La historia de Patricio: el compositor que hace m¨²sica desde el infierno del p¨¢rkinson
Despu¨¦s de a?os de lucha contra una extra?a mutaci¨®n de la enfermedad, el m¨²sico, que acab¨® en silla de ruedas y sin apenas autonom¨ªa, saca un disco compuesto y grabado bajo los peores momentos de su calvario
Con un lento movimiento de su mano, Patricio posa la palma sobre la mesita e intenta explicar c¨®mo fue la primera vez que sinti¨® que su pie no le respond¨ªa como si fuera la parte de su cuerpo que siempre hab¨ªa sido: ¡°En vez de posar la planta normal, ca¨ªa como un bloque. Hab¨ªa algo raro al tocar el suelo y no pod¨ªa andar c¨®mo antes, pero no sab¨ªa qu¨¦ pasaba¡±. Patricio se encontraba caminando por Bruselas cuando ese bloque que era su pie le dio la primera se?al de lo que ser¨ªa p¨¢rkinson, una enfermedad que tard¨® mucho tiempo en saber que tendr¨ªa y que acabar¨ªa por llevarle a estar en silla de ruedas y casi a consumir su vida.
Es mediod¨ªa de un mi¨¦rcoles y Patricio (Bilbao, 40 a?os) est¨¢ sentado en el B¨²ho Real, la sala de conciertos de m¨²sicos emergentes de Madrid. Minutos antes, se ha levantado despacio del taburete para saludar y ponerse a hablar de Hollywood. Es solo una palabra, un ¨¢lbum que se publica este lunes coincidiendo con el D¨ªa Mundial del P¨¢rkinson y ha sido grabado en plena lucha por combatir una enfermedad que afecta al sistema nervioso y que, en el caso de Patricio, le ha llevado a revisar ¡°el viaje agridulce¡± que ha sido su existencia desde que decidi¨® ser m¨²sico. ¡°Con todo, la suerte es hacer el viaje¡±, se?ala.
Est¨¢ a escasos dos metros del peque?o escenario de B¨²ho Real, el mismo en el que hace m¨¢s de una d¨¦cada se present¨® en Madrid en directo con su primer disco. Entonces, ven¨ªa de haber vivido toda su adolescencia en un internado de la ciudad suiza de Ginebra. ¡°Estuve all¨ª desde los 13 a los 18 a?os. Fue en la habitaci¨®n de ese internado donde me aficion¨¦ con pasi¨®n por la m¨²sica. A de The Beatles y Bob Dylan. Los escuchaba sin parar e intentaba sacar sus canciones¡±, rememora. ¡°La m¨²sica era lo que m¨¢s me ayudaba en el internado porque el primer a?o fue muy duro. El primer d¨ªa dej¨¦ mi maleta en mi habitaci¨®n y entr¨® un t¨ªo b¨²lgaro que iba a ser mi compa?ero durante los pr¨®ximos cuatro a?os. No sab¨ªa c¨®mo comunicarme con ¨¦l y ya me val¨ªa llevarme bien. Sent¨ª que estaba verdaderamente solo. Y fue la primera vez que supe tambi¨¦n que muchas veces la vida son lentejas. No hay otra¡±.
La vida son lentejas. Es una expresi¨®n que usa en m¨¢s de una ocasi¨®n durante la charla. Por ejemplo, cuando se refiere a la frustraci¨®n que sinti¨® en sus dos a?os en Madrid porque sus dos primeros discos no funcionaban tan bien c¨®mo le gustar¨ªa, a pesar de formar parte de una escena agitada en la que conoc¨ªa y colaboraba con otros m¨²sicos como Luis Ramiro, Marwan, Zahara o Conchita. Choc¨® contra sus expectativas y tuvo grandes trastornos del sue?o. ¡°Hubo una ¨¦poca en la que no dorm¨ªa nada. D¨ªas enteros. En la cama estaba como una l¨¢mpara. Viv¨ªa agotado¡±, recuerda. Y, sin embargo, ningunas lentejas, tan pesadas y duras, como las que estaban por venir. A Patricio, que compaginaba la m¨²sica con otros trabajos, le sali¨® una buena oportunidad laboral en una empresa de big data en Bruselas y se fue a B¨¦lgica a vivir en 2012. Fue all¨ª donde todo iba a cambiar, pero para mal: iba a conocer la pesadilla del p¨¢rkinson.
Aquel pie, como un bloque de cemento, fue el primer aviso que recuerda. Sin embargo, mirado con perspectiva, incluso aquellos trastornos del sue?o que parec¨ªan asociados a la ansiedad y la frustraci¨®n por afianzarse como m¨²sico pudieron tambi¨¦n estar relacionados con una enfermedad de muy dif¨ªcil diagn¨®stico y que avisa de m¨²ltiples formas y sin pauta fija. A?os despu¨¦s, los m¨¦dicos as¨ª se lo comentaron, pero sin poder asegurarlo con toda certeza por lo dif¨ªcil de la mutaci¨®n gen¨¦tica de su p¨¢rkinson, que, a diferencia de otros, no se mostr¨® con temblores o rigidez en la cara. Tan dif¨ªcil era concluirlo que durante tres a?os nadie encontraba explicaci¨®n a sus problemas. ¡°Ning¨²n m¨¦dico daba con la tecla¡±, explica. ¡°Era desesperante¡±.
Entre 2012 y 2015, el cuerpo de Patricio fallaba sin ning¨²n motivo como un mecanismo que cortocircuitaba. Un d¨ªa era un pie, otro una mano, el siguiente el otro pie¡ siempre hab¨ªa algo. ¡°Mi cuerpo era como una casa en la que das a los interruptores y no se encienden las luces. Yo le daba al interruptor que era mi cabeza y no se mov¨ªa la mano cuando cog¨ªa la guitarra¡±. Ten¨ªa trastornos de la marcha diarios. ¡°Me pasaba todos los d¨ªas. La mierda de esta enfermedad es que te recuerda que la tienes todos los minutos¡±. Sin embargo, todas las pruebas de p¨¢rkinson daban negativas. Acudi¨® a m¨¦dicos suizos y espa?oles, traumat¨®logos, fisioterapeutas e incluso se obsesion¨® con las cartas astrales, m¨¢s all¨¢ de ir a psic¨®logos y psiquiatras para llevar el sinsentido. ¡°Acab¨¦ tarado¡±, confiesa. Lleg¨® a pasar casi un mes internado en el monasterio hind¨² de meditaci¨®n trascendental que el gur¨² Maharishi Mahesh Yogi, el mismo que atendi¨® a The Beatles en la India, abri¨® en Vlodrop, al sur de Holanda.
Ahora recuerda esos tres a?os sin tono tr¨¢gico. Habla con calma de ese ¡°infierno¡±. Se encontraba de baja en el trabajo, encerrado en su piso de Bruselas y algunas noches, cuando no pod¨ªa dormir y parec¨ªa que la enfermedad le daba un respiro, se cog¨ªa la bicicleta y gastaba horas solo en un parque de Bruselas con el ¨²nico fin de no verse en una c¨¢rcel en forma de piso. Lo hizo hasta que su cuerpo le quit¨® toda la autonom¨ªa y acab¨® en silla de ruedas. ¡°No estaba tetrapl¨¦jico, pero es que m¨¢s all¨¢ de los tres pasos me cansaba como si no pudiera andar, era un esfuerzo tan tit¨¢nico que no pod¨ªa hacer nada a partir de una calle¡±.
Una doctora espa?ola que conoci¨® en la capital belga fue quien consigui¨® resolver el dram¨¢tico acertijo. Su p¨¢rkinson proven¨ªa de una extra?a mutaci¨®n gen¨¦tica, ¡°una loter¨ªa macabra¡±, seg¨²n sus palabras. No m¨¢s de cinco personas lo tienen en Europa. ¡°Era la excepci¨®n de la excepci¨®n. Como ese 0¡ä2% de probabilidades de un prospecto. Me qued¨¦ noqueado¡±, recuerda. ¡°No pude evitar llegar a casa ese d¨ªa y ponerme a buscar toda la informaci¨®n posible sobre Michael J. Fox, que tambi¨¦n ten¨ªa p¨¢rkinson. Devor¨¦ todo sobre ¨¦l en una noche¡±. Y se le ilumina un poco la mirada con un detalle: ¡°Me calm¨® ver un v¨ªdeo en el que, desde su casa y pese a las limitaciones, cog¨ªa la guitarra Gibson roja que sale tocando en Regreso al futuro. Me dio esperanza cuando ya me imaginaba una vida dentro de una habitaci¨®n oscura¡±.
Prueba y error
En 2018, Patricio public¨® su tercer disco, Un rayo me atraves¨®, un ¨¢lbum que hab¨ªa podido componer cuando los fallos multisist¨¦micos no eran tan grandes debido a la medicaci¨®n que, como m¨ªnimo, le daba dos horas al d¨ªa de autonom¨ªa. Sin embargo, los problemas segu¨ªan ah¨ª. La presentaci¨®n de ese ¨¢lbum acab¨® con tan solo seis conciertos en Espa?a porque su cuerpo volv¨ªa a fallar. Fue frustrante. ¡°Hice lo que pude y pod¨ªa muy poco¡±, se?ala. No reaccionaba bien a la medicaci¨®n. ¡°Era todo prueba y error¡±. Empeor¨® hasta el punto de que no pod¨ªa cortar un filete. Acab¨® en casa de sus padres en Bilbao, atendido por ellos y ¡°mirando muchas noches por la ventana¡±, pero no se derrumb¨®. ¡°Aprend¨ª a tener constancia. La enfermedad me hab¨ªa obligado a sacar una versi¨®n m¨¢s completa de m¨ª. Era eso o la decadencia total¡±, explica.
En peores circunstancias que cuando hizo Un rayo me atraves¨®, tir¨® del carro y cambi¨® por completo el proceso creativo para grabar Hollywood. Es solo una palabra. La medicaci¨®n le hac¨ªa menos efecto y solo ten¨ªa 20 minutos de autonom¨ªa total al d¨ªa. ¡°El momento del pastillazo¡±, suelta con una sonrisa. Ese momento llegaba por las ma?anas y lo aprovechaba trabajando las armon¨ªas, el armaz¨®n de la canci¨®n, cuando necesitaba las dos manos. Luego, a medida que el efecto bajaba, se pon¨ªa con las melod¨ªas, que pod¨ªa hacer con una mano al teclado. Ya por las tardes, cuando iba bajando la necesidad f¨ªsica, se pon¨ªa con las letras grabadas con su voz en el m¨®vil. ¡°Mi madre me dijo que hab¨ªa aprendido a nadar en sue?os¡±, cuenta. ¡°Iba a la piscina, pero, de noche en la cama, so?aba con esos movimientos de las clases de nataci¨®n que luego ejecutaba mejor al d¨ªa siguiente. Yo hac¨ªa lo mismo. Guardaba en mi cabeza o en el m¨®vil todas las ideas buenas que luego usaba en los 20 minutos que ten¨ªa al d¨ªa siguiente. Lo tom¨¦ como un juego. Cuando ten¨ªa esos 20 minutos, iba al turr¨®n. Era como saber que ten¨ªa que esperar un d¨ªa entero para volver a tocarme con la chica que me gusta. Esa espera era bonita y me lo hac¨ªa pasar de puta madre sabiendo que merec¨ªa la pena¡±.
¡°Cantautor bi¨®nico¡±
Hollywood. Es solo una palabra est¨¢ grabado con este novedoso proceso creativo. Patricio apenas toca los instrumentos por su falta de autonom¨ªa, pero lo compone entero. Lo grab¨® poco antes de la operaci¨®n pionera que tuvo en febrero de 2021 para reducir sus problemas con el p¨¢rkinson. ¡°Me dijeron que hab¨ªa riesgo de perder la fonaci¨®n con la operaci¨®n, as¨ª que prefer¨ª grabarlo antes¡±, cuenta Patricio, quien ahora tiene una ¡°especie de caja de pilas¡± en el abdomen con dos cables que recorren por dentro su cuerpo hasta llegar a ambos lados del cerebro. Cada mes tiene que ir al hospital de Barakaldo donde fue operado a trav¨¦s de la sanidad p¨²blica y ser ¡°regulado¡± por bluetooth desde una tablet. ¡°Es una operaci¨®n de ciencia ficci¨®n¡±, dice. ¡°Ahora soy el cantautor bi¨®nico. No s¨¦ si tengo mucho de cantautor, pero s¨ª algo de bi¨®nico¡±.
La operaci¨®n le ha mejorado mucho la vida. Apenas tiene problemas visibles con la enfermedad. Por eso, conf¨ªa plenamente en poder hacer una gira en condiciones para presentar su nuevo disco. Al comienzo de la charla, Patricio dijo que el t¨ªtulo de este ¨¢lbum, compuesto en los peores momentos del p¨¢rkinson, viene a decir que hay que despojar a Hollywood, la palabra m¨¢s glamurosa del mundo, de toda parafernalia, de todo artificio. La idea es volver a la esencia. Es lo que le ha dado este disco. ¡°Grabando este ¨¢lbum sent¨ª que fue conectar con mi yo y volver a la grandiosa sensaci¨®n de aquella habitaci¨®n del internado de cuando ten¨ªa 13 a?os y esperaba que pasase todo el d¨ªa de deberes, actividades y obligaciones para concentrarme en mis 20 minutos de m¨²sica. Era volver a la esencia de mi viaje, que empez¨® en esa habitaci¨®n y me llev¨® hasta el p¨¢rkinson. Esa esencia era pasarlo bien con la m¨²sica. Y mi ¨²nica conclusi¨®n, al final de este viaje, es que no quiero perder lo que he encontrado¡±.
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