?lvaro Alarc¨®n, merecida Puerta Grande
Valor, entrega y buenas maneras de la terna ante una noble, encastada y agradable novillada de Fuente Ymbro; al sexto se le dio la vuelta al ruedo.
El toledano ?lvaro Alarc¨®n se presentaba en Madrid como novillero y era el menos conocido y placeado de la terna; de los tres novilleros es, quiz¨¢, el que tiene un concepto menos pulido del toreo, pero cort¨® tres orejas y sali¨® a hombros por la Puerta Grande. Tres orejas de verdad porque las gan¨® a base de quietud, entrega, disposici¨®n y toreo largo un joven de corta estatura pero de coraz¨®n grande, batallador y con arrestos para emocionar a los tendidos.
Manuel Diosleguarde cort¨® una sola oreja porque fall¨® con el estoque en el cuarto, pero volvi¨® a confirmar que le sobran valor y elegancia; y Jorge Mart¨ªnez pech¨® con el peor lote y dijo a todos que tiene madera para ser un torerazo. Inexplicablemente, el presidente se equivoc¨® al no concederle la oreja del quinto, pero qued¨® patente una desbordante torer¨ªa que, seguro, no habr¨¢ ca¨ªdo en saco roto.
Los tres j¨®venes triunfaron porque les adornan condiciones para ello y porque contaron con la inestimable ayuda de los novillos de Fuente Ymbros, correctos de trap¨ªo, justos para lo que se suele lidiar en esta plaza, que hicieron una aceptable pelea en varas a excepci¨®n del primero, nobles y agradables en el tercio final; deslucido fue el segundo y con sentido el quinto, y al sexto, de encastada nobleza, se le dio la vuelta al ruedo.
Por una vez, toros y toreros se pusieron de acuerdo para protagonizar una buena tarde y confirmar, felizmente, que el toreo tiene futuro.
Y lo tiene con ?lvaro Alarc¨®n, que no parece ser un exquisito, pero le adornan agallas para salir airoso de un compromiso tan importante como ha sido su debut en Las Ventas. Buen novillo fue el tercero, que meti¨® la cara con codicia en el tercio final, y Alarc¨®n lo mulete¨® con oficio y buenas maneras de principio a fin. Se super¨® ante el encastado sexto, extraordinario por el pit¨®n derecho, que aprovech¨® el novillero, las zapatillas siempre asentadas en la arena, con una encomiable actitud. El novillo fue a m¨¢s en una larga faena, al igual que su lidiador, confiado y sereno, que conect¨® emocionado con los tendidos.
Diosleguarde confirm¨® su buen corte, su sabor torero e innata elegancia. Tiene oficio, mando y personalidad, y baja la mano. Tore¨® con hondura a su primero (un poco fr¨ªo, quiz¨¢, por la sosa nobleza del animal), y no le perdi¨® la cara al cuarto, menos claro, pero que le permiti¨® lucirse en varias tandas con la mano derecha. La estocada hizo guardia y borr¨® la posibilidad de un triunfo redondo.
Y el m¨¢s curtido, el m¨¢s hecho, el m¨¢s torero, Jorge Mart¨ªnez, se encontr¨® con un lote poco propicio. Muy deslucido su primero, y un quinto que buscaba el cuerpo del torero, al que arroll¨® repetidamente con aviesas intenciones. Pero este novillero, serio y sin aspavientos, demostr¨® que tiene valor de verdad; aguant¨® una voltereta en el segundo, que desarroll¨® sentido, y ni se mir¨®; y el quinto, en apariencia m¨¢s noble y d¨®cil descubri¨® los muslos del novillero y se empe?¨® en empitonarlo repetidamente por el lado izquierdo. Mart¨ªnez no solo no se asust¨®, sino que insisti¨® con la zurda, y a final de la faena consigui¨® trazar unos m¨¢s que aceptables naturales. Tras matar de una gran estocada, la mayor¨ªa del p¨²blico quiso premiar la raza y el pundonor del torero, pero el presidente no lo vio as¨ª y se gan¨® una m¨¢s que merecida bronca.
Ricardo Gallardo, el ganadero, y el mayoral de Fuente Ymbro acompa?aron a ?lvaro Alarc¨®n en su vuelta al ruedo con las dos orejas. Discutible o no, es una imagen muy alentadora para la tauromaquia, necesitada de toros encastados y nobles y novilleros con pundonor.
Fuente Ymbro/Diosleguarde, Mart¨ªnez, Alarc¨®n
Novillos de Fuente Ymbro, correctos de presentación, cumplidores en varas a excepción del primero; nobles y agradables en el tercio final; encastado el el tercero y deslucido el segundo. Al sexto se le concedió la vuelta al ruedo.
Manuel Diosleguarde: estocada trasera (oreja); estocada que hace guardia _aviso_ y un descabello (silencio).
Jorge Martínez: estocada caída (ovación); _aviso_ gran estocada (fuerte petición y vuelta al ruedo).
Álvaro Alarcón: estocada (oreja); gran estocada (dos orejas, que las paseó en compañía del ganadero, Ricardo Gallardo, y el mayoral de la ganadería). Salió a hombros por la Puerta Grande.
Plaza de Las Ventas. 23 de mayo. Decimosexto festejo de la Feria de San Isidro. Algo más de media entrada (14.645 espectadores, según la empresa).
Babelia
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