Un nuevo contrato art¨ªstico y otras claves del Real Decreto que modifica el trabajo cultural en Espa?a
El Congreso convalida las medidas aprobadas de urgencia por el Gobierno para seguir implementando el Estatuto del Artista
El Estatuto del Artista fue durante a?os una quimera. Lo ped¨ªa a gritos el sector, pero nunca llegaba al papel, ni mucho menos a la vida real. En 2018, se convirti¨® al fin en un informe, aprobado por unanimidad en la Comisi¨®n de Cultura del Congreso, con m¨¢s de 70 medidas concretas que se recomendaba implementar. Desde entonces, unas pocas se volvieron ley. La mayor¨ªa, en cambio, sigue esperando. Pero hoy jueves el Congreso ha convalidado ¡ªcon tan solo un voto en contra¡ª el Real Decreto aprobado el 22 de marzo por el Gobierno que introduce algunos cambios para los trabajadores de la cultura. Una norma ¡°necesaria¡°, como la defini¨® ante el hemiciclo Yolanda D¨ªaz, Vicepresidenta Segunda y Ministra de Trabajo y Econom¨ªa Social. El texto, que actualiza un decreto anclado en 1985, se refiere ¨²nicamente a los espect¨¢culos p¨²blicos: ¡°Las actuaciones art¨ªsticas en un ¨¢mbito privado estar¨¢n excluidas de la presente regulaci¨®n¡±. Aqu¨ª, las claves.
Las principales novedades, a nivel general. Se pueden resumir en cuatro aspectos, que m¨¢s abajo se explicar¨¢n punto por punto. Tres ya est¨¢n en vigor: el trabajo de t¨¦cnicos y auxiliares en espect¨¢culos p¨²blicos est¨¢ incluido a partir de ahora bajo el paraguas de la llamada relaci¨®n laboral especial, que anteriormente solo proteg¨ªa a los artistas; nace el ¡°contrato laboral art¨ªstico de duraci¨®n temporal¡±, que reconoce las especificidades de un sector caracterizado por la intermitencia de su actividad y el pluriempleo para muchos creadores; la penalizaci¨®n que castiga a las empresas que realizan contratos laborales de menos de 30 d¨ªas no se aplicar¨¢ a la cultura, donde es muy frecuente que eso suceda por las propias caracter¨ªsticas del trabajo art¨ªstico. La cuarta novedad, de momento, es un anuncio que recoge el Real Decreto: dentro de la negociaci¨®n general que busca modificar las cuotas que todos los aut¨®nomos pagan a la Seguridad Social, se promete una adecuaci¨®n espec¨ªfica para los trabajadores culturales que cobren menos de 3.000 euros al a?o.
T¨¦cnicos y auxiliares. Dentro del Estatuto de los Trabajadores, algunas actividades (deportistas profesional, empleadas del hogar¡) se rigen por una relaci¨®n laboral especial, que tiene en cuenta a nivel legal algunas de sus particularidades. Los artistas ya contaban con ese marco, que aumenta la protecci¨®n para el trabajador. T¨¦cnicos y auxiliares, en cambio, estaban excluidos hasta ahora, algo que critic¨® el movimiento Alerta Roja, que protest¨® durante meses denunciando el abandono que sufrieron estos colectivos durante la crisis del coronavirus. Tambi¨¦n se actualiza al mundo digital (retransmisiones en streaming, podcasts...) la lista de actividades recogidas. Hay que insistir, eso s¨ª, en dos aclaraciones: todo se refiere ¨²nicamente a los espect¨¢culos p¨²blicos; y solo vale para la labor cultural de un t¨¦cnico: si, por ejemplo, se encarga del sonido de un concierto, se considerar¨ªa como relaci¨®n laboral especial. No ser¨ªa as¨ª, en cambio, si el mismo trabajador realizara id¨¦ntica tarea en una boda.
Un nuevo contrato. La reci¨¦n aprobada reforma laboral se ha puesto como objetivo reducir la precariedad y aumentar los trabajadores indefinidos. Pero, entre otros cambios, ha suprimido el llamado contrato de obra y servicio, usado a menudo en el ¨¢mbito cultural. De ah¨ª que el Gobierno introdujera por decreto ¡ªaqu¨ª es donde se argumenta la urgencia de la medida¡ª un nuevo contrato laboral art¨ªstico de duraci¨®n determinada. Se busca reconocer la intermitencia de la cultura: si una productora quiere a un actor ¨²nicamente para tres d¨ªas, que tenga una figura legal con la que contratarle. Y, a la vez, que el trabajador est¨¦ protegido por un acuerdo por escrito, a la hora de cotizar o poder cobrar una indemnizaci¨®n. ¡°La causa de la contrataci¨®n debe constar por escrito, ha de estar motivada en el contrato con total claridad, y la duraci¨®n debe conectar con la causa exacta del mismo. Va a ser objeto de control. La contratacion temporal solo proceder¨¢ cuando no se trate de una actividad estructural y estable¡±, asegur¨® Diaz. Y avis¨® de que los trabajadores a los que las empresas no apliquen estos requisitos ¡°adquirir¨¢n la condici¨®n de fijos¡±. La ministra destac¨® tambi¨¦n el aumento de las indemnizaciones para los empleados del sector cultural.
Sin castigos. La reforma laboral castiga con una penalizaci¨®n de 27,53 euros de cotizaci¨®n a?adida a la Seguridad Social a las empresas que contraten a trabajadores por menos de 30 d¨ªas. La norma prev¨¦, sin embargo, algunas excepciones, en sectores donde esa pr¨¢ctica es habitual por las propias caracter¨ªsticas del sector. Y el decreto establece que la cultura es una de ellas. El 66,8% del empleo cultural es asalariado, frente al 83,9% en el conjunto de la econom¨ªa, seg¨²n el Ministerio de Cultura y Deporte. Y muy a menudo es intermitente: el mismo m¨²sico, por poner un ejemplo, puede tener semanas de muchos conciertos, otras con pocos y meses enteros sin actuaciones. El riesgo, eso s¨ª, es que retirar la penalizaci¨®n pueda animar a las empresas a apostar a¨²n m¨¢s por las contrataciones precarias. Pero la norma considera, ante todo, que debe recoger lo que es una realidad y una esencia de la actividad cultural. Y, adem¨¢s, quien se exceda puede temer una inspecci¨®n y una multa del Ministerio de Trabajo: un bailar¨ªn que participe de forma continuada en un musical instalado en la Gran V¨ªa se considerar¨¢, por ejemplo, como trabajador de plantilla, merecedor por tanto de un contrato indefinido.
Reducir los pagos para los aut¨®nomos. El Ministerio de Trabajo y Econom¨ªa Social est¨¢ negociando una reforma de amplio calado que pretende mejorar las condiciones de los aut¨®nomos en todo el mercado laboral. Dentro de ese proceso, el decreto promete que habr¨¢ una espec¨ªfica reducci¨®n de la cuota que se paga a la Seguridad Social para los trabajadores culturales por cuenta propia que ingresen menos de 3.000 euros en un a?o.
Asuntos pendientes. Una de las disposiciones finales del decreto establece que en un a?o el Gobierno tendr¨¢ que revisar todas estas medidas, para comprobar que sean eficaces y, si no, mejorarlas. Pero, antes, quedan varios compromisos: el Ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha prometido que todas las propuestas del informe del Estatuto del Artista estar¨¢n en vigor antes de 2023. Falta poco, en c¨¢lculos del ministerio, para que sea efectiva otra de las recomendaciones: formar de manera especializada a un grupo de trabajadores de la Seguridad Social para que conozcan a fondo el sector cultural y sus caracter¨ªsticas. Entre los frentes abiertos, en cambio, sigue la imposibilidad de compatibilizar la pensi¨®n de jubilaci¨®n de un creador con ingresos derivados, por ejemplo, de los derechos de autor por las ventas de sus obras o de actividades de promoci¨®n y difusi¨®n como una conferencia.
Babelia
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