Borja Cobeaga: ¡°El nacionalismo madrile?o dar¨ªa para una buena comedia¡±
El cineasta, que ha pasado el verano sin su familia, de mudanza y rodando en Madrid la serie ¡®No me gusta conducir¡¯, se consuela con una copita de vino
La primera ola de calor del verano cay¨® justo al principio del rodaje en Madrid de la serie No me gusta conducir, y la calorina de mediados de agosto a¨²n encuentra al cineasta Borja Cobeaga (San Sebasti¨¢n, 45 a?os) en la misma ciudad en pleno montaje del proyecto que estrenar¨¢ este a?o en TNT. Por si fuera poco, la subida de las temperaturas ha coincidido con la mudanza del guionista del programa Vaya semanita y de Ocho apellidos vascos, y director, entre otras pel¨ªculas, de Fe de etarras, a una casa en la sierra. Con tono resignado y c¨®mico dice estar viviendo como si estuviera dentro de la pel¨ªcula Esta casa es una ruina y sentirse ¡°mochilero¡± en el nuevo hogar mientras terminan de pintar.
Su plan ideal es una sesi¨®n matinal de cine ¡ª¨²ltimamente de cine infantil, con su hijo¡ª, seguida de una comida. Otra gran afici¨®n es viajar en caravana, una pasi¨®n ¡°inesperada¡± que ni ¨¦l mismo pens¨® que tuviera y que le descubri¨® hace unos a?os su esposa. Fue ella tambi¨¦n quien le regal¨® la matr¨ªcula para aprender a conducir cuando ya hab¨ªa cumplido los 40, como el protagonista de la serie que interpreta Juan Diego Botto. La mujer, el hijo y la caravana de Cobeaga est¨¢n en Galicia, as¨ª que ¨¦l recurre a otra afici¨®n: beber vino ¡°sin tratar de intelectualizarlo¡± y sin querencia ninguna por el txakol¨ª.
Pregunta. ?Qu¨¦ vino antes, la caravana o el carn¨¦ de conducir?
Respuesta. Mi mujer me llev¨® de camping y pens¨¦ que me iba a espantar, cualquiera que me conozca no me ubicar¨ªa ah¨ª, pero el ritual de la caravana, de llegar y plantar la mesa y el toldo me encant¨®. Hay un material maravilloso para un cotilla, y un sentimiento de aventura nada ¨¦pica. Luego, cuando nos fuimos a vivir fuera del centro tuve que aprender a conducir.
P. ?Cost¨® mucho?
R. Soy muy torpe, suspend¨ªa, lo abandonaba y luego daba clases, pero nunca quer¨ªa examinarme. Aprob¨¦ a la cuarta. Me di cuenta de que todo el mundo ten¨ªa una historia de cuando aprendi¨® a conducir, las autoescuelas¡ Mi primera vez al volante me sacaron a la glorieta de Carlos V [junto a la estaci¨®n de Atocha], un shock que he metido en la serie.
P. ?Le ha cogido ya el gusto a conducir?
R. Soy miedica, as¨ª que suelo ir con un coche de alta gama presion¨¢ndome y yo resisti¨¦ndome, parezco un anciano conduciendo, pero he rayado mucho la carrocer¨ªa. Las columnas de los parkings son para m¨ª como kriptonita. Eso s¨ª, ahora soy mejor peat¨®n, me he reequilibrado.
P. Ha estado desde 2014 hasta este julio al frente de DAMA, la entidad de gesti¨®n de derechos de autor de obras audiovisuales. ?Con las plataformas los creadores pierden o ganan?
R. Hace ocho a?os el tema de las plataformas sonaba a una cosa extraterrestre. Son multinacionales que en muchos casos no tienen ni sede en Espa?a, ahora empezamos a ganar, pero hay que estar vigilantes.
P. ?Hay una burbuja? ?Se acaba la bonanza?
R. M¨¢s bien ha habido una ¨¦poca dorada. Ahora las plataformas cada vez se parecen m¨¢s a la televisi¨®n m¨¢s tradicional. Empez¨® muy sofisticado el tema de las series, pero se va asimilando. Eso de ¡°vamos a financiar tus sue?os¡± y el creador es lo primero ha pasado y ahora hay m¨¢s control y menos diversidad.
P. ?Qu¨¦ opina de la nueva ley audiovisual?
R. Es una pu?alada trapera. Si los grandes operadores no tienen que asociarse con independientes es un ¡°yo me lo guiso, yo me lo como¡±.
P. ?Vivimos buenos tiempos para la comedia?
R. Siempre es un buen momento porque hay mucho p¨²blico, pero los productores tienen pavor al fracaso y por eso se apuesta por adaptaciones de ¨¦xitos de otros pa¨ªses. Y t¨² quieres triunfar o fracasar, con tus propias ideas.
P. ?La risa es el mejor ant¨ªdoto contra la crispaci¨®n y violencia pol¨ªtica?
R. Hay un material alucinante, la politizaci¨®n de hoy en d¨ªa me recuerda a lo que vivimos en el Pa¨ªs Vasco cuando cada gesto, hasta decir buenos d¨ªas, ten¨ªa una carga. El nacionalismo madrile?o, algo que nunca sospech¨¦ que podr¨ªa darse en esta ciudad maravillosa y asquerosa, dar¨ªa para una buena comedia. Tambi¨¦n faltan comedias y s¨¢tiras del pasado m¨¢s reciente, sobre la Transici¨®n.
P. ?La risa es peligrosa?
R. Se ha hablado mucho de los l¨ªmites del humor y a veces te acusan de blanquear y humanizar la historia por hacer bromas, pero al final la comedia siempre se abre paso.
P. ?Qu¨¦ humor no le hace gracia?
R. Odio el humor porreta.
P. ?La paternidad tiene su gracia?
R. A veces pienso que mi hijo es una reencarnaci¨®n de Hitler y que deber¨ªa hacer un guion titulado Mi luchita.
P. ?Qu¨¦ echa de menos de San Sebasti¨¢n cuando va a Galicia?
R. Los gallegos son los m¨¢s suyos, m¨¢s que catalanes o vascos. En Sanxenxo hay un esp¨ªritu de pijer¨ªa donostiarra que reconozco y la playa de Silgar es paseante como La Concha. Eso s¨ª, hasta que fui nunca hab¨ªa visto a personal dom¨¦stico con cofia en la arena.
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