Los l¨ªmites del cine estallan en Tabakalera
El centro de arte donostiarra alberga cuatro videoinstalaciones de directores de prestigio para abordar la vida y la muerte, la libertad y las prohibiciones, la presencia y la ausencia del ser humano
?Se puede aprehender la vida y la muerte en el cine? ?Se puede hablar de dictaduras, censuras y prohibiciones sin usar una forma narrativa y desde luego no ser dogm¨¢tico en una pantalla? ?En las dos dimensiones se puede reflexionar sobre vol¨²menes, y lo que circunda a los cuerpos? Cuatro cineastas han encarado algunas de estas cuestiones sin abandonar el audiovisual, hibrid¨¢ndolo con el espacio por el que transitan los asistentes. Son un conjunto de instalaciones en el centro de arte ...
?Se puede aprehender la vida y la muerte en el cine? ?Se puede hablar de dictaduras, censuras y prohibiciones sin usar una forma narrativa y desde luego no ser dogm¨¢tico en una pantalla? ?En las dos dimensiones se puede reflexionar sobre vol¨²menes, y lo que circunda a los cuerpos? Cuatro cineastas han encarado algunas de estas cuestiones sin abandonar el audiovisual, hibrid¨¢ndolo con el espacio por el que transitan los asistentes. Son un conjunto de instalaciones en el centro de arte Tabakalera en San Sebasti¨¢n dentro de la exposici¨®n Vive le Cin¨¦ma!, que permanecer¨¢ abierta hasta el 8 de enero de 2023. La georgiana ganadora de la Concha de Oro Dea Kulumbegahsvili, el doble ganador de la Concha de Oro Isaki Lacuesta, el realizador chino Jia Zhangke y el lesotense Lemohang Jeremiah Mosese proponen desde muy distintas aproximaciones preguntas que trascienden una historia para incidir en las emociones y sentimientos de quienes se sumerjan en sus obras.
Es obvio que las fronteras entre museos, centros de arte, salas de exposiciones, festivales y salas de cine llevan d¨¦cadas siendo permeables. Que hay creadores audiovisuales con capacidad para viajar con soltura por todos estos formatos, como el brit¨¢nico Steve McQueen, que tras convertirse en referente del videoarte gan¨® el Oscar a mejor pel¨ªcula con Doce a?os de esclavitud. En Vive le Cin¨¦ma!, que organiza Tabakalera junto a Eye Filmmuseim de ?msterdam y con la colaboraci¨®n del festival de cine de San Sebasti¨¢n, los creadores tienen un curr¨ªculo de lujo en el formato tradicional, y alguno ya ha dado sus pasos en instalaciones.
E incluso, entrecruza formas, como Lemohang Jeremiah Mosese (Hlotse, Lesoto, 42 a?os). El director de This Is Not A Burial, It¡¯s A Resurrection (2019), premiada en Sundance, explica sentando en medio de su obra, que ocupa la primera sala que encuentra el visitante de Tabakalera: ¡°?Ves esa secuencia? Es de This Is Not A Burial, pero all¨ª ocupa tres minutos, mientras que aqu¨ª supera los 20. Cuando la film¨¦ ya sab¨ªa que la usar¨ªa para esta instalaci¨®n, Bodies of Negroes. I Will Sculpture God, Grim And Benevolent¡±. Es una las proyecciones que se ven en las seis pantallas que rodean al p¨²blico. ¡°Ah¨ª ver¨¢s a 11 hijas cuidando de su madre moribunda, en movimientos que acaban pareciendo un ritual¡±, aunque r¨¢pidamente apunta: ¡°No estoy interesado en la muerte o en la enfermedad, sino en la salud, la curaci¨®n y el cuerpo como parte que hace que la humanidad sea una comunidad¡±.
Mosese tiene obra previa en videocreaciones, instalaciones y documentales. ¡°Ahora reflexiono sobre el cuerpo como parte de una metamorfosis. Insisto, como algo que nos une como comunidad¡±. En las im¨¢genes hay algo de baile hipn¨®tico y mucha agua. ¡°En mi cultura, y en muchas otras, el agua es un veh¨ªculo de transporte f¨ªsico y sensorial. He luchado por capturar la acci¨®n de la transformaci¨®n¡±. ?Y el sonido conformado por un c¨¢ntico espiritual? ¡°He grabado en decenas de catedrales cat¨®licas y de mezquitas, y lo he fundido en lo que escuchas¡±.
En la segunda sala, el chino Jia Zhagke aporta otra experiencia multipantalla, Close-Up. Jia (Fenyang, 52 a?os) no solo es uno de los m¨¢s reputados cineastas de su pa¨ªs ¡ªal menos, de los m¨¢s deseados en los festivales internacionales¡ª sino que adem¨¢s ha sido diputado, director de un festival y posee una cadena de salas de cine especializadas en pel¨ªculas de autor. Y vive en constante combate con el Gobierno chino por sus retratos de la corrupci¨®n en su naci¨®n. No pudo acudir a San Sebasti¨¢n, aunque envi¨® un v¨ªdeo explicando su obra. ¡°Una vez me equivoqu¨¦ de puerta y acab¨¦ dentro de la sala de vigilancia de un hotel, con decenas de monitores. Y eso me llev¨® a pensar en la cantidad de im¨¢genes, del ruido visual que nos circunda, que va en aumento y a la vez nos aleja de las cosas y de los seres humanos¡±, explicaba. En Close-Up muestra c¨®mo varias c¨¢maras de tr¨¢fico graban una poblada intersecci¨®n de tr¨¢fico de Fenyuang. ¡°Solo otra realiza un primer plano de un hombre herido, que en los otros planos se pierde en el marasmo de gente y coches¡±. De repente, el espectador tiene consciencia de esa persona, se preguntar¨¢ por lo que est¨¢ pasando. Esa mirada individualizada y ese punto de vista es para Jia el cine.
Al avanzar en la muestra, las formas expositivas cambian. Un gran cubo con varios elementos externos espera a quien quiera sumergirse en Prohibimos en Espa?a. Censuras, prohibiciones y denuncias en la Espa?a democr¨¢tica (1977-2022), de Isaki Lacuesta (Girona, 47 a?os). Fuera del cubo se escucha una grabaci¨®n, las respuestas de 26 m¨²sicos a la pregunta de Lacuesta: ?puedes cantarme alguna cosa que no se pueda o no se haya podido cantar en Espa?a? As¨ª van enlazadas las voces de Christina Rosenvinge, Ferm¨ªn Muguruza, Albert Pla, Kiko Veneno, Sole¨¢ Morente, Refree, Nacho Vegas, Maria Rod¨¦s, Roc¨ªo M¨¢rquez, Tomasito o El Gran Wyoming, ¡°de muy diversas generaciones, lugares de procedencia y estilos musicales¡±. Al lado, un dispensador de entradas numeradas ordena el acceso individualizado al interior del cubo, donde se proyectan un centenar de casos de censura y prohibici¨®n de ideas e im¨¢genes en Espa?a. Hay que entrar de uno en uno, porque las paredes tienen sensores: cuando el espectador se acerca a una pared, la imagen salta a otra. La obra bebe de una instalaci¨®n de 2019, cuenta su creador. ¡°La he actualizado, completado y he mejorado el software¡±.
A Lacuesta, que tiene pendiente de estreno Un a?o, una noche sobre el atentado a la sala parisiense Bataclan, le importa que quien pase por su obra entienda todo lo que se ha prohibido y proh¨ªbe en Espa?a: ¡°No tenemos ni idea de las legislaciones existentes ni de sus consecuencias, y tenemos pendiente un debate social sobre ello¡±. De ah¨ª la entrada al cubo de espejos y pantallas: ¡°Si ves esas im¨¢genes prohibidas te conviertes en c¨®mplice. Porque esas im¨¢genes son como la Medusa griega; si la miras, cuidado¡±. Y tiene claro que solo existe un Lacuesta: ¡°Para m¨ª todo es cine. Y aunque est¨¦ en un contexto art¨ªstico, mi pensamiento es cinematogr¨¢fico. Aqu¨ª puedo hacer cosas que en la sala no. Por ejemplo, que el espectador lo termine de montar¡±.
El recorrido se acaba en una peque?a sala. All¨ª Dea Kulumbegashvili (Oriol, Rusia, 36 a?os) ha plantado su primera instalaci¨®n. Eso s¨ª, en una ciudad de la que parece hija adoptiva. Aqu¨ª gan¨® en 2020 la Concha de Oro por Beginnings, el a?o pasado realiz¨® una residencia en primavera y verano que le sirvi¨® para acabar el guion de su segundo largo, plantear esta instalaci¨®n titulada Captives y convertirse en fan irredenta de la obra de Chillida, y en septiembre volvi¨® para ser jurado del festival. En su Captives, absolutamente inmersiva, el p¨²blico ve lo que parece una anciana desnuda asomar por su habitaci¨®n y sentarse frente a ¨¦l en su sal¨®n. Pero cada vez que el espectador se mueve, el suelo tiembla y retumba gigantescamente. ¡°?Qu¨¦ est¨¢ dentro o fuera de un espacio? ?C¨®mo es la presencia y la existencia en formas f¨ªsicas o intangibles? Eso me preocupa y a la vez es imposible mostrarlo en cine, as¨ª que decid¨ª aprovechar este momento¡±, apunta.
Kulumbegashvili vive en Tbilisi, con la guerra de Ucrania a pocos kil¨®metros, y por eso en varios momentos de la charla vuelve al dolor que ve en los refugiados ucranios en su pa¨ªs. De alguna manera, va a reflejarse en su pr¨®ximo rodaje. De vuelta a Captives, espera que el p¨²blico ¡°abra un di¨¢logo emocional con lo que significa el espacio, como hizo Chillida, y con la presencia del otro en la pantalla¡±.
Vive le Cin¨¦ma!
Hasta el 8 de enero de 2023.
Horario de la exposición: de martes a domingos de julio, agosto y septiembre de 12:00 a 20:00.
De martes a domingos de octubre hasta su clausura de 12:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00.
Lunes cerrado.
Tabakalera: plaza de las Cigarreras, 1. Donostia. Información: 943218855 y www.tabakalera.eus