Un edificio para enmarcar el cielo
La arquitectura contundente del Arco de la D¨¦fense, en Par¨ªs
La primera impresi¨®n del Gran Arco -hay que subir desde el metro y descubrirlo s¨²bitamente, en toda su amplitud- es vertiginosa. Su impacto visual coge al visitante desprevenido. Se trata sin duda alguna del edificio m¨¢s extra?o de Par¨ªs, y, naturalmente, es decir, tecnol¨®gicamente, de uno de los m¨¢s modernos. La Grande Arche se halla en el eje central de La D¨¦fense, un barrio de 750.000 metros cuadrados repleto de torres en acero y cristal de m¨¢s de 100 metros de altura. Vista de lejos se asemeja a una metr¨®poli futurista. Hiperconcentrado y expresamente artificial, su conglomerado de moles y edificios destaca como un parque din¨¢mico donde trabajan 130.000 personas, repartidas en 3.600 empresas, cuya cifra de negocio supera el presupuesto del Estado franc¨¦s.
La D¨¦fense y el Arco, en lo alto de una peque?a colina, simbolizan la ingenier¨ªa del poder y la industria francesa, siempre orgullosa de sus avances tecnol¨®gicos. La zona fue concebida para instalar despachos y empresas comerciales fuera del centro. Pero m¨¢s all¨¢ de la riqueza y prosperidad que ostenta, lo interesante es la aparente inutilidad del Arco. Su originalidad parece una invenci¨®n inhumana, pero es precisamente en esa inhumanidad donde estriba su belleza. Sit¨²a al espectador en su peque?ez biol¨®gica.
Art¨ªstica y arquitect¨®nicamente, el Gran Arco es el exacto contrapunto de un lugar para vivir. No s¨®lo por sus proporciones, o la extra?eza que produce en quien lo contempla, sino por otros aspectos igualmente inquietantes. Erigido e inaugurado en 1989 como un monumento geom¨¦tricamente normal, incluso simpl¨®n, ofrece una sensaci¨®n de disimetr¨ªa o total ruptura de perspectivas seg¨²n el punto de vista desde el cual se observa. Tiene algo de irreal. O de irracional. Su monumentalidad met¨¢lica desgaja cierta potencia magn¨¦tica -como si fuera un monolito metaf¨ªsico-, y el plano central parece reposar sobre los cimientos de una quimera. "Hay algo de mal¨¦fico en ¨¦l", dice Sophie Hannequin, directora del techo-terraza del edificio, con restaurante y panor¨¢mica grandiosa sobre Par¨ªs y sus alrededores. Se cuentan miles de historias sobre la influencia que ejerce sobre la gente que trabaja aqu¨ª. El dentro y el fuera parecen confundidos. Subiendo los pelda?os de m¨¢rmol, por momentos no aciertas a saber si subes o bajas, si vas hacia la derecha o la izquierda, perdiendo por algunas fracciones de segundo la realidad de la dimensi¨®n, como ocurre con los grabados del ilustrador holand¨¦s Escher. Quiz¨¢ de ah¨ª, el sentimiento de v¨¦rtigo.
110 metros de altura
Su autor, el arquitecto dan¨¦s Johan Otto von Spreckelsen, desconocido en el momento de presentar su proyecto, lo defini¨® como "una ventana hacia el mundo". Fue Mitterrand quien lo eligi¨® entre 424 propuestas, seducido por la "pureza y la fuerza" del cuadril¨¢tero. El cubo tiene 110 metros de altura y 112 de profundidad, 300.000 toneladas de 2.800 paneles de fachada sustentadas por 12 pilares soportan tres veces el peso de la torre Eiffel. Para hacerse una idea de las proporciones baste pensar que en el vac¨ªo central podr¨ªa alojarse la catedral de Notre Dame. Gigantescos cables configuran una trama entre las paredes, y sus nudos de fijaci¨®n constituyen verdaderos cardanes articulados. Una escalera de m¨¢rmol en diagonal da acceso al z¨®calo desde donde suben ascensores -c¨¢psulas transparentes- hasta el techo-terraza. Una de las paredes abriga el Ministerio de la Vivienda, Transportes y Mar. Aunque su escala sea regia y grandiosa, el l¨¦xico popular define el templo con t¨¦rminos como patas para los pilares. Algunos lo emparentan con las pir¨¢mides de Egipto. Una piedra magistral. "Provoca una sensaci¨®n de misticismo y perennidad poco habitual en la arquitectura moderna", aclara el cr¨ªtico Jean-Claude Garcias. Desde la explanada -llena de restaurantes, boutiques y distracciones- dir¨ªase que el objetivo de la Grande Arche, por su s¨®lido y soberano derroche de magnificencia, no es otro que mitol¨®gico o religioso. Su finalidad reposa sobre su fuerza evocadora. Una obra de arte, en suma. O una catedral sin Dios. "El Arco imanta energ¨ªas muy propias de la confusi¨®n espiritual contempor¨¢nea. Este monumento compromete emocionalmente a las 4.000 personas que trabajamos dentro", se?ala Hennequin para defenderse de ser supersticiosa.
El Arco se encuentra a pocos minutos del centro de la ciudad. El explorador de lugares at¨ªpicos tendr¨¢ la oportunidad de contemplar una creaci¨®n ins¨®lita, a fin de cuentas una preciosa escultura de tama?o c¨®smico esculpido en m¨¢rmol y vidrio con un agujero en el medio, pero tambi¨¦n quiz¨¢ ver¨¢ un fabuloso negocio financiado por la sociedad del espect¨¢culo. El edificio es ¨²nico y tiene la virtud de no dejar a nadie indiferente. Para ciertas personas interrogadas, estamos ante un volumen hel¨¦nico majestuoso, de un gran clasicismo, para otros se trata de garabatos grandilocuentes sin sentido. Una estudiante en Bellas Artes dice: "Es un edificio absurdo, como si estuviese ah¨ª s¨®lo pretendiendo encuadrar el cielo". Sublime obra de arte o lugar de habitaci¨®n, quiz¨¢ sea esa connivencia lo que acerca al visitante a una extraordinaria mec¨¢nica celeste. En palabras de Otto Spreckelsen, el Arco quiere ser "un ojo avizor del futuro". Pero en su presencia es dif¨ªcil adivinar si lo avisado acabar¨¢ bien o se convertir¨¢ en pesadilla. Sin duda, las futuras generaciones, al mirar por ¨¦l nos lo dir¨¢n.
GU?A PR?CTICA
Prefijo telef¨®nico
- 00 33.
C¨®mo ir
- Easyjet (www.easyjet.com; 902 29 99 92) vuela a Par¨ªs desde Barcelona en octubre desde 46,49 euros m¨¢s tasas por trayecto; en diciembre, desde 21,49, m¨¢s tasas. A partir del 31 de octubre tambi¨¦n vuela a Par¨ªs desde Madrid; con precios a partir de 34,95 m¨¢s tasas por trayecto en noviembre; y desde 19,49 m¨¢s tasas en diciembre.
- Air Europa (902 401 501; www.aireuropa.com) ofrece, en su web, vuelos desde varios aeropuertos en octubre, ida y vuelta a partir de 170 m¨¢s tasas.
- Iberia (902 400 500; www.iberia.com) tiene ofertas de ¨²ltima hora en la web, a partir de 125 euros desde Madrid y 148 desde Barcelona. Ambas tarifas, sin tasas.
- Aerol¨ªneas Argentinas (902 36 57 47; www.austral.com), ida y vuelta entre Madrid y Par¨ªs, desde 99 euros m¨¢s tasas.
La visita a La D¨¦fense
- En tren de cercan¨ªas, es preciso tomar la l¨ªnea A, con salida en la estaci¨®n Grande Arche de la D¨¦fense. En metro hay que coger la l¨ªnea 1. En autob¨²s: los coches n¨²mero 73, 141-A, 141-B, 144, 156, 159 y 161. Tel¨¦fono: 149 07 26 26.
Informaci¨®n
- Oficina de turismo de Par¨ªs (892 68 30 00; www.paris-touristoffice.com).
- Maison de la France en Espa?a (807 11 71 81; www.franceguide.com).
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