Alba Molina: ¡°Soy m¨¢s ni?a que antes y antes era m¨¢s tonta, sin duda¡±

Alba Molina Montoya dice ser m¨¢s gitana que flamenca. Porque gitana una lo es en todo en la vida y flamenca, a ratos. En ella se junta todo. La hija de Lole y Manuel vol¨® muy pronto por s¨ª sola y prob¨® todos los palos en la vida: fue modelo y artista, es transparente y locuaz, rompe a llorar cuando menos se lo espera en el escenario y lo cura a carcajadas junto a Pepe Rivero, pianista. Ahora vuelve con Las ni?as (junto a Aurora Power y Vicky Luna), el tr¨ªo que se lanz¨® con Oj¨², e invent¨® un lenguaje. Han cumplido a?os, pero no suficientes como para no seguir conservando esa inocencia espont¨¢nea con jerga y guasa propia.

Pregunta. ?En cu¨¢nto tiene el r¨¦cord de cu¨¢ndo rompe a llorar en el escenario? Yo a la tercera canci¨®n ya la he visto echar la lagrima.

Respuesta. Depende, si es con un repertorio de Lole y Manuel es que se me cambia el coraz¨®n de sitio.

P. ?Qu¨¦ le provoca ese llanto?

R. No lo s¨¦. Cuando ocurre eso no estoy pensando en nada, es sentimiento. Se me junta todo.

P. Su padre muri¨® en 2015, ?desde entonces lo siente mucho m¨¢s presente?

R. S¨ª, es como si se me hubiera metido dentro.

P. Cuando ocurre eso, ?cree que es la transfiguraci¨®n de la presencia en recuerdo?

R. S¨ª, o no, ya digo, como si estuviera dentro, como si fuera yo. Aunque, qu¨¦ m¨¢s quisiera yo que haber sido ¨¦l en el escenario.

P. Sus padres fueron esos rompehielos que abrieron el flamenco. ?A d¨®nde?

R. No s¨¦ si ellos buscaban eso. Ellos sent¨ªan de una determinada manera. Yo, igual. Hacemos lo que sentimos sin pretender llegar a ning¨²n sitio.

P. A lo mejor, llegar, no, pero de alg¨²n lugar han salido.

R. Respeto a la gente que se plantea llegar a alguna parte. Yo, por ejemplo, no tengo esa necesidad. A todos nos alimenta el ego y est¨¢ bien gustar a mucha gente, pero yo hago esto porque lo necesito y esa es mi forma de llegar a¡­ Una necesidad. Y eso me ha permitido hacer todo lo que me da la gana toda mi vida. Y eso es ya un ¨¦xito.

P. ?Y ahora qu¨¦ quiere?

R. Pues quiz¨¢s cantar tres veces por semana en el mismo sitio, alg¨²n bolillo e irme a casa con mis ni?os y ya est¨¢. Tambi¨¦n a veces pienso que si me dicen que cantando en un determinado lugar me voy a convertir en Sade, pues vale, lo acepto, porque Sade me gusta. Pero si me dicen que as¨ª o as¨¢, ser¨¦ Madonna, eso no. No lo quiero. Solo me vendr¨ªa bien un poquito m¨¢s de dinero y orden.

P. ?Se siente ca¨®tica?

R. Digo orden, para todo el mundo, no solo para m¨ª. Yo me siento bastante bien.

P. ?Y los hijos le ayudan a ordenarse?

R. S¨ª, claro, tengo dos.

P. ?Artistas?

R. La ni?a tiene 20, es una artista con las manos y canta. El ni?o, 11 y tambi¨¦n, canta, toca la bater¨ªa, le da al rap y al cubo de Rubik. Arregla las m¨¢quinas por dentro, es un ordenador con sentimiento. O al rev¨¦s, un sentimiento con ordenador, lo prefiero as¨ª, es m¨¢s bonito.

P. ?El flamenco con piano se engrandece?

R. Lo que yo hago con Pepe Rivero no es flamenco con piano, ¨¦l no toca flamenco, es lo m¨¢s vers¨¢til del mundo. Y yo soy gitana pero no soy flamenca. Eso tambi¨¦n se nota.

P. ?Me explica ese matiz?

R. ?Hombre! Yo soy gitana a la hora de vivir. Imag¨ªnate a la hora de cantar. Es una manera de ser¡­ La manera de comer, las toallas colgadas en la puerta, ?qu¨¦ pasa, joe? Cortar las papas para la tortilla cantando, con mucho arte, que me salen para morirse. Vengo de un lugar precioso. Con una cultura tremenda. Y agradecida y bendecida por eso. Yo me recojo el mo?o por detr¨¢s y se ve que soy gitana.

P. Entre su mo?o y los tatuajes que lleva, ?podr¨ªamos encontrar una definici¨®n de qui¨¦n es usted?

R. Pues s¨ª, para que veas. Mi abuela me dec¨ªa que t¨², te pongas lo que te pongas, se te ve que eres la m¨¢s gitana del mundo.

P. ?El siglo XXI ha servido para una mayor integraci¨®n?

R. En nuestra raza ya se ven cosas que no se ve¨ªan. Vamos cogiendo nuestro sitio. Ya hay abogados, psic¨®logos, gente con carreras. Eso me da mucha alegr¨ªa. Aunque todav¨ªa existe el clasismo, la tonter¨ªa y esas cosas que dan mucho coraje. En algunos asuntos, a¨²n m¨¢s.

P. ?Vamos para adelante o hacia atr¨¢s en eso del racismo?

R. No lo s¨¦, quiz¨¢s para atr¨¢s. El humano se ha convertido en una clase de bicho que no s¨¦ ad¨®nde va. Con esas frasecitas en las redes. ?Co?o! ?L¨¦ete un buen libro, joe! A m¨ª me encanta el Instagram, pero tambi¨¦n un buen libro. Ahora esto leyendo Maneras de amar, de Amir Levine y Rachel Heller.

P. Se ha metido en un mal tema¡­ ?Qu¨¦ est¨¢ aprendiendo?

R. Cosas de m¨ª. Orden¨¢ndolas, entendiendo mi comportamiento.

P. ?Qu¨¦ no sab¨ªa de usted?

R. Nada. Yo es que soy una cascada que suelta un mont¨®n de cosas, una monta?a rusa: arriba abajo, arriba abajo. Siento pero no s¨¦ reflexionar.

P. ?Para qu¨¦ vuelven La ni?as?

R. Para divertirnos. Incluso siendo coristas. Yo siempre quise ser corista de O¡¯funkillo, pero no me dejaron porque ya ten¨ªa discos en la calle.

P. ?No han crecido todav¨ªa?

R. No, yo soy m¨¢s ni?a que antes, antes era m¨¢s tonta, sin duda.

P. ?Hubo l¨ªo entre ustedes?

R. Pues como en todos los grupos del mundo, que se juntan y se separan, se juntan y se separan¡­ Somos tres mujeres, tres caracteres, tuvimos a los cr¨ªos, la vida cogi¨® otra forma, inevitablemente. Pero yo nunca lo di por terminado y ah¨ª estamos.