¡®Vida f¨¦rrea¡¯, una ¡®railroad movie¡¯ para mostrar la belleza y el desencanto del Per¨² actual

En las m¨¢s de dos d¨¦cadas que Manuel Bauer (Lima, 47 a?os) ha pasado fuera de Per¨² no ha dejado de recordar las habituales excursiones a los Andes que hac¨ªa en sus a?os universitarios, con amigos y mochila al hombro. Este montador de cine y televisi¨®n afincado en Madrid llevaba desde 2011 intentando sacar adelante el que es su primer largometraje. Se trata del documental Vida f¨¦rrea, con el recorre de forma muy particular los paisajes de su juventud. Rodarlo ha sido la forma de regresar a su pa¨ªs. Este fin de semana, la pel¨ªcula se ha estrenado a nivel mundial en el festival suizo de cine Visions du R¨¦el.

Aprovechando la ruta del Ferrocarril Central Andino, un tren de mercanc¨ªas que transporta minerales, el cineasta sube al espectador a lomos de lo que ¨¦l llama la ¡°serpiente de acero¡±. Junto a su c¨¢mara recorre el coraz¨®n de Per¨² durante las celebraciones del D¨ªa de la Independencia, el 28 de julio. El viaje comienza en Cerro de Pasco, situado en la cima de sus a?orados Andes, a casi 5.000 metros de altura, y termina en el Callao, en la orilla del Oc¨¦ano Pac¨ªfico.

Bauer se topa a lo largo de este periplo, entre peligrosos desfiladeros y excavaciones eternas, con las confesiones de sus compatriotas. ¡°Son gente a menudo abandonada por el Estado, que en los ¨²ltimos tiempos ha privatizado tanto la compa?¨ªa minera como la ferroviaria¡±, explica ¨¦l mismo desde Nyon, sede del certamen suizo en el que compite en su secci¨®n internacional de largometrajes.

Vida f¨¦rrea es una railroad movie altamente observacional. Aprovecha las texturas visuales y sonoras del paisaje natural peruano para contar una historia de desencanto. Mientras que la riqueza en forma de minerales abandona el pa¨ªs al llegar al puerto, sus habitantes enfrentan las consecuencias negativas de una explotaci¨®n mal aprovechada. Sus vidas quedan marcadas por la contaminaci¨®n y por la falta de alternativas laborales y formativas, que hacen que la capital, Lima, concentre casi una tercera parte de la poblaci¨®n total del pa¨ªs, recuerda Bauer.

En la estaci¨®n inicial aparece Manuel, un vecino de Cerro de Pasco que sufre del mal de altura cr¨®nica y al que no le queda nadie, mientras vive instalado en la nostalgia de una vida pasada, en una ciudad que roza las nubes. Una de las paradas del tren da pie a charlar con Betty, una enfermera que lucha contra el lastre que supone vivir cerca de las grandes compa?¨ªas mineras. La c¨¢mara tambi¨¦n muestra las duras condiciones de los ferroviarios de esta peligrosa ruta.

¡°Cuando empec¨¦ este proyecto, Per¨² viv¨ªa en plena euforia por el renacer de esta industria. Se sent¨ªa primer mundo. Pero en estos 12 a?os esa bonanza inicial no se ha reinvertido en otras actividades econ¨®micas ni en servicios propios del Estado, como la educaci¨®n y la sanidad. Esa esperanza se ha convertido en desilusi¨®n y adem¨¢s se suma a la actual inestabilidad pol¨ªtica¡±, cuenta el director. Es una historia que se repite una y otra vez. ¡°Per¨² no aprovech¨® en otras ¨¦pocas el bum extractivista del guano, el salitre, el caucho y la anchoveta. Vive de forma permanente en el mito de S¨ªsifo [h¨¦roe cargando una roca hasta lo m¨¢s alto de la monta?a para verla caer de nuevo, repitiendo el proceso por toda la eternidad]¡±, lamenta.

Producida por la peruana TV Cultura y la espa?ola Kilovivo SL, a Vida f¨¦rrea le ha costado mucho tiempo encontrar la financiaci¨®n necesaria para que un equipo de ocho personas pudiera desplazarase a la zona a rodar. Tanto esper¨® Bauer que la idea inicial para este filme cambi¨® por completo con respecto a lo que el espectador puede ver ahora en pantalla. En principio, ide¨® una trama de ficci¨®n que pudiera servir de hilo conductor para lo que quer¨ªa contar. Pero finalmente fue el propio tren, con la cadencia de su traquetear y sus silbidos, el que se convirti¨® en su narrador principal. ¡°Poco a poco, me fui dando cuenta de que mi idea de ficci¨®n era m¨¢s pobre de lo que el pa¨ªs me estaba contando. La realidad nos arrastr¨® al g¨¦nero documental¡±, admite.

Tras su paso por Visions du R¨¦el, la pel¨ªcula tiene confirmada su presencia este mes de mayo en el festival de cine documental DocsBarcelona. Antes, el pr¨®ximo 20 de abril, arrancar¨¢ en Cerro de Pasco una gira por todo Per¨², ofreciendo proyecciones puntuales por 12 de sus ciudades. Muchas de ellas ser¨¢n las que aparecen en el metraje, aunque tambi¨¦n har¨¢ parada en otras que, aunque se muestran en ¨¦l, ¡°tienen realidades muy similares¡±, concluye el cineasta.