Muere el exministro Jos¨¦ Guirao, referente de la gesti¨®n cultural en Espa?a
Fallecido a los 63 a?os, form¨® parte del primer Gobierno de Pedro S¨¢nchez y fue director del Museo Reina Sof¨ªa y de La Casa Encendida
Jos¨¦ Guirao, ministro de Cultura del primer Gobierno de Pedro S¨¢nchez, ha fallecido en Madrid este lunes a los 63 a?os, v¨ªctima de un c¨¢ncer que le fue diagnosticado en marzo de 2021, ha confirmado en un comunicado la Fundaci¨®n Montemadrid, en la que trabajaba actualmente. Dedicado a la gesti¨®n cultural desde los 24 a?os, Guirao ha sido un referente para los diferentes ¨¢mbitos de la creaci¨®n, a los que ha podido tratar desde la direcci¨®n del Museo Reina Sof¨ªa (entre 1994 y 2001) o La Casa Encendida, a la que lleg¨® despu¨¦s, el invento cultural m¨¢s exitoso de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Despu¨¦s de su salida del Ejecutivo socialista, en el que estuvo entre junio de 2018 y enero de 2020, se hab¨ªa reincorporado a la Fundaci¨®n Montemadrid, entidad privada.
En septiembre del pasado a?o recibi¨® el encargo de Cultura de presidir la comisi¨®n ejecutiva de los actos por el 50? aniversario de la muerte de Picasso, que se celebrar¨¢n en 2023, un trabajo sin remuneraci¨®n que no ha podido poner en marcha. Su cuerpo ser¨¢ velado a partir de las 16.00 en el tanatorio San Isidro (Madrid). El martes a las 12 del mediod¨ªa se oficiar¨¢ un responso para familiares y amigos, tras el que ser¨¢ incinerado, a?ade la Fundaci¨®n. El presidente del Gobierno ha publicado un tuit en el que ha lamentado la muerte de Guirao, a quien se ha referido como ¡°un hombre noble y brillante¡±. Para S¨¢nchez, era ¡°todo un referente en la gesti¨®n cultural que puso con gran virtud su amor por la cultura al servicio de nuestro pa¨ªs¡±.
Entre las numerosas declaraciones tras conocerse la noticia, Javier Solana, presidente del Patronato del Museo del Prado, ha dicho que con la muerte de Guirao pierde a un gran amigo. ¡°Como ministro hizo cosas extraordinarias para todo el ¨¢mbito de la cultura. Fue una gran figura en la vida cultural de este pa¨ªs; adem¨¢s de un hombre sabio y bueno. Ser¨¢ dif¨ªcil reemplazarle en el puesto que ocupaba en el patronato [del Prado] desde hace dos a?os¡±. El propio museo ha difundido una nota en la que se?ala que ¡°es imposible catalogar la huella de un hombre como Guirao en un solo momento de su larga trayectoria profesional¡±. ¡°El Prado tendr¨¢ siempre una deuda de gratitud con su memoria por el apoyo, dedicaci¨®n y entusiasmo en la celebraci¨®n del Bicentenario del museo. Sin su participaci¨®n desde el Ministerio de Cultura, que ocupaba entonces, la conmemoraci¨®n no hubiera tenido la visibilidad y el arraigo que consigui¨®¡±.
Licenciado en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica, Guirao era el menor de cuatro hermanos de una familia de clase media de Pulp¨ª (Almer¨ªa), un pueblo en el que sigue viviendo su madre, Mercedes Cabrera, de 93 a?os, a la que Pepe (como lo llamaba su entorno amistoso y familiar) visitaba cada vez que pod¨ªa. Como ocurre con muchos de los que han sufrido infancias enfermizas, Guirao fue un lector incansable de todo aquello que ca¨ªa en sus manos: aventuras, historia, tebeos... Se los suministraban su madre y hermanos mayores o los tomaba prestados en la parroquia del pueblo.
Interesado por todo tipo de temas (cultura, medio ambiente, infraestructuras) y due?o de unas precoces dotes diplom¨¢ticas, Guirao fue tentado muy pronto por la pol¨ªtica, aunque formalmente no tuvo el carn¨¦ socialista hasta hace cuatro a?os.
Su bautismo en el mundo de la gesti¨®n y de la pol¨ªtica fue en Almer¨ªa. All¨ª estuvo al frente del ?rea de Cultura de la Diputaci¨®n Provincial entre 1983 y 1987, un cargo que le permiti¨® el contacto con las necesidades culturales m¨¢s b¨¢sicas de la ciudadan¨ªa, desde bibliotecas hasta teatros o la conservaci¨®n del patrimonio. Apenas un a?o despu¨¦s se instal¨® en Sevilla al ser nombrado director general de Bienes Culturales de la Junta de Andaluc¨ªa, cargo que ocup¨® hasta 1993. De ah¨ª salt¨® a Madrid para ocupar uno de los cargos intermedios m¨¢s importantes del Ministerio de Cultura, la direcci¨®n general de Bellas Artes y Archivos.
En septiembre de 1994, con 35 a?os, fue nombrado director del Museo Reina Sof¨ªa, un cargo que mantuvo hasta 2001, con gobiernos de PSOE y del PP. Fue designado por la entonces ministra de Cultura, Carmen Alborch, en sustituci¨®n de Mar¨ªa Corral. Su temple y don de gentes le permitieron pacificar un centro que en aquellos tiempos viv¨ªa entre sobresaltos. ¡°Mi primer objetivo fue dar normalidad al museo. Esa dicotom¨ªa esquizofr¨¦nica que hab¨ªa entre centro de arte con exposiciones temporales y museo era terrible, al margen de los asuntos m¨¢s pol¨¦micos, como la colecci¨®n, y creo que lo he conseguido¡±, contaba entonces a este peri¨®dico.
Con ¨¦l, el museo pas¨® a producir la mayor parte de sus exposiciones, con el consiguiente abaratamiento de los presupuestos, y transform¨® radicalmente la colecci¨®n permanente. Hizo posible un recorrido por el arte del siglo XX, contextualizando el arte espa?ol con el internacional a partir de Picasso, Mir¨®, Julio Gonz¨¢lez y Dal¨ª, entre otros. Los artistas europeos pasaron a tener mucha m¨¢s presencia y se atrevi¨® a cerrar la sala dedicada exclusivamente al director de cine y pintor neoyorquino Julian Schnabel, una decisi¨®n que mantuvo pese a las cr¨ªticas: ¡°Tampoco tiene sala en el MoMA y no me consta que haya protestado¡±, adujo.
Su siguiente salto fue La Casa Encendida, en Madrid, un espacio que muchos califican ¡°de autor¡± porque fue all¨ª donde supo amalgamar su inter¨¦s por el arte m¨¢s joven, m¨¢s cosmopolita y tambi¨¦n m¨¢s modesto. La Casa Encendida se convirti¨® en un revulsivo en el multicultural barrio de Lavapi¨¦s (Madrid), en el que est¨¢ situada. Su filosof¨ªa b¨¢sica es que todo el que tuviera algo que decir, all¨ª ten¨ªa su escenario y los medios para conseguirlo. Guirao permaneci¨® al frente desde 2002, cuando el centro abri¨® sus puertas, hasta 2013, a?o en el que pas¨® a ocuparse de la gesti¨®n integral de la Fundaci¨®n Caja Madrid, de la que depend¨ªa La Casa Encendida.
Su llegada al Ministerio de Cultura, en junio de 2018, fue una sorpresa que rompi¨® su tranquilidad en la Fundaci¨®n. Su amiga Carmen Calvo, en ese momento vicepresidenta del Gobierno, lo conoc¨ªa bien y no dud¨® en dar su nombre para resolver la crisis abierta con M¨¢ximo Huerta, que dimiti¨® pocos d¨ªas despu¨¦s de ser nombrado por utilizar una empresa interpuesta para pagar menos impuestos. Valiente y trabajador, Guirao se meti¨® en los muchos charcos del ministerio, en el teatro, la m¨²sica o las artes. Impuls¨® la creaci¨®n del Estatuto del Artista, aprobado por unanimidad en 2019 en el Congreso y todav¨ªa en fase de desarrollo. Entre las medidas que s¨ª pudo implementar se encuentra la bajada en el IVA ¡ªdel 21% al 10%¡ª de los servicios prestados por int¨¦rpretes, artistas y t¨¦cnicos. Al llegar las elecciones generales, hizo campa?a con los socialistas por Almer¨ªa.
Pero cuando se estaba formando el nuevo Gobierno, se llev¨® uno de los mayores disgustos de los ¨²ltimos a?os. Pregunt¨® directamente al presidente si contaba con ¨¦l y S¨¢nchez respondi¨® que no porque buscaban otro perfil m¨¢s implicado con el deporte. Guirao, que no hab¨ªa medrado para ser ministro, se qued¨® sin poder rematar los muchos proyectos que hab¨ªa puesto en marcha en todos los ¨¢mbitos. El sentimiento de estupor general en el mundo de la cultura puede resumirse en las palabras de Miguel Falomir, director del Museo del Prado: ¡°Ha intentado ayudar en una tesitura que no era f¨¢cil¡±. Guirao se reincorpor¨® a la direcci¨®n general de la Fundaci¨®n Montemadrid, puesto que dej¨® a finales de 2021 para dedicarse a la asesor¨ªa de proyectos especiales.
Con la llegada del coronavirus, Guirao se instal¨® en su casa rural de La Vera (Extremadura), en la que pasaba largas temporadas. All¨ª, cuidaba de su jard¨ªn japon¨¦s y se perd¨ªa en largos paseos por el campo, solo con sus perros o junto a sus vecinos y amigos Lola Moriarty y Borja Casani. La Vera siempre fue su hogar y su refugio.
Babelia
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