Donna Leon: ¡°Los trabajadores de un almac¨¦n de Amazon son los esclavos de hoy¡±
La creadora de Brunetti ya no reconoce a su pa¨ªs natal, EEUU. Ahora contempla espantada la sequ¨ªa en Italia mientras reflexiona sobre las ventajas de la vejez
Donna Leon nos va a hablar de literatura y de su nuevo libro, Dad y se os dar¨¢ (Seix Barral) justo cuando se cumplen ?30 a?os! del nacimiento de Brunetti, su m¨ªtico comisario que ha atra¨ªdo a lectores de todo el mundo hacia su universo culto, intrigante y de calidad. Pero antes de eso, la autora nacida en New Jersey en 1942, afincada durante d¨¦cadas en Venecia y hoy en un pueblo de Suiza comenta espantada la sequ¨ªa que azota esa regi¨®n.
Pregunta. Decir Donna Leon es decir Brunetti, y eso es decir Venecia. Usted se fue de all¨ª por ...
Donna Leon nos va a hablar de literatura y de su nuevo libro, Dad y se os dar¨¢ (Seix Barral) justo cuando se cumplen ?30 a?os! del nacimiento de Brunetti, su m¨ªtico comisario que ha atra¨ªdo a lectores de todo el mundo hacia su universo culto, intrigante y de calidad. Pero antes de eso, la autora nacida en New Jersey en 1942, afincada durante d¨¦cadas en Venecia y hoy en un pueblo de Suiza comenta espantada la sequ¨ªa que azota esa regi¨®n.
Pregunta. Decir Donna Leon es decir Brunetti, y eso es decir Venecia. Usted se fue de all¨ª por el turismo masivo, pero sigue escribiendo de Venecia. ?Mantiene su relaci¨®n con la ciudad aunque ya no viva ah¨ª?
Respuesta. Por supuesto. Hablo a diario con mis amigos y voy un par de veces al mes. Y todos los d¨ªas me hablan de la sequ¨ªa, no ha llovido en el norte de Italia pr¨¢cticamente nada en todo el a?o y por primera vez han pedido agua a Suiza. ?Necesitan agua extranjera! Y hablamos de los turistas, que ni siquiera saben d¨®nde est¨¢n, ni les importa. A mis amigos les ha causado muchos problemas porque ya no hay quien alquile, no hay concesiones para las ancianas venecianas.
P. Se cumplen 30 a?os desde que cre¨® a Brunetti. ?En qu¨¦ han cambiado?
R. Creo que ahora acepto y soy m¨¢s tolerante ante las diferencias. Mientras no haya v¨ªctimas, lo que hacen los dem¨¢s ya no es asunto m¨ªo. Por ejemplo, la decisi¨®n del Supremo de EEUU, donde seis personas han decidido que las americanas ya no pueden abortar, sin preguntar siquiera a las mujeres. Ahora, como a Brunetti, ya me afecta menos. Veo que mi pa¨ªs, el pa¨ªs en el que sol¨ªa vivir se ha vuelto loco. Pero no puedo hacer nada.
P. ?Reconoce a su pa¨ªs?
R. El pa¨ªs en el que crec¨ª era un lugar maravilloso: con democracia, sin armas y con un sentido de que la gente ten¨ªa iguales derechos. Pero mucho de eso ya no existe. Ahora es un pa¨ªs extranjero para m¨ª. Y creo que a Brunetti le ha pasado lo mismo. Ahora es m¨¢s reflexivo y no hace juicios morales. Tiene una opini¨®n, pero no la predica.
P. Brunetti no ha cumplido muchos a?os en tres d¨¦cadas, pero usted va a hacer 80.
R. ?l ha cumplido uno o dos (r¨ªe). Cuando escrib¨ª el primer libro no ten¨ªa ni idea de que 30 a?os despu¨¦s iba a estar hablando del n¨²mero 31. Y por fortuna nunca le di una edad. Al principio fue accidental, pero luego me di cuenta de lo conveniente que era eso, porque sus hijos hoy podr¨ªan ser abuelos y ¨¦l ser¨ªa muy mayor. De esta forma, los lectores entran en el ritmo del libro, con un protagonista y su mujer que siempre est¨¢n en la mediana edad, con hijos adolescentes.
P. ?Y usted? ?Se siente ahora m¨¢s inteligente y feliz que a los 18?
R. Cuando nos hacemos mayores, como los peces, se nos van cayendo escamas. Pienso mucho en las escamas que uno se pone de joven: qu¨¦ pensar¨¢ la gente, que dir¨¢n, estar¨¢ bien que haga esto. Tenemos mont¨®n de dudas sobre nosotros mismos y sobre la gente que nos rodea. Y cuando nos acercamos a los 80 podemos ser m¨¢s seguros, evitar conversaciones problem¨¢ticas y tener una vida m¨¢s pac¨ªfica sin preocuparnos de c¨®mo llevo las u?as o si uso lentillas, ese tipo de tonter¨ªas. Ya hemos vivido suficiente y somos m¨¢s tolerantes.
P. La ¨²ltima vez que la vi en Madrid estaba leyendo Las troyanas. ?Qu¨¦ est¨¢ leyendo ahora?
R. Orest¨ªada. Es que la forma en que los griegos abordan las historias, esos personajes tan grandes. Tienen una mente ¨²nica y tanta honestidad en sus motivos. Los griegos son desbordantes.
P. ?Lee sobre todo a los griegos?
R. No, no, leo todo lo que puedo. Acabo de terminar la Trilog¨ªa Transilvana de Mikl¨®s B¨¢nffy, un noble h¨²ngaro que escribi¨® saga de 2000 p¨¢ginas de 1880 a 1940. ?Oh! Es el tipo de libros que me pone nerviosa cuando solo faltan 200 p¨¢ginas porque digo, ?qu¨¦ leer¨¦ despu¨¦s? Ese miedo a que se acabe. ?Oh!
P. ?Los griegos nos retratan?
R. No hemos cambiado. La ¨²nica gran diferencia que veo es que ya no tenemos esclavitud en el sentido de ir al mercado a comprar a personas. Pero obviamente tenemos esclavos en todo el mundo a los que no llamamos as¨ª. Los griegos no ten¨ªan problemas para tener esclavos.
P. ?Y qui¨¦nes son los esclavos de hoy?
R. La gente que trabaja en f¨¢bricas textiles de Bangladesh, en almacenes de Amazon en Alabama, esa gente que simplemente no tienen opciones: tienen mala educaci¨®n, mala salud o crecen en una casa en la que hay droga y bebida, esa gente abocada a vidas terribles.
P. En su novela las clases sociales son importantes. ?Por qu¨¦?
R. Tengo muchos amigos arist¨®cratas en Venecia y no lo notar¨ªas: se levantan por la ma?ana y van a trabajar o estudiar. Lo que intento mostrar es lo horrible y desequilibrado de la sociedad cuando una persona tiene poder sobre los dem¨¢s. Eso me pone nerviosa, tal vez porque soy americana y los americanos, al menos los de mi generaci¨®n, nos criamos en la idea de que todos deb¨ªamos tener las mismas oportunidades y eso ha desaparecido. Ahora hay gente con miles de millones. Es tan injusto. Donde muchos no tienen ni para comer ni tendr¨¢n una oportunidad de salud o de ¨¦xito.
P. ?C¨®mo definir¨ªa su literatura?
R. Los libros Brunetti son muy buenas novelas polic¨ªacas, pero son novelas polic¨ªacas. Son m¨¢s f¨¢ciles de escribir porque tienes un mapa. Cuando lees a Dickens u otros grandes no sabes qu¨¦ va a pasar, cada p¨¢gina es un descubrimiento. En la novela criminal todo va sobre un sendero y al final descubrir¨¢s qui¨¦n lo ha hecho. Dickens escribi¨® literatura. Eso requiere mucha m¨¢s imaginaci¨®n y genio inventivo.
P. ?Entonces no escribe literatura?
R. Creo que mis libros son muy buenos ejemplos de buena prosa en ingl¨¦s. La calidad es alta. He ense?ado 30 a?os literatura inglesa y s¨¦ lo que es una buena frase. Pero no lo llamar¨ªa literatura. Son buenos libros polic¨ªacos pero siempre en esa familia. Hay escritores gloriosos en el g¨¦nero: Ruth Rendell, Ross Macdonald... Agatha Christie es muy buena en tramas complicadas, posiblemente la mejor creadora de tramas en ingl¨¦s. Pero no es literatura. Jane Smiley, Hilary Mantel s¨ª lo son.
P. Dedica su libro a su doctora, Heike Bischoff-Ferrari. ?Por qu¨¦?
R. Empec¨¦ siendo su paciente y ahora somos amigas. Me interesa mucho su programa como geront¨®loga, destinado a mantener durante m¨¢s tiempo a la gente con salud, que es distinto de mantenerla viva. Y me recuerda a los doctores que ten¨ªamos cuando era peque?a: preocupados por tu salud. Respeto y admiro su dedicaci¨®n al bienestar de sus pacientes. Y me cuida.