Un mill¨®n de afectados por la falta de una ley para los creadores

Que un escritor pueda seguir publicando despu¨¦s de jubilarse sin tener que renunciar, parcial o totalmente, a su pensi¨®n; que la ley deje de considerar artista solo al que act¨²a frente a un p¨²blico pero no al que esculpe o pinta, o que registre el centenar de profesiones que no contempla hoy; que la afon¨ªa sea motivo de baja para el cantante o la tendinitis para el violinista; que a una bailarina que trabaja durante el embarazo y hasta que pueda tomarse la baja por maternidad se le reconozca el riesgo a que est¨¢ sometida y que ninguna trabajadora del ¨¢mbito cultural tenga que forzar el parto para hacerlo coincidir con un momento en el que est¨¦ dada de alta en la seguridad social, para no caer en el desamparo. Que, en definitiva, la legislaci¨®n no sea un impedimento para que creadores y artistas puedan cotizar y pagar impuestos teniendo en cuenta la natural intermitencia de su desempe?o.

Cuestiones tan primordiales como esas son las que este mi¨¦rcoles han defendido todos los sectores de la cultura espa?ola aunados (con el apoyo de m¨¢s de 80 asociaciones que los representan) en un informe de 50 conclusiones que presentar¨¢n la semana que viene a la Comisi¨®n de Cultura, un texto que esperan que sea la base sobre la que el Parlamento elabore el decreto para el Estatuto del Artista, el Creador y el Trabajador de la Cultura antes del final de la legislatura. La Unesco ya en los ochenta pidi¨® a los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea que adoptaran medidas de esta clase pero solo ahora, con m¨¢s de tres d¨¦cadas de retraso, los cuatro grandes partidos (PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos) han coincidido en llevarlo en el programa electoral y llegar¨¢ la petici¨®n al hemiciclo. "Tendr¨ªamos que acudir todos en bloque a denunciar ante el Tribunal de Estrasburgo lo que las distintas Administraciones espa?olas han hecho por ningunear un Derecho Humano de primera magnitud como la cultura", ha indicado el ilustrador y humorista gr¨¢fico Antonio Fraguas, Forges, una de las cien personalidades de la creaci¨®n que han querido sumarse contando los agravios sufridos en el libro de testimonios Pedimos la palabra, en el que aparecen voces como la de Rosendo, ?ngeles Caso, ?lvaro Urquijo, Kiko Veneno, Ouka Leele, Gonzalo Su¨¢rez, Juli¨¢n Hern¨¢ndez o Santiago Auser¨®n.

"No pedimos limosnas sino justicia", dice Patacho Recio, presidente de la Junta de Autores de la M¨²sica y una de las almas m¨¢s implicadas en el impulso de esta reforma. No hay un censo como tal, pero durante la elaboraci¨®n de este informe se han ido extrayendo datos y, seg¨²n los c¨¢lculos que manejan, este cambio legislativo afectar¨¢ a un mill¨®n de personas. Un noventa por ciento de los artistas espa?oles, contin¨²a Recio, ni siquiera alcanza a percibir el salario m¨ªnimo interprofesional (9.907,80 euros anuales en 2017). Para empezar a poner remedio a esa precariedad en la que viven instalados estiman que ha de actuarse en lo fiscal y lo laboral, pero tambi¨¦n en la educaci¨®n, la representaci¨®n sindical de los colectivos art¨ªsticos ¡ªapenas la tienen salvo adscribi¨¦ndose a uno de los sindicatos mayoritarios¡ª o la protecci¨®n de los derechos de autor ("Somos los ¨²nicos que tras 70 a?os pierden potestad sobre su patrimonio y no podemos dejarlo en herencia", reivindican al respecto). Sus propuestas centrales son: que las r¨¦ditos obtenidos por derechos de autor pasen a ser considerados un devengo de la propiedad intelectual, cuesti¨®n que solventar¨ªa la compatibilidad con el cobro de pensiones; que el creador tenga opci¨®n de realizar la declaraci¨®n de la renta no contando los ingresos anuales sino en ejercicios de tres o cuatro a?os, para reflejar la intermitencia; que los creadores que trabajan por cuenta propia tengan una cuota de aut¨®nomo progresiva y, por defecto, est¨¦n dados de alta y protegidos por la Seguridad Social, y que ¨¦sta reconozca la especificidad de las enfermedades que en sus profesiones ha de causar baja laboral.

Por cada ocho millones de euros que el Gobierno franc¨¦s dedica a la promoci¨®n del franc¨¦s y su cultura, cuenta Forges, el espa?ol dedica un euro. No un mill¨®n, un solo euro, una moneda. Por esa raz¨®n considera imposible equiparar la legislaci¨®n francesa, la que los artistas se?alan como modelo a seguir, con la espa?ola. No es una aspiraci¨®n realista. S¨ª pueden sin embargo imitarse algunos de sus aspectos e intenciones y as¨ª han tratado de indicarlo en el documento.?Jos¨¦ Antonio Abascal, especialista en fiscalidad en campos art¨ªsticos, ya ha comparecido ante los diputados de la Subcomisi¨®n de Cultura cuyas conclusiones (no vinculantes) deber¨¢n ayudar al Parlamento a parir el Estatuto. Seg¨²n sus estimaciones ninguna de las propuestas que presentan en este documento, si se aplicara, supondr¨ªa un menoscabo en la recaudaci¨®n de las arcas p¨²blicas. M¨¢s bien al contrario porque, dice, buena parte de los negocios del sector se hacen en B y, con una legislaci¨®n vigente como la que proponen, aflorar¨ªa ese dinero.

"?Qu¨¦ cara se le va a quedar ahora a Montoro cuando tenga que recibir tras cuatro a?os a unos creadores?", se pregunta Forges, y se entristece cuando inmediatamente despu¨¦s reflexiona en alto: "Lo cierto es que da igual cuantas razones demos; si no le da la gana lo tumbar¨¢ todo y no tendr¨¢ ni que dar explicaciones". Del Ministerio de Hacienda depender¨¢ de ver¨¢s en ¨²ltima instancia que el barco del Estatuto del Artista, el Creador y el Trabajador de la Cultura llegue a buen puerto.