Fallecimiento de Jos¨¦ Guirao: Con las alas de la cultura
De concejal de Pulp¨ª, su pueblo natal, a ministro de Cultura, su trayectoria muestra lo que la Constituci¨®n de 1978 permit¨ªa a los j¨®venes que emerg¨ªan en aquella coyuntura hist¨®rica
La prematura muerte de Jos¨¦ Guirao nos produce dolor, pero nos estimula a hacer algunas reflexiones especialmente oportunas en la actual coyuntura pol¨ªtica en Espa?a. Su bondad personal y sus cualidades de servidor p¨²blico se manifiestan en los recuerdos de quienes le conocimos y en los frutos de su gesti¨®n al frente de puestos de responsabilidad: desde que fuera jovenc¨ªsimo y modesto concejal de Pulp¨ª, su pueblo natal en el levante almeriense, y sus primeras misiones culturales como responsable de cultura de la Diputaci¨®n Provincial (1983-1987), en la primera etapa de la democracia local, hasta llegar a ser nombrado Ministro de Cultura y Deportes por Pedro S¨¢nchez el 13 de noviembre de 2018.
Una trayectoria brillante que muestra de manera fascinante lo que la Constituci¨®n de 1978 permit¨ªa a los j¨®venes que emerg¨ªan en aquella coyuntura hist¨®rica. De los diversos rincones de Espa?a acced¨ªan a los estudios superiores, y un flujo de oportunidades se abrieron paso. Almer¨ªa a¨²n carec¨ªa de su Universidad, creada en 1993, y su opci¨®n m¨¢s cercana era entonces la Universidad de Murcia. Guirao se licenciar¨ªa all¨ª en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica. El sistema universitario espa?ol ofreci¨®, al mismo tiempo, un incremento del n¨²mero de estudiantes, y un escenario de ilusi¨®n y est¨ªmulo para la pol¨ªtica, cada vez con mayor concreci¨®n, reflejada en la dimensi¨®n sectorial en general, y en la cultura en particular, tanto en el ascenso de los valores patrimoniales como en el conocimiento y la vivencia de la creaci¨®n contempor¨¢nea en sus diversas facetas. Una cada vez m¨¢s potente transversalidad en la que se barajaban distintos campos de actividad. Guirao ha sido un ejemplo, no ¨²nico pero destacado, de esa realidad.
Para que fuera posible tuvo que existir el Estado de las Autonom¨ªas, disemin¨¢ndose competencias y oportunidades, contando con nuevos recursos presupuestarios y humanos. As¨ª pues, un nuevo impulso tuvo lugar con la consolidaci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa. Un elenco de protagonistas amplio y dif¨ªcil de resumir, como Javier Torres Vela, Bartolom¨¦ Ruiz, Mateo Revilla, o Rom¨¢n Fern¨¢ndez-Baca, entre muchos otros, al que se sum¨® Jos¨¦ Guirao en 1988, al ser nombrado Director General de Bienes Culturales del Gobierno andaluz, puesto en el que permanecer¨ªa hasta 1993. Sirvan de referencia un par de hechos significativos de ese periodo, como la Ley del Patrimonio Hist¨®rico Andaluz de 1991, tras la Ley espa?ola de 1985; o la celebraci¨®n de la Exposici¨®n Universal de 1992 en Sevilla, de cuyas actuaciones especiales, en el ¨¢mbito de la antigua Cartuja de Santa Mar¨ªa de las Cuevas rehabilitada, la m¨¢s potente inversi¨®n auton¨®mica, se generar¨ªan las sedes del Instituto Andaluz del Patrimonio Hist¨®rico y el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo. Las dos dimensiones culturales complementarias en las que el Gobierno andaluz se esforz¨® sobremanera, cuyos respectivos sectores del conjunto fueron encargados a dos arquitectos sevillanos de ascendente reconocimiento, Guillermo V¨¢zquez Consuegra y Jos¨¦ Ram¨®n Sierra.
La experiencia de Jos¨¦ Guirao sigui¨® dilat¨¢ndose en los a?os sucesivos, tras su nombramiento en 1994 como director del Centro de Arte Reina Sof¨ªa, en el que se mantuvo hasta 2001, permaneciendo bajo el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, lo cual caus¨® algunas incomprensiones, en una y otra direcci¨®n. La dimensi¨®n del arte contempor¨¢neo fue creciendo apasionadamente. Del Reina Sof¨ªa pasar¨ªa a dirigir durante a?os La Casa Encendida, la instituci¨®n de mayor impacto en los primeros a?os del nuevo siglo. Se?alar dos v¨ªnculos muy especiales con dos mujeres extraordinarias: Carmen Calvo, tambi¨¦n ejemplo del salto de la pol¨ªtica andaluza a la central en el ¨¢mbito de la cultura, y que, ya como vicepresidenta, influy¨® en la designaci¨®n de Guirao en junio de 2018 como ministro de Cultura tras la renuncia de M¨¢ximo Huerta, y hasta su propia sustituci¨®n por Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Uribes, en enero de 2020. Un proceso en el que cabe apreciar el desequilibrio al definir esa cartera, con la presencia de las competencias relativas al deporte. Aparte de otros aspectos de la nada f¨¢cil gesti¨®n de ese ministerio, a pesar, o precisamente por tener competencias esenciales transferidas.
Quisiera concluir estas l¨ªneas de recuerdo y homenaje a Jos¨¦ Guirao en la hora de su muerte, recordando a otra gran amiga, Carmen Alborch, cuyo fallecimiento en octubre de 2018, tambi¨¦n demasiado pronto, tuvo lugar en octubre de 2018, cuando Guirao llevaba pocos meses en el ministerio. Trago amargo. Mujer extraordinaria, la ministra de Cultura por excelencia, como comprob¨¢bamos repetidas veces quienes viaj¨¢bamos con ella, hizo antes que ¨¦l su recorrido pol¨ªtico con las alas de la cultura. Desde Valencia a Madrid en su caso. Unas alas formidables, atractivas, arriesgadas, que nos ense?an c¨®mo se ha venido haciendo este pa¨ªs. Y como debe seguir haci¨¦ndose.
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