Kiko Veneno para promocionar la autonom¨ªa andaluza a principios de...
Cant¨® el Borriquito de Peret por las calles de Holanda. Vivi¨® en una comuna en M¨¢laga. Viaj¨® en furgoneta con Camar¨®n y Kiko Veneno para promocionar la autonom¨ªa andaluza a principios de los ochenta. Hizo teatro con Terelu Campos y dur¨® apenas unos meses trabajando en Banesto. Lector diario de peri¨®dicos, enamorado de la calle, tan ca¨®tico como genial, magn¨¦tico. Su figura aglutina los adjetivos y definiciones m¨¢s dispares. Es Roberto Gonz¨¢lez, conocido popularmente como Rockberto, eterno l¨ªder de Tabletom, banda formada en los setenta junto a los hermanos Pepillo y Perico Ram¨ªrez que vivi¨® una etapa dorada despu¨¦s de que Extremoduro versionara su Me estoy quitando. El carism¨¢tico cantante, fallecido en 2011, habr¨ªa cumplido el jueves 71 a?os. Un libro de Paco Roji repasa su intensa biograf¨ªa. La obra trata de interpretar ¡°a una persona que no se puede explicar¡±, como se?ala Javier Ojeda, cantante de Danza Invisible, con el que comparti¨® escenario.
Rockberto, el chavea del Guadalmedina intenta ofrecer un esbozo de la vida y milagros del m¨²sico malague?o. Lo hace de manera profusa, con incre¨ªble detalle, a lo largo de 662 p¨¢ginas y con el apoyo de m¨¢s de 600 im¨¢genes. Roji se sirve de medio centenar de testimonios de quienes le trataron, pero tambi¨¦n de cartas y materiales muy diversos. Revelan un personaje al que su entorno define como ¨ªntimo, inteligente, bohemio, incorregible. Un alma libre con el comp¨¢s en las venas. Fue un ¡°esp¨ªritu an¨¢rquico del rock andaluz¡±, como escribi¨® el periodista musical ?ngel Carmona. Compaginaba momentos sublimes con actuaciones penosas. ¡°?bamos todos a verle por sus gestos, sus chascarrillos, nos enganchaba sin apenas cantar¡±, recuerda Roji, que le conoci¨® en 1995 y comenz¨® a recopilar material. Termin¨® el libro en 2016. Nadie lo quiso publicar hasta que apareci¨® la Universidad de M¨¢laga. Sali¨® a la venta en octubre del a?o pasado, agot¨® enseguida las dos primeras ediciones y se estudia ya una tercera.
La m¨²sica fue el eje de su vida. Aprendi¨® a tocar la guitarra siendo un adolescente postrado en la cama mientras le arreglaban la espalda. Se inici¨® con bandas como Los Fresa y Nata, Sabor Band o Los Royal Group, que amenizaban con versiones las noches de la Costa del Sol. Hizo alguna incursi¨®n breve en el teatro y, cuando nadie se lo esperaba, se cas¨® a los 22 a?os. A su boda con Hedzerika Bakker acudieron dos personas. La pareja se mud¨® a Buitenpost, al norte de Pa¨ªses Bajos. En el fr¨ªo, el joven Roberto Gonz¨¢lez sobrevivi¨® cantando rumba y flamenco en las calles. No dur¨® ni un a?o. Hizo los 2.000 kil¨®metros de vuelta y respondi¨® a un anuncio de ¡°se busca cantante¡± que hab¨ªa publicado un grupo gibraltare?o. Le contrataron. All¨ª conoci¨® a los hermanos Ram¨ªrez. Pronto los tres abandonaron la formaci¨®n y se mudaron a una casa familiar en Campanillas. Fue su comuna, el embri¨®n de un Tabletom que naci¨® en 1976. Tambi¨¦n donde la polic¨ªa hizo una redada en busca de un laboratorio de ¨¢cido.
El productor Ricardo Pach¨®n les dio su primera oportunidad. Produjo en 1980 Mezclalina, su debut discogr¨¢fico, en RCA, compa?¨ªa que nunca lleg¨® a enviarlo a las emisoras de radio. Fue el inicio del permanente desencuentro rec¨ªproco del grupo con la industria musical. Pach¨®n tambi¨¦n se los llev¨® a la m¨ªtica gira en la que el PSOE promov¨ªa el voto a favor de la autonom¨ªa andaluza. En su Volkswagen viajaban Rockberto, Kiko Veneno, Raimundo Amador, Tomatito y Camar¨®n. ¡°All¨ª naci¨® la amistad y mutua admiraci¨®n¡± con el cantaor gaditano, recuerda Pach¨®n en el pr¨®logo. El de San Fernando viajar¨ªa desde entonces peri¨®dicamente a M¨¢laga y la relaci¨®n se estrech¨®.
Seg¨²n explic¨® Rockberto en 2011 en el programa de televisi¨®n El Vagamundo, de Jes¨²s Quintero, un d¨ªa ley¨® una entrevista en la que Camar¨®n respond¨ªa a un periodista que se encontraba bien, que se estaba quitando. De ah¨ª surgi¨® la canci¨®n Me estoy quitando, que escribi¨® el malague?o y m¨¢s tarde populariz¨® Extremoduro en su disco Agila (1996). En el documental Todos somos estrellas (2013) el l¨ªder de esta banda, Robe Iniesta, contaba que ¡°era f¨¢cil quedar como un gilipollas¡± cantando junto a alguien con el carisma de Rockberto.
A mediados de los ochenta Tabletom se dio un descanso. Naci¨® entonces Rockberto y Los Castigos. Recuerda uno de sus amigos c¨®mo, una ma?ana tras un concierto, un Guardia Civil les par¨®. En vez de multarles, pidi¨® al m¨²sico que le firmase la gorra y se fuera antes de que su sargento los viera. Hubo rivalidad con los primeros Danza Invisible. ¡°Nos hicieron un poco la vida imposible¡±, rememora divertido Javier Ojeda. Ambos se unieron en la formaci¨®n Hispiniajardesnay, ¡°un desfase total¡±. ¡°Nos pagaban con drogas, tripis, canutos¡±, rememora el cantante de Danza Invisible en el libro. Rockberto fue gran defensor del cannabis. ¡°La droga m¨¢s fuerte que hay es el dinero¡±, aseguraba. Tabletom volvi¨® en los noventa. Recorrieron cada sala malague?a, apenas viajaron fuera. Jam¨¢s hicieron fortuna.
La publicaci¨®n detalla cada momento de su vida. Tambi¨¦n su recta final, que vivi¨® muy cercano a su madre, que le alimentaba a base de potajes. Sus amigos le recuerdan siempre en la calle. Se convirti¨® en un icono de M¨¢laga. Cuenta el gestor cultural H¨¦ctor M¨¢rquez que ¡°lo mismo te ped¨ªa diez euros que te regalaba alguna de sus certeras reflexiones sobre la existencia¡±. Su salud empeor¨®. Problemas respiratorios le llevaron al hospital, donde ley¨® a Machado hasta que falleci¨® en junio de 2011. Rockberto mut¨® entonces en leyenda. Luz Casal, LaMari o Kiko Veneno le rindieron homenaje meses m¨¢s tarde en un multitudinario concierto; su ciudad hizo lo propio con un busto. La compa?¨ªa El Espejo Negro llev¨® su vida al teatro de t¨ªteres.
Tabletom le ha sobrevivido. Toni Jim¨¦nez, l¨ªder de Eskorzo, fue su sustituto a la voz durante un a?o. Luego se consolid¨® Salva Marina, con el que el grupo planea grabar pronto nuevo disco. Tienen conciertos a la vista en M¨¢laga, dos de ellos con orquesta sinf¨®nica, y Pamplona, invitados por Kutxi Romero, de Marea. Perico Ram¨ªrez, ya jubilado, sigue siendo alma del grupo junto a su hermano. ?C¨®mo recuerda a su antiguo compa?ero? ¡°Rockberto era un malaguita cl¨¢sico: ten¨ªa mucho arte, pero era un desastre¡±, sentencia entre risas.