Un ba?o de realidad recorre PHotoEspa?a
La principal exposici¨®n del festival en su 25? edici¨®n atraviesa un siglo de fotograf¨ªa documental con 500 im¨¢genes de 29 autores
La fotograf¨ªa de una mujer que lee el Ulises de Joyce en el metro de Nueva York, la de un escaparate que refleja a varias personas que caminan en distintas direcciones, el rostro serio de los conductores... Las im¨¢genes que cuentan la realidad, aunque con una intenci¨®n que trasciende m¨¢s all¨¢ del mero documento, con una aspiraci¨®n art¨ªstica y, a la vez, conceptual, protagonizan la principal oferta de la 25? edici¨®n de PHotoEspa?a, en la exposici¨®n colectiva, titulada Sculpting Reality, en la que se muestran hasta el 4 de septiembre unas 500 im¨¢genes de 29 autores. Un volumen as¨ª ha llevado a los organizadores a exhibirla en dos sedes, el C¨ªrculo de Bellas Artes y la Casa de Am¨¦rica, lo que permite trazar un extenso recorrido por el g¨¦nero de la fotograf¨ªa de estilo documental desde sus inicios, en los a?os treinta del siglo XX, hasta casi la actualidad. Los comisarios son Vicente Todol¨ª, asesor de la valenciana Colecci¨®n Per Amor a l¡¯Art, y Sandra Guimar?es, directora art¨ªstica del centro Bombas Gens, una antigua f¨¢brica rehabilitada en Valencia, donde se pudo ver en junio una versi¨®n m¨¢s reducida de la exposici¨®n, con 300 im¨¢genes, de lo que ahora llega a Madrid.
En la parte del C¨ªrculo predominan las fotos sobre Espa?a de distintas ¨¦pocas, pero sin caer en el pintoresquismo, en la estampa f¨¢cil, que para eso se ha reunido a un conjunto de maestros de lo documental. ¡°Son artistas que, aunque tambi¨¦n hicieron fotoperiodismo, del que son en principio herederos, profundizaban en un tema para hacernos reflexionar¡±, ha declarado Guimar?es en la presentaci¨®n de la exposici¨®n este martes. Fue uno de estos cl¨¢sicos, el estadounidense Walker Evans, el que acu?¨® el concepto de ¡°estilo documental¡±. ¡°Un ejemplo de documento literal ser¨ªa la fotograf¨ªa policial de un crimen. Tiene una utilidad, mientras que el arte es realmente in¨²til. El arte nunca es un documento, pero puede adoptar su estilo¡±, explic¨® Evans en 1971, el primer fot¨®grafo al que el MoMA de Nueva York dedic¨® una exposici¨®n individual y cuyo libro American Photographs ¡°est¨¢ considerado la Biblia de la fotograf¨ªa documental¡±, seg¨²n Todol¨ª. ¡°Las fotos de estos autores huyen del sentimentalismo y del fotoperiodismo, que consideran oportunista¡±, agreg¨®.
La colecci¨®n privada de Jos¨¦ Luis Soler y Susana Lloret, que tiene dos ejes, el arte abstracto y la fotograf¨ªa, est¨¢ formada por 2.250 piezas de 220 autores, que se van mostrando en exposiciones en Bombas Gens [centro de arte valenciano]¡±, ha apuntado Guimar?es. El recorrido se inicia con las del neoyorquino Joel Meyerowitz, del que se puede contemplar la serie que realiz¨® en los sesenta en M¨¢laga, de suaves colores, de gente en la calle, flamencos, la Semana Santa... A continuaci¨®n, otro trabajo suyo, pero en blanco y negro, en el que ahond¨® en un pa¨ªs de fiestas, ni?os, bares y tricornios. Adem¨¢s est¨¢n varias de las conocidas im¨¢genes de Cartier-Bresson del Madrid empobrecido de comienzos de los treinta. De otro cl¨¢sico, el suizo Robert Frank, hay instant¨¢neas del proyecto en el que recogi¨® el ambiente en los a?os cincuenta del humilde barrio de pescadores de El Cabanyal, donde vivi¨® un tiempo. En la mirada de estos autores no est¨¢ el turista sorprendido, sino el observador que se integra en el contexto.
Algo escondida est¨¢ la c¨¦lebre serie Carnival Strippers, que la estadounidense Susan Meiselas tom¨® en pueblos de su pa¨ªs a comienzos de los setenta de mujeres que trabajaban haciendo striptease en espect¨¢culos de mala muerte. Mientras que del alem¨¢n J¨¹rgen Schadeberg se aporta su fant¨¢stica serie The San of the Kalahari, en la que capt¨® a danzantes en trance durante exorcismos.
La exposici¨®n contin¨²a con los campos de f¨²tbol callejero, desangelados, con porter¨ªas sin redes, en mitad de la nada, del d¨²o Bleda y Rosa, y los edificios entre sombras que fotografi¨® el argentino Humberto Rivas en suelo espa?ol. Entre los trabajos m¨¢s actuales destaca el del parisiense Yto Barreda en Casablanca, en 2013, de fachadas desconchadas, ropa tendida al sol y parab¨®licas; un ejemplo que a¨²na un sentido est¨¦tico y documental. Al final del recorrido llama la atenci¨®n, por su gran formato y el uso del color, el trabajo de Ian Wallace titulado La piscina de Las Arenas, de 1998, en el que, con el azul del agua de fondo, se suceden las barandillas, escaleras, bancos, paredes... de los que logra extraer belleza.
El segundo cap¨ªtulo de esta muestra, en la Casa de Am¨¦rica, se centra en EE UU en los sesenta y setenta, especialmente en Nueva York. Ah¨ª est¨¢n las escenas de glamour y fiestas del neoyorquino Garry Winogrand: en ellas aparecen Richard Nixon, John Huston en un rodaje, Warhol en el cumplea?os de Norman Mailer, en 1973, o Marilyn Monroe con la falda al vuelo en La tentaci¨®n vive arriba. Se suceden las tomas en la calle, de viandantes, el metro, los neones de los teatros y cines, o los trabajadores que retrat¨® Walker Evans. Tras un alto para admirar el surrealismo del mexicano Manuel ?lvarez Bravo, se vuelve a Nueva York con Helen Levitt y su predilecci¨®n por ni?os jugando en la calle.
El final es a todo color. Por un lado, est¨¢n las piezas de Tod Papageorge, que juega con los tonos y los vol¨²menes que proporcionan las cajas de escaparates o arbustos de ciudad. Por otro, el estudio sociol¨®gico que supuso Rodeo Drive, de 1984, 41 fotograf¨ªas de Anthony Hernandez en las que retrat¨® a las personas, sobre todo mujeres, que desfilaban por el pasaje comercial en Beverly Hills. Una mirada que evidencia las diferencias econ¨®micas y raciales de los fotografiados, que miran con desconfianza a la c¨¢mara. Quiz¨¢s porque, como dijo el fot¨®grafo Lewis Baltz de estas im¨¢genes, ¡°son los vencedores que disfrutan del bot¨ªn¡±.
Amor salvaje
La otra exposición de PHotoEspaña inaugurada este martes, en el Círculo de Bellas Artes, se titula Armonía, de la fotógrafa Ana Palacios, un trabajo del que se publicó una parte en EL PAÍS. En esta muestra, hasta el 4 de septiembre, se explora la vida en los "santuarios de animales", lugares en los que se protege y cuida animales rescatados, en su mayoría de la industria ganadera intensiva. Quienes están a su cargo muestran un "amor salvaje", según la autora, que "es recíproco entre los humanos y las especies animales". Esa relación diferente se aprecia, por ejemplo, en los tatuajes de animales en la piel humana. Entre esos espacios están la Fundación El Hogar Animal o la Fundación Santuario Gaia. Palacios cuenta con sus imágenes las historias de estos animales y la relación especial que establecen con ellos los humanos.
Babelia
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