?Qui¨¦n es la mejor mujer? Ninguna y todas
El exdirector del Centro Dram¨¢tico Nacional Ernesto Caballero y la autora Karina Garantiv¨¢ exploran los arquetipos femeninos en un espect¨¢culo de calado filos¨®fico que parte de reflexiones de Nietzsche
Dos mujeres frente a frente en el escenario de un teatro. Dos actrices, una de ellas madre, la otra no, que est¨¢n a punto de estrenar un espect¨¢culo. Saltan reproches, acusaciones, resentimientos. La distancia que las separa es grande. La madre se ve como parte de una colectividad. La artista valora m¨¢s la individualidad del ser humano. ?Qui¨¦n es mejor? Ninguna y las dos. Cada una defiende poderosas razones, aunque no parece que se puedan encontrar. La mujer buena, nuevo espect¨¢culo del proyecto Teatro Urgente, parte de las reflexiones del fil¨®sofo alem¨¢n Friedrich Nietzsche para hacer un retrato cr¨ªtico y contundente de los distintos papeles de la mujer en la sociedad de hoy.
Con dramaturgia de Karina Garantiv¨¢ y direcci¨®n de Ernesto Caballero, La mujer buena se estrena este viernes en el teatro Quique San Francisco de Madrid, donde se representar¨¢ hasta el 17 de abril. Con tres protagonistas, Nerea Moreno, Alberto Fonseca y la propia Karina Garantiv¨¢, el montaje explora el mito de la mujer buena, la moral y la verdad en el arte, el conflicto ¡°irresoluble¡± entre la identidad colectiva y la individual, en el que la guerra en Ucrania, que estall¨® en plenos ensayos, se ha colado sin remedio.
Es La mujer buena el cuarto montaje de Teatro Urgente, un ciclo a largo plazo, surgido en pleno confinamiento de la pandemia, que busca el di¨¢logo del teatro con otras disciplinas como la filosof¨ªa, el pensamiento, la ¨¦tica, la poes¨ªa, la historia o la ciencia. Su objetivo: volver a los or¨ªgenes del teatro, alej¨¢ndose del mero entretenimiento y el consumo r¨¢pido, haciendo de la escena un refugio com¨²n de los espectadores y un espacio de sana controversia. El fil¨®sofo Javier Gom¨¢, Hannah Arendt, Voltaire y Juan Mayorga son algunos de los autores que han ido inspirando el viaje de esta iniciativa, con dos almas claras: la de Ernesto Caballero, exdirector del Centro Dram¨¢tico Nacional, y la de la autora y actriz colombiana Karina Garantiv¨¢, afincada en Espa?a desde hace a?os. Tras los primeros espect¨¢culos, ahora le toca el turno a Nietzsche y su pensamiento sobre la moral y el poder.
Aunque el hueco que se ha hecho Teatro Urgente en el panorama de la dramaturgia en Espa?a es evidente, teniendo en cuenta la acogida de p¨²blico que ha ido arropando cada uno de los montajes, Garantiv¨¢ habla todav¨ªa de ¡°incertidumbre y de fragilidad¡±. La mujer buena, dividida en tres escenas y con un austero elemento esc¨¦nico, surge, explica la autora, de su reflexi¨®n y desilusi¨®n en torno a la creaci¨®n de nuevos dogmas en el mundo progresista sobre la mujer, ¡°dogmas que son casi religiosos dentro incluso del feminismo¡±. ¡°Me impresionan mucho todas las certezas en torno a los arquetipos diferentes de las mujeres y mi pretensi¨®n era volcarlo todo en una obra teatral, poner a dialogar a personas de carne y hueso en torno a ello¡±, a?ade la autora, en un encuentro con Caballero tras un ensayo en el mismo teatro.
¡°La identidad colectiva y la individual conviven, se complementan y al mismo tiempo chocan¡±, reflexiona el director sobre este nuevo montaje. ¡°En estos momentos de incertidumbre y guerra hay casi una necesidad tribal de uni¨®n, de no estar solos y, por otro lado, una reivindicaci¨®n de la individualidad. Y aunque en esta obra este tema concreto se centra en la mujer, la verdad es que la funci¨®n del teatro, si es que tiene que cumplir alguna, es la de evitar cierto apresuramiento de consignas, de camisetas o de esl¨®ganes que llegan a simplificar nuestra mirada hacia la realidad. Y esto es Teatro Urgente¡±, dice Ernesto Caballero.
¡°El teatro languidece¡±, se dice en la obra, en la que el escenario es ocupado por un programa radiof¨®nico con formato de podcast. No ser¨¢ en el caso de La mujer buena, todo un expl¨ªcito canto de amor al teatro de la palabra tranquila y buscada, frente al avasallamiento de las prisas y las redes sociales. ¡°El arte, en este caso el teatro, es un lugar donde podemos decir lo indecible. El artista decide ser lo que en ese momento quiera, incluso lo m¨¢s inimaginable, rescatando el espacio de libertad teatral donde no opera la correcci¨®n pol¨ªtico-moral¡±, explica Caballero. ¡°El teatro no puede darse si no hay una m¨ªnima estructura social cohesionada, si no tiene un m¨ªnimo acuerdo sobre su pasado y sus proyectos futuros. El teatro es el lugar de las preguntas colectivas¡±, a?ade el director, mientras Garantiv¨¢ pone el acento en la capacidad del escenario para escuchar otras voces distintas a las de cada uno. ¡°Sin que duela ni moleste la divergencia¡±.
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