Joaqu¨ªn Vidal, veinte a?os ya
El cr¨ªtico taurino de EL PA?S, defensor a ultranza de la integridad de la fiesta, falleci¨® el 10 de abril de 2002
Joaqu¨ªn Vidal, santanderino de 1935, cr¨ªtico taurino de este peri¨®dico desde el d¨ªa mismo de su salida a los quioscos, el 4 de mayo de 1976, falleci¨® el 10 de abril de 2002. Atr¨¢s quedaban 26 a?os de trabajo en esta tribuna y m¨¢s de 5.000 art¨ªculos, cr¨®nicas y entrevistas que daban buena fe de su alt¨ªsima talla como escritor, su defensa ac¨¦rrima de la integridad de la fiesta de los toros y un fin¨ªsimo sentido del humor.
Unos d¨ªas antes de su muerte, en la habitaci¨®n de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz de Madrid, donde estaba ingresado, hab¨ªa dicho al corresponsal taurino de Sevilla: ¡°Comienza t¨², que yo te alcanzar¨¦ en farolillos¡¡±
Pero no pudo ser. Joaqu¨ªn no volvi¨® a su delantera de palco de La Maestranza, que aquella tarde de preferia guard¨® un respetuoso minuto de silencio gracias a la generosidad de Pep¨ªn Liria, Antonio Ferrera y El Fandi, que compon¨ªan el cartel.
La desaparici¨®n del cronista taurino caus¨® una enorme consternaci¨®n entre los miles de admiradores, aficionados o no, que segu¨ªan con devoci¨®n sus textos para aprender sobre los misterios del lenguaje, disfrutar con la honradez del cr¨ªtico y sonre¨ªr con sus piruetas humor¨ªsticas.
Hace 20 a?os de la muerte de Joaqu¨ªn Vidal, y hoy se le sigue recordando por su legado, que no es otro que su decisiva influencia en la renovaci¨®n de la cr¨ªtica taurina, que ¨¦l la convirti¨® en un g¨¦nero period¨ªstico cimentado en la literatura de altos vuelos, un serio compromiso con la verdad y la integridad de la fiesta de los toros, y una cr¨ªtica feroz y mordaz hacia los taurinos que mostraban una decidida perseverancia en empa?arla de triqui?uelas y fraudes.
Joaqu¨ªn era uno de los grandes; lo era para sus amigos y seguidores, y tambi¨¦n para aquellos que lo consideraron un advenedizo taurino con mala uva. Porque todos reconoc¨ªan su categor¨ªa como escritor, su capacidad innovadora como cr¨ªtico, su honestidad y su recia valent¨ªa para gritar su verdad en contra de un sistema dirigido, entre otros, por algunos personajes rancios que ¨¦l mismo defini¨® como ¡°ineptos y aburridos¡±.
Unos d¨ªas despu¨¦s de su muerte, la Asociaci¨®n El Toro de Madrid invit¨® a los aficionados a depositar una flor en el asiento n¨²mero 17 de la fila 6 del tendido 10 que el cr¨ªtico ocupaba en la plaza de las Ventas desde que abandonara la andanada del 8, donde siendo un ni?o aprendi¨® de la sabidur¨ªa de aficionados entendidos y exigentes.
Unos meses m¨¢s tarde, en septiembre, la editorial Aguilar edit¨® un libro con una selecci¨®n de las cr¨®nicas de Joaqu¨ªn en cuya labor colaboraron Pilar, su viuda, y sus hijos Jos¨¦ Ignacio, Mar¨ªa Victoria y Joaqu¨ªn. Al a?o siguiente se inaugur¨®, por iniciativa de los aficionados, un azulejo en la entrada del tendido 10 de la plaza madrile?a con la siguiente inscripci¨®n: ¡°Desde este tendido ejerci¨® su magisterio el periodista Joaqu¨ªn Vidal. La afici¨®n, agradecida. Abril de 2003¡å. Por ¨²ltimo, el Premio Taurino Luis Mazzantini, organizado por el C¨ªrculo Taurino de la Universidad San Pablo, pas¨® a denominarse Premio Nacional Universitario de Tauromaquia Joaqu¨ªn Vidal por ¡°su intachable e ¨ªntegra trayectoria¡±.
En sus cr¨®nicas, en sus entrevistas, en sus art¨ªculos, en el azulejo, en el premio y en el asiento 17 de la fila 6 donde lo inmortaliz¨® el fot¨®grafo Claudio ?lvarez una tarde de lluvia-¨Del cr¨ªtico solo en el tendido, cubierto por un impermeable campero y un paraguas¨D, revolotea el alma de Joaqu¨ªn, una referencia en la historia de la tauromaquia.
Han pasado 20 a?os ya, y su legado sigue vivo. Es el destino de los maestros, de los verdaderamente grandes.
Babelia
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