Cuenta atr¨¢s: nueva entrega de las cr¨®nicas de Emmanuel Carr¨¨re desde el juicio por los atentados de Par¨ªs
Esta semana, las b¨²squedas en internet de los terroristas producen perplejidad

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Cap¨ªtulo 25
1. El ordenador de la rue Max-Roos
El 22 de marzo de 2016, un cami¨®n de la empresa de recogida de residuos Bruxelles Propret¨¦ hace su ronda matutina. En un cubo de basura de la rue Max-Roos, en Schaerbeek, los basureros encuentran dos ordenadores, una tableta y un m¨®vil. Un chollo, si no fuera porque uno de los ordenadores est¨¢ destrozado, con la mitad de las teclas arrancadas: un desecho m¨¢s. La tableta y el m¨®vil no est¨¢n en mejor estado, pero cuando abren el otro ordenador, un PC negro de la marca Hewlett-Packard, la pantalla de inicio se enciende y muestra a siete hombres con pasamonta?as posando delante de una bandera del Estado Isl¨¢mico. ?Los basureros identificaron de inmediato esa bandera? No lo sabemos, no son ellos los que testimonian en la audiencia, sino un investigador belga.
Una hora despu¨¦s, como todo el mundo en Bruselas, se enteran de que dos kamikazes acaban de explosionarse en el aeropuerto de Zaventem y otro m¨¢s en la estaci¨®n de metro Maelbeek: varias decenas de muertos, los atentados m¨¢s sangrientos jam¨¢s perpetrados en B¨¦lgica. Los basureros entregan el ordenador a la polic¨ªa, que ya ha descubierto la identidad de los terroristas, todos ellos implicados, por lo dem¨¢s, en los atentados del 13 de noviembre. En el metro: Khalid El Bakraoui. En el aeropuerto: Ibrahim El Bakraoui y Najim Laachraoui, as¨ª como el eterno acompa?ante, Mohamed Abrini, que, como cuatro meses antes en Par¨ªs, se esfumar¨¢ prudentemente mientras sus compa?eros accionan sus cinturones explosivos. De todo esto solo se habla indirectamente en el viernes 13, pues ser¨¢ objeto de otro juicio que no debe yuxtaponerse con el de Par¨ªs y que se celebrar¨¢ en B¨¦lgica este oto?o. En ¨¦l, comparecer¨¢n Abdeslam, Abrini...
Pero el ordenador encontrado en el cubo de basura nos concierne de lleno. Los terroristas se deshicieron de ¨¦l la ma?ana misma del atentado, al abandonar su escondrijo en la rue Max-Roos. La v¨ªspera borraron la mayor¨ªa de los archivos y, por tanto, no hay acceso a su contenido, pero los geeks (expertos inform¨¢ticos) de la polic¨ªa belga han reconstruido el historial de las b¨²squedas, que nos informan de los siguientes datos: el ordenador fue puesto en funcionamiento el 14 de agosto de 2015; el 12 de octubre crearon una carpeta titulada Moutafajirat (que significa ¡°explosivo¡± en ¨¢rabe) y sobre todo una carpeta Targets, es decir, ¡°objetivos¡±. Entre los que eligieron entonces figuran ¡°Juventud cat¨®lica / mon¨¢rquicos / Civitas (un movimiento cat¨®lico integrista), Punks, D¨¦fense (?el barrio de oficinas de la D¨¦fense en Par¨ªs? ?El ministerio de Defensa?). Si se hubieran atenido a estas dianas, los atentados habr¨ªan suscitado otro tipo de emociones.
Imaginen que las v¨ªctimas hubieran sido cat¨®licos integristas, abatidos a la salida de Saint-Nicolas-du-Chardonnet, o perroflautas tiroteados en el ¨²ltimo subsuelo del Forum des Halles: los hubiesen compadecido, por supuesto, pero los treinta?eros franceses no se habr¨ªan identificado tanto. Menos de un mes despu¨¦s, los yihadistas depuraron esta reflexi¨®n: el 7 de noviembre crearon la carpeta 13 de noviembre. Esta carpeta incluye cinco subcarpetas: Grupo Omar (se trata del comando de las terrazas, dirigido por Abdelhamid Abaaoud, alias Abou Omar); Grupo iraqu¨ª (el comando del Estadio de Francia); Grupo franc¨¦s (con un archivo, ¡°Visita virtual del Bataclan¡±, destinado a los promotores de espect¨¢culos), y por ¨²ltimo el Grupo Schiphol (el aeropuerto de ?msterdam) y el Grupo metro. La reflexi¨®n se ha depurado, pero a¨²n prosiguen los tanteos. Se piensa en un atentado en el metro que no se llevar¨¢ a cabo. En un atentado en Schiphol que tampoco se consuma.
El 7 de noviembre, el 13 de noviembre: la sucesi¨®n de estas fechas tan pr¨®ximas produce v¨¦rtigo. Seis d¨ªas antes, todo estaba todav¨ªa en el aire. De todas formas habr¨ªa un atentado, atentados, pero los objetivos a¨²n pod¨ªan ser distintos. Al salir del Bataclan despu¨¦s del concierto, los j¨®venes que hab¨ªan comprado entradas para los Eagles of Death Metal quiz¨¢ se hubieran enterado de que hab¨ªa habido una matanza en la estaci¨®n de metro Ch?telet-Les Halles. Se habr¨ªan horrorizado, se habr¨ªan preocupado por amigos que podr¨ªan haber estado all¨ª en aquel momento, y luego se habr¨ªan vuelto a sus casas. Yo estaba sentado en la audiencia al lado de un hombre a cuya hija hab¨ªan matado en el Bataclan. Cruzamos las miradas, yo sab¨ªa lo que ¨¦l pensaba: habr¨ªan muerto otros, Lola estar¨ªa a¨²n viva.
2. ¡°La vie d?un honn¨ºte homme¡± (La vida de un hombre honrado)
Todo esto es de una atroz evidencia. El historial de las b¨²squedas revela tambi¨¦n enigmas menores. Pel¨ªculas vistas que no solo son la propaganda sanguinaria del Estado Isl¨¢mico, sino una grabaci¨®n de Cyrano de Bergerac, la adaptaci¨®n de Los miserables, de Robert Hossein, y sobre todo dos comedias de Sacha Guitry, Si Versailles pudiera hablar y La vie d?un honn¨ºte homme. Desconozco los gustos cinematogr¨¢ficos de Salah Abdeslam o de Mohamed Abrini, quiz¨¢ me equivoco pensando que prefieren los grandes ¨¦xitos norteamericanos, pero no me cabe en la cabeza que vieran pel¨ªculas de Sacha Guitry de los a?os cincuenta del pasado siglo, en blanco y negro, con la enf¨¢tica dicci¨®n anticuada y el chisporroteo del sonido.
He visto, por si me daba alguna pista, La vie d?un honn¨ºte homme. ?Qui¨¦n sabe? Quiz¨¢ encontrara un peque?o eco, un detalle que entroncara dos universos mentales tan radicalmente ajenos como el de un yihadista belga y un ingenioso hombre de teatro, un comicastro, un representante soberanamente libre de un mundo extinguido hace ya mucho. No veo ning¨²n nexo. La vie d?un honn¨ºte homme cuenta la historia de un gran burgu¨¦s, genialmente interpretado por Michel Simon, y de su hermano bohemio, asimismo interpretado genialmente por Michel Simon. Son gemelos, uno de los dos muere y el otro ocupa su lugar: es una comedia negra, muy divertida, la recomiendo.
Que nuestros yihadistas hayan podido verla, en la bodega del Caf¨¦ des B¨¦guines, entre dos v¨ªdeos de decapitaciones, fue algo que se mencion¨® de pasada, como una rareza banal a la que no vale la pena dedicarle tiempo. Una abogada de la parte civil fue la ¨²nica que lo consider¨®, igual que yo, lo suficientemente incongruente como para esforzarse en buscarle una explicaci¨®n: ?tal vez los yihadistas cambiaron por estos nombres los de los archivos especialmente comprometedores? Podr¨ªa ser, pero en tal caso solo se sustituye un misterio por otro. Cuesta ya admitir que esos tipos, unos d¨ªas antes de los atentados, viesen pel¨ªculas de Sacha Guitry, pero que utilizaran t¨ªtulos de pel¨ªculas de Sacha Guitry a modo de c¨®digos nominales para sus recetas de explosivos o sus listas de escondrijos...
3. Latas de Oasis y dulces de crema
D¨ªa tras d¨ªa nos acercamos al 13, es cada vez m¨¢s nocturno y opresivo. El 8 de noviembre: ingresos de dinero, retirada de efectivo, 2.500 euros. El 9 de noviembre: alquiler del Clio, del Polo, del Seat, por Abrini, los hermanos Abdeslam y el segund¨®n Mohamed Amri. El 10 de noviembre: alquiler de refugios en Bobigny y Altfortvillle, en el extrarradio de Par¨ªs. El 11 de noviembre: activaci¨®n de las 14 l¨ªneas telef¨®nicas que pondr¨¢n en contacto permanente a los ¡°coordinadores¡± que se han quedado en B¨¦lgica ¡ªprobablemente los hermanos El Bakraoui¡ª con los yihadistas a los que la investigadora belga llama ¡°los autores¡±; s¨ª, as¨ª se les llama: los autores de un crimen. El 12 de noviembre: el ¡°convoy de la muerte¡± ¡ªla expresi¨®n es de Abrini¡ª emprende la marcha.
Los iraqu¨ªes del Estadio de Francia van con Abaaoud en el Seat, los Abdeslam y Abrini en el Clio, los tres del Bataclan en el Polo, que se detiene entre las 15.36 y las 15.41 en la gasolinera Total de Nivelles. Una c¨¢mara de vigilancia los filma en la tienda: tres jovenzuelos con cazadoras y zapatillas deportivas que compran latas de cerveza Oasis y un paquete de dulces de crema. Se parten de risa. Saben que estar¨¢n muertos la noche del d¨ªa siguiente pero que antes de morir habr¨¢n matado a mucha gente. A la mayor cantidad posible. ?A cu¨¢nta gente? ?Hacen pron¨®sticos mientras viajan? ?Apuestas? Si les hubieran dicho: ma?ana habr¨¦is matado a 90 personas, ?el n¨²mero les habr¨ªa parecido 1) ?guay? 2) ?regular? 3) ?un poco frustrante?
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