Viajeros americanos en Espa?a y M¨¦xico: la espl¨¦ndida colecci¨®n de acuarelas de la Hispanic Society

Igual que los viajeros rom¨¢nticos europeos que se embarcaban en el Grand Tour forjaron una imagen entre so?adora y enga?osa de Oriente, los artistas estadounidenses que hace un siglo visitaron Espa?a y Latinoam¨¦rica proyectaron una visi¨®n a medio camino entre el folclor y el exotismo. Al hilo en la mayor¨ªa de los casos de su inter¨¦s por Joaqu¨ªn Sorolla, cuya obra conocieron gracias a la Hispanic Society, una generaci¨®n entera de artistas recorri¨® pincel en ristre los lugares m¨¢s populares de Espa?a, Portugal y M¨¦xico, dejando para la posteridad miles de dibujos y acuarelas, parte de las cuales puede verse hasta el 16 de octubre en la exposici¨®n Viajeros americanos: un periplo de acuarelas por Espa?a, Portugal y M¨¦xico.

De los riqu¨ªsimos fondos de la centenaria Hispanic Society, la colecci¨®n de dibujos y acuarelas es una de las menos conocidas, pese a reunir casi 7.000 piezas. La muestra de la sede neoyorquina de la instituci¨®n, que presenta un centenar de acuarelas en yuxtaposici¨®n con diferentes artes decorativas de la ¨¦poca que representan (esmaltes, cer¨¢mica, textiles), incorpora adem¨¢s un plus art¨ªstico: ejemplos de la obra de Timothy J. Clark (1951), el ¨²nico autor vivo de la muestra, y de los pocos contempor¨¢neos presentes en la colecci¨®n permanente del museo. La obra de Clark, aunque postrera en m¨¢s de un siglo, confirma la devoci¨®n por el paisaje y la arquitectura de los lugares que hab¨ªan cautivado antes a los viajeros rom¨¢nticos, aunque la definici¨®n no se ajuste exactamente a los t¨¦rminos temporales y estil¨ªsticos establecidos en Europa para tal movimiento cultural y art¨ªstico.

Desde los d¨ªas de Washington Irving, que en 1829 public¨® el ya cl¨¢sico Cuentos de la Alhambra, Espa?a ha ejercido una fascinaci¨®n entre los autores estadounidenses. John Singer Sargent, por ejemplo, pint¨® en el Museo Nacional del Prado en Madrid y en Granada. Otros pintores norteamericanos del siglo XIX como William Merritt Chase, Harry Humphrey Moore y Mary Cassatt, y artistas m¨¢s j¨®venes como Childe Hassam y Robert Henri, realizaron giras por Espa?a como parte esencial de su desarrollo art¨ªstico, esos a?os de formaci¨®n que antes se hac¨ªan viajando. Cuando el Museo y Biblioteca de la Hispanic Society abrieron sus puertas en 1908, sus fondos se convirtieron en una fuente de inspiraci¨®n para artistas estadounidenses interesados por la ex¨®tica y lejana Iberia, as¨ª como por varios pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, en especial M¨¦xico. Un a?o despu¨¦s, la gran muestra dedicada a Sorolla en la sede de la instituci¨®n convenci¨® definitivamente a los coet¨¢neos del inter¨¦s de aquellos parajes, que pronto devinieron en lienzo al aire libre, en un trabajo de campo formidable.

¡°La idea de esta exposici¨®n surgi¨® de mi estudio de las obras de Childe Hassam que pertenecen a nuestra colecci¨®n, y la constataci¨®n del papel que desempe?¨® la visita de Hassam a la exposici¨®n de Sorolla de 1909 en la Hispanic Society a la hora de regresar a Espa?a un a?o despu¨¦s¡±, explica Marcus B. Burke, curador de la muestra y em¨¦rito de la Hispanic Society. ¡°El resultado fue una serie de notables obras que, cuando se exhibieron en la exposici¨®n retrospectiva de Hassam en 2004 en el Museo Metropolitano [de Nueva York], documentaron una notable serie de influencias hispanas en uno de los m¨¢s grandes artistas de Estados Unidos. Tambi¨¦n son determinantes una notable serie de peque?os bocetos al ¨®leo, llamados paneles de bolsillo, realizados por Max Kuehne hacia 1920; Kuehne tambi¨¦n se hab¨ªa inspirado en las colecciones de la Hispanic Society¡±.

Una d¨¦cada despu¨¦s de la antol¨®gica de Hassam en Nueva York, cuando la exposici¨®n Sorolla and America recal¨® en San Diego en 2014, un artista californiano, Timothy J. Clark, hall¨® una fuente de inspiraci¨®n en los lugares y los personajes retratados por el pintor valenciano y, como Hassam y Kuehne antes, volvi¨® a recorrer Espa?a -que hab¨ªa conocido previamente como turista- y, luego, M¨¦xico, con la impronta de Sorolla en la mirada y sobre todo, en su b¨²squeda formal de la luz. Sus acuarelas a gran escala, como la imagen nocturna de Plasencia (C¨¢ceres), o el oratorio de Serra de M¨¦xico, parecen la continuaci¨®n natural, en t¨¦rminos est¨¦ticos, de aquellos acuarelistas de finales del XIX y comienzos del XX que descubrieron para el p¨²blico estadounidense tan remotos paisajes, una civilizaci¨®n lejana y, en esa ¨¦poca, un tanto preterida de las corrientes culturales y art¨ªsticas en boga en el mundo.

El contacto del curador Burke con Clark le hizo redescubrir ¡°nuestra colecci¨®n de 6.800 dibujos y acuarelas, una muy agradable sorpresa, por tratarse de un enorme tesoro de espl¨¦ndidas obras de arte de artistas estadounidenses ahora poco conocidos o recordados, todos los cuales hab¨ªa visitado Espa?a con conocimiento previo de la Hispanic Society y sus colecciones¡±, a?ade el comisario de la muestra. Un siglo despu¨¦s, esa obra considerada menor -la acuarela como forma y formato, frente al ¨®leo- protagoniza una de las exposiciones temporales con las que la venerable Hispanic Society calienta motores para su reapertura definitiva, tras a?os de reformas.

El californiano Clark entremezcla el ingl¨¦s, su lengua materna; el italiano, la lengua de parte de sus antepasados, y el castellano, aprendido durante sus viajes por Espa?a y Latinoam¨¦rica, para explicar los delicados detalles de sus pinturas. ¡°En la vista nocturna de Plasencia [una de las obras magnas de la muestra] es fundamental el papel de la luz. Lo que a la luz del d¨ªa es un pasaje entre edificios sin relevancia, cobra por la noche un aura casi m¨¢gica por el efecto de la luz¡±, explicaba recientemente ante la acuarela, de gran tama?o. Sobre otra, Serra Chapel, pintada entre 2020 y 2021, el autor tambi¨¦n recalca el papel de la luz que se filtra como a trav¨¦s de una celos¨ªa en el oratorio, cuyo estado de conservaci¨®n aparece demediado por el paso el tiempo. Un paisaje nocturno de Guadalupe (2016) se eleva como sobre una bruma sostenida por las torres y las c¨²pulas de los edificios. Es una acuarela que respira en el ocaso.

Muestra delicada, tan ¨ªntima como una composici¨®n de m¨²sica de c¨¢mara, el centenar de acuarelas que exhibe hasta octubre la Hispanic Society es un lejano y reposado eco del tiempo en que viajar no solo supon¨ªa un desplazamiento, sino la percepci¨®n de un mundo que, transformado por los trazos de las acuarelas, constituye una cosmovisi¨®n en suspenso de la historia.

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