?frica, tal como la vimos, tal como se ven

La mirada fotogr¨¢fica que predomin¨® sobre ?frica, hasta casi finales del siglo XX, llegaba desde fuera del continente, con sus clich¨¦s heredados del colonialismo, con su recurrencia a lo ex¨®tico. El golpe del p¨¦ndulo lleg¨® en 1997, cuando se dio a conocer en la Bienal de Johannesburgo (Sud¨¢frica) el proyecto y libro El ¨¢lbum de la fotograf¨ªa negra / M¨ªrame, en el que el fotoperiodista sudafricano Santu Mofokeng, fallecido en 2020, mostraba una recopilaci¨®n de im¨¢genes tomadas entre 1890 y 1950 por familias sudafricanas burguesas de su vida privada y de sus miembros. El proyecto de Mofokeng ten¨ªa una intenci¨®n reivindicativa: somos seres humanos y queremos contar c¨®mo somos. Es el trabajo con el que abre la exposici¨®n Eventos de lo social. Retrato e imaginario colectivo. Fotograf¨ªa africana en The Walther Collection, largo t¨ªtulo para la exposici¨®n estrella de esta edici¨®n de PHotoEspa?a, en el C¨ªrculo de Bellas Artes hasta el 22 de agosto. Son unas 400 im¨¢genes para hacerse una buena idea de la historia de la fotograf¨ªa africana.

FOTOGALER?A: Im¨¢genes de la exposici¨®n sobre fotograf¨ªa africana

?frica y mujeres fot¨®grafas encabezan PHotoEspa?a 2021

Las obras proceden de la Walther Collection, instituci¨®n alemana ¡ªcon sedes en Ulm (Alemania) y Nueva York (EE UU)¡ª que, entre otros fondos, alberga ¡°uno de fotograf¨ªa y arte visual de artistas africanos o afrodescendientes¡±, se explica en la exposici¨®n, que solo en lo que consideran ¡°im¨¢genes vern¨¢culas¡±, de ?frica sobre todo, superan las 5.000. No es la primera vez que pueden verse piezas de esta colecci¨®n en Espa?a, pero seguramente s¨ª la m¨¢s completa. Naci¨® hace 10 a?os de la mano de Artur Walther, coleccionista germanoestadounidense. Estaba previsto que todo esto se hubiera contado el a?o pasado, pero la pandemia lo aplaz¨® en el marco de PHotoEspa?a 2020, que funcion¨® a tirones, para esquivar confinamientos, toques de queda y restricciones. Este 2 de junio ha supuesto la vuelta a la casi normalidad de este festival de fotograf¨ªa y artes visuales, con la presentaci¨®n de seis exposiciones y la tradicional reuni¨®n, aunque sin la cervecita, al fresco del Jard¨ªn Bot¨¢nico.

La encargada de trastear en la Walther Collection ha sido la comisaria invitada a esta edici¨®n del festival, Elvira Dyangani Ose, cordobesa de 47 a?os, de origen ecuatoguineano, formada en Barcelona y Nueva York, trabaj¨® en el Centro Atl¨¢ntico de Arte Moderno, en Las Palmas de Gran Canaria, y dirige ahora en Londres The Showroom, ¡°una plataforma para dar a conocer a j¨®venes artistas¡±, explica a EL PA?S. Ella se?ala que hablar de esta exposici¨®n como ¡°?frica vista por los africanos es simplista¡±, y reconoce que es una muestra ¡°casi abrumadora¡± por el n¨²mero de im¨¢genes y por los diferentes estilos y g¨¦neros. ¡°Se trata m¨¢s bien de resaltar el uso de la fotograf¨ªa para contar que hay varias ?fricas, cierto que algunas im¨¢genes est¨¢n ligadas al territorio, pero la geograf¨ªa no es aqu¨ª una categor¨ªa. Tambi¨¦n incluimos historias individuales, con su parte de contracultura¡±, a?ade. Entre estas, sobresale el proyecto de Lebohang Kganye, fot¨®grafa sudafricana que mediante dobles exposiciones compuso im¨¢genes de ella con su madre, fallecida poco antes. Un acto de amor y un resultado po¨¦tico, y algo fantasmag¨®rico.

Preguntada por las movilizaciones meses atr¨¢s en varios pa¨ªses a ra¨ªz del movimiento Black Lives Matter, Dyangani apunta que la exposici¨®n habr¨ªa coincidido con esas protestas, pero el coronavirus lo impidi¨®, y sobre las devoluciones de arte africano por parte de, por ejemplo, museos franceses, se muestra ¡°enemiga de los grandes gestos¡± y ¡°m¨¢s bien partidaria de peque?os pasos¡±. Como quiz¨¢s lo sea esta exposici¨®n, en la que hay obra de ¡°32 fot¨®grafos modernos y contempor¨¢neos, m¨¢s una veintena de autores de finales del XIX y comienzos del XX, y luego hay autores no identificados¡±, explica. Ella record¨®, con humor, alg¨²n momento equ¨ªvoco relacionado con el color de su piel, cuando una profesora de la Universidad de Bellas Artes de la Aut¨®noma de Barcelona le dijo que lo l¨®gico ser¨ªa que se dedicase al arte africano. ¡°Mi familia me ense?¨® que lo que los dem¨¢s piensen de ti no tiene por qu¨¦ definirte¡±.

De los trabajos expuestos, ella hace hincapi¨¦ en las varias series de magn¨ªficos retratos, casi siempre en blanco y negro, como las tomas en la calle del maliense Seydou Ke?ta, fallecido en 2001, cuya obra casi no se conoci¨® hasta los Encuentros de Arl¨¦s de 1994. Hay retratos especialmente originales porque las mujeres ¡°posan recostadas como odaliscas, pero de espaldas¡±, obra del tambi¨¦n maliense Malick Sidib¨¦, uno de los grandes de la fotograf¨ªa africana, fallecido en 2016. Otra serie es la que la comisaria llama ¡°taxonom¨ªa de peinados¡±: cabezas con pelos recogidos, en abanico, entrelazados... hay un pu?ado del conocido trabajo, con m¨¢s de 1.000 piezas, que realiz¨® el nigeriano J. D. Okhai Ojeikere en los sesenta y setenta, con mujeres de su pa¨ªs. Tambi¨¦n hay un apartado sobre el cuerpo, en el que, adem¨¢s de desnudos, se lo toma como espacio para tatuajes o como lienzo para pintarlo.

La implantaci¨®n de un sistema pol¨ªtico y social racista como el apartheid en Sud¨¢frica est¨¢ en el objetivo de varios de los fot¨®grafos seleccionados. Podr¨ªan esperarse escenas de violencia, pero se ha optado por ense?ar otro lado, impl¨ªcito, de esa situaci¨®n, la vida cotidiana en poblados de chabolas de la poblaci¨®n negra, como el trabajo documental de David Goldblatt.

Con todo ello, lo que se quiere, desde una mirada cr¨ªtica, es ¡°redefinir la identidad africana m¨¢s all¨¢ de la generada desde Occidente¡±, dice la comisaria. La fotograf¨ªa, como plataforma para ¡°romper con el canon europeo y desarticular la idea que hay de raza¡±, agrega. Precisamente, Contra la raza es el t¨ªtulo de la otra muestra que ha comisariado, con obras de arte audiovisual, que podr¨¢ verse en Matadero Madrid desde el 3 de junio.

Varias vitrinas de la sala muestran esa visi¨®n prejuiciosa del hombre blanco, con postales y cartas de visita a?ejas, en color sepia, fechadas entre 1870 y 1930, que recogen la mirada ¡°del africano como parte del paisaje, como un elemento m¨¢s de la fauna y flora¡±, a?ade Dyangani. Son instant¨¢neas de hombres en taparrabo y con lanzas, de tribus de bosquimanos.

El recorrido se cierra con dos conjuntos de retratos enfrentados. Por un lado, uno de los nombres m¨¢s conocidos de la actual fotograf¨ªa africana, el camerun¨¦s Samuel Fosso, con varios de sus c¨¦lebres autorretratos, en los que se transfigura, casi siempre con humor, en personajes famosos: Angela Davis, Nelson Mandela, Malcolm X, Miles Davis o Muhammad Al¨ª como sali¨® en la conocida portada de Esquire del boxeador atravesado por flechas como san Sebasti¨¢n. Por otro, los rostros de los j¨®venes que fotografi¨® la sudafricana Zanele Muholi en 2018. En un bell¨ªsimo blanco y negro, todos posan con la mirada limpia y un punto de desaf¨ªo, como si no tuvieran miedo a lo que les traiga el futuro.