Lilith Verstrynge: ¡°Lo honesto es pedir para el resto de la gente lo mismo que has tenido para ti¡±
Accidental protagonista medi¨¢tica por su militancia en Podemos, por los bulos en redes sociales y por su apellido, la nueva secretaria de Estado para la Agenda 2030 tiene claro que a una mujer en pol¨ªtica se le exige perfecci¨®n. Ella es m¨¢s de acci¨®n
Una de las grandes especialidades pol¨ªticas de Lilith Verstrynge (Madrid, 30 a?os), militante de Podemos y nueva secretaria de Estado para el cumplimiento de Agenda 2030, es la soberan¨ªa y la identidad nacional. Su propia identidad nacional es ¡°un cacao de todas partes¡±, como ella misma lo define: ¡°Mi madre es riojana, mi padre es de todas partes y de ninguna: naci¨® en T¨¢nger, su madre era andaluza, su padre era belga, su padrastro franc¨¦s. ?l tiene la nacionalidad franco-espa?ola y yo tambi¨¦n¡±. A pesar de su potente v¨ªnculo con Francia ¨Destudi¨® Pol¨ªticas, Historia y un m¨¢ster en Relaciones Internacionales en diferentes universidades parisienses (antes de vivir en M¨²nich y en Bruselas)¨D, le duele Espa?a y lo que de verdad le interesa y le apasiona es la pol¨ªtica nacional, a pesar de que sus inicios en ella le hayan supuesto una agresiva exposici¨®n medi¨¢tica. Habla pausadamente a trav¨¦s de una videollamada desde el apartamento estudiantil de su hermano en Par¨ªs, adonde ha acudido para dar una conferencia en un acto convocado por Francia Insumisa, la agrupaci¨®n de M¨¦lenchon. ¡°Como hablo muy bien franc¨¦s, me ha tocado¡±, dice risue?a.
Pregunta. ?Le da envidia que los franceses puedan sacar su bandera sin que eso tenga directamente unas ciertas connotaciones?
Respuesta. Yo intento recoger mucho la idea francesa de Rep¨²blica y recuerdo que cuando volv¨ª a Madrid y empec¨¦ en Podemos, mis compa?eros me dec¨ªan que es muy dif¨ªcil explicarle a un espa?ol por qu¨¦ es necesaria la Rep¨²blica, porque muchas cosas que traer¨ªa, como una sanidad p¨²blica fuerte o una educaci¨®n p¨²blica, ya existen aqu¨ª. En Francia ser republicano es un sentimiento que forma parte de la identidad ciudadana y que representa la idea de que gobierne quien gobierne hay unas estructuras del Estado que son inamovibles y que te garantizan derechos. En el colegio en el que estudi¨¦ y en la universidad, la bandera de Francia estaba por todas partes y nadie ten¨ªa ning¨²n conflicto con ello. Me encantar¨ªa que pasara eso en Espa?a, donde la bandera y el himno no traen buenos recuerdos en muchas ocasiones y han dividido en muchas otras.
P. Quiz¨¢ pas¨® el a?o que gan¨® la Roja. ?Recuerda d¨®nde estaba de aquella?
R. ?S¨ª! Yo era muy joven [ten¨ªa 17 a?os] y recuerdo que fui a la plaza de Col¨®n y me pint¨¦ la cara de rojo y amarillo. Todo esos grandes eventos, como los encuentros futbol¨ªsticos, son buenos. Me han criticado mucho recientemente porque coment¨¦ que las obras del Bernab¨¦u estaban paralizando a gran parte del vecindario y quiero dejar claro que soy del Real Madrid y que me parece que todo este tipo de festejos colectivos son buenos y crean identidad nacional. La identidad nacional nace de momentos en que la gente olvida sus diferencias y festeja. Es uno de los pasos para conseguir que la bandera no se saque solo en momentos pol¨ªticos.
P. Ha hablado usted mucho de la desafecci¨®n de los ciudadanos por la brecha de h¨¢bitos que existe entre los pol¨ªticos y la gente normal, pero cuando alguien intenta hacer algo ¡°normal¡±, como la primera ministra finlandesa, se arma la marimorena¡
R. En general esto pasa m¨¢s con las mujeres que con los hombres que se dedican a la pol¨ªtica. Las mujeres tenemos que ser perfectas, vestir bien, ser educadas, hablar de una cierta manera. Los hombres tienen m¨¢s margen. Luego es verdad que, como dice el escritor franc¨¦s Christophe Guilluy, hay ciertas ¨¦lites pol¨ªticas y econ¨®micas que viven en un mundo creado por y para ellas con sus propios parlamentos, bancos, barrios y colegios, totalmente separados del ciudadano de a pie. Y ah¨ª nace la divisi¨®n en la que se ve a los pol¨ªticos como marcianos que no pueden veranear con amigos, ir a una fiesta, beber una cerveza¡ ?O cinco! Y as¨ª pasa que de pronto Mariano Rajoy baila en una boda y es noticia. O que la primera la ministra finlandesa est¨¢ de fiesta con sus amigos y es noticia. La clase pol¨ªtica tiene que dar ejemplo en muchas cosas: est¨¢s ah¨ª porque tienes una responsabilidad y has de hacer de esa responsabilidad buen uso, pero a la vez eres una persona normal y corriente.
P. Quiz¨¢ es cierto que si lo hace Rajoy es gracioso y si lo hace una mujer es una verg¨¹enza¡
R. Mire, este verano a m¨ª me ha pasado. Estuve unos d¨ªas en el Pa¨ªs Vasco y me hicieron una foto sentada en un bar tom¨¢ndome un pincho. Entonces alguien puso en Twitter: ¡°La secretaria de Estado de la Agenda 2030 no lleva ni un mes nombrada y ya est¨¢ de pinchos en Euskadi¡±. Y claro, yo pensaba, bueno, no estoy nombrada todav¨ªa, a pesar de ello he tenido menos vacaciones y m¨¢s trabajo. Y, efectivamente, los pol¨ªticos nos tomamos un caf¨¦ o hacemos tiempo de pausa.
P. Este tipo de guerras culturales inanes son muy caracter¨ªsticas de nuestro tiempo y es verdad que usted tiene un perfil que es un fil¨®n. ?Hay d¨ªas que piensa: ¡°Ojal¨¢ no me llamase Lilith, ojal¨¢ no fuese pelirroja y ojal¨¢ no me apellidase Verstrynge¡±?
R. El nombre recibe muchos ataques porque en su versi¨®n cat¨®lica representa a una mujer que seduce y pervierte. La realidad es que a m¨ª me lo pusieron por su significado feminista: era la primera mujer de Ad¨¢n antes de Eva, que no fue hecha desde la costilla, sino del mismo barro. A m¨ª el nombre me encanta, de peque?a me gustaba menos¡ [risas]. En cuanto a mis apellidos: hablamos de mi familia y ellos me han construido como soy. En mi casa siempre ha habido mucho debate pol¨ªtico, con nuestras diferencias, sin duda. Con mi padre por su pasado en Alianza Popular y porque es profesor de Ciencia Pol¨ªtica. Mi madre es activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y tambi¨¦n empez¨® en AP y, sin embargo, es la persona m¨¢s de izquierdas que conozco. Luego tengo tres hermanos y cada uno vota una cosa diferente. Digamos que en casa est¨¢ muy normalizado que puede haber diferencias de opini¨®n e ideol¨®gicas. Incluso en mi colegio, por su sistema de becas, hab¨ªa un abanico muy diferente de gente que pensaba cosas muy distintas. Eso yo creo que es el mayor valor que me ha dado mi familia. Es cierto que el apellido genera pol¨¦mica porque mi padre es uno de esos personajes con los que no hay punto intermedio.
P. ?Y la posici¨®n social de su familia no le genera ning¨²n conflicto con respecto a su propia militancia pol¨ªtica de izquierdas?
R. No me preocupan las cr¨ªticas, no tengo problemas ni contradicciones con eso, incluso creo que est¨¢ bien. He tomado la decisi¨®n de que voy a aprovechar las cr¨ªticas para decir ciertas cosas. Insisto mucho en que aunque mis padres no son millonarios, s¨ª es cierto que yo he tenido una tranquilidad econ¨®mica que me ha permitido elegir mi camino. A la vez, creo que lo honesto y lo sensato es pedir lo mismo que has tenido para ti, o incluso m¨¢s, para el resto de la gente. Lo que deber¨ªa ser criticable es que haya gente en posiciones de ventaja que no quieran lo mismo para el resto de personas. Decir que de pobreza solo puede hablar la gente con problemas econ¨®micos es absurdo. De hecho, creo que la cr¨ªtica m¨¢s feroz en realidad procede de clases m¨¢s acomodadas, que vienen a decir: ¡°Le debes algo a tus padres y a tu familia. Deber¨ªas de ser de los nuestros y estar defendiendo tus privilegios igual que nosotros¡±.
P. El odio de clase es muy caracter¨ªstico de la lucha de izquierdas. ?Lo ha sentido usted alguna vez?
R. Odio de clase como tal, no, pero como mi familia ha tenido cierta tranquilidad econ¨®mica y hay algunos c¨ªrculos de ella que no son nada afines, pues he presenciado alguna conversaci¨®n en la que no he estado c¨®moda. Por ejemplo, una que gir¨® en torno al buen estado de la dentadura de las personas y que, supuestamente, dec¨ªa mucho de su clase social. Yo fui la ¨²nica sentada en la mesa que baj¨® al barro, porque en general todos estaban muy orgullosos de su dentadura y de su clase social.
P. Teniendo en cuenta su capacidad para debatir puntos de vista totalmente opuestos. ?Ha habido momentos en los que esto de la ¡°cultura de la cancelaci¨®n¡± se le haya atragantado y haya dicho: ¡°No, esto pasa por cancelar as¨ª o atacar de esta manera¡±?
R. De la misma manera que creo que hay que ser capaz de debatir con todo el mundo, tambi¨¦n pienso que en la pol¨ªtica pueden permitirse ciertas cosas que no se permitir¨ªan fuera del debate pol¨ªtico, donde las emociones son intensas y no siempre es posible hablar desde la educaci¨®n y la moderaci¨®n absolutas: est¨¢ permitido hablar desde las tripas. En sentido inverso, cuando empez¨® mi todav¨ªa muy peque?a trayectoria pol¨ªtica hubo se?alamiento y difamaci¨®n: hablo del bulo sobre mi supuesta relaci¨®n con mi antiguo jefe. Me parece que hay maneras de hacer pol¨ªtica mucho m¨¢s honestas y razonables que inventarse historias sobre tus oponentes pol¨ªticos, adem¨¢s de que en ese momento ni siquiera era un cargo p¨²blico, un objetivo a batir. Yo tengo bastante aguante, pero ese tipo de estrategias van demasiado lejos.
P. ?Y hay alg¨²n linchamiento que le hayan hecho a oponentes que no le haya gustado nada?
R. Much¨ªsimos. Hay bastante injusticia con Andrea Levy, que, adem¨¢s, es una persona que ha tenido la valent¨ªa de contar cu¨¢l era su problema m¨¦dico; veo sus v¨ªdeos de recomendaciones culturales y tenemos bastantes afinidades. Tambi¨¦n considero que a Isabel D¨ªaz Ayuso hay que contestarle duramente desde la pol¨ªtica, pero hay momentos en que eso se convierte en burla, igual que con Mart¨ªnez-Almeida, y no me gusta.
P. ?Tiene usted alg¨²n h¨¢bito cotidiano que le haga sentir culpable porque sea totalmente opuesto al esp¨ªritu de la Agenda 2030?
R. Quiz¨¢ no separo la basura todo lo bien que deber¨ªa, soy fumadora... [risas]. Pero bueno, utilizo la sanidad p¨²blica y el transporte p¨²blico. De hecho, suelo ir a los sitios andando porque, a pesar de tener el pelo naranja, todav¨ªa tengo la suerte de poder ir por la calle tranquilamente.
P. En el debate pol¨ªtico actual el lenguaje se usa constantemente como arma. ?Qu¨¦ t¨¦rmino le da a usted m¨¢s miedo decir porque sabe que le va a generar problemas?
R. Una vez alguien me afe¨® que tuitease mucho la palabra Espa?a. En organizaciones pol¨ªticas de izquierdas, en general, se utiliza la expresi¨®n Estado espa?ol, cosa que entiendo por qu¨¦ se hace. Pero bueno, digamos que si yo tengo que elegir c¨®mo hablar de mi pa¨ªs digo Espa?a. Hay palabras que generan miedo. Conoc¨ª a una activista 20 a?os mayor que yo a la que no le gustaba autodenominarse feminista, entonces le regal¨¦ el librito de Chimamanda y al cabo de unos a?os me dijo: ¡°Pues tienes raz¨®n. Creo que soy feminista¡±.
P. Quiz¨¢ en sitios m¨¢s peque?os este tipo de debates sean m¨¢s dif¨ªciles de entender o est¨¢n en un momento diferente que en Par¨ªs. ?Ha pensado hacer una residencia en una zona rural?
R. Yo he viajado mucho por Espa?a por la cuesti¨®n territorial de Podemos, pero s¨ª es verdad que quiz¨¢ echo de menos haber vivido en un pueblo. De todas formas, lo primero que tiene que hacer un pol¨ªtico es pensar que la ciudadan¨ªa que le ha elegido es capaz de entenderle. A m¨ª me enfadan mucho los pol¨ªticos de derecha a izquierda que creen que los votantes no tienen herramientas suficientes para entender lo que estamos diciendo y que piensan que la gente es idiota. Le pongo un ejemplo. Yo tengo mucha familia en Extremadura, en la zona de La Serena, y a lo mejor si te pones a hablar con ellos de la Rep¨²blica te dicen que su problema principal es la sequ¨ªa, que los cultivos van muy mal por la escasez o por el calor, pero la realidad es que despu¨¦s tuve una conversaci¨®n interesant¨ªsima con un polic¨ªa de all¨ª que me dec¨ªa: ¡°Yo soy mon¨¢rquico porque hay Monarqu¨ªa, si hubiese rep¨²blica ser¨ªa republicano¡±, y me daba argumentos consistentes.
P. Pero hay cuestiones que parecen eminentemente urbanas, como lo trans por ejemplo, porque una persona que decide transicionar, si se queda en su pueblo, pues a lo mejor hasta la lapidan...
R. Quiz¨¢ por eso precisamente es m¨¢s importante todav¨ªa que ese mensaje llegue a todas partes. Adem¨¢s, igual que esto puede pasar en un pueblito peque?o, tambi¨¦n hay mucha transfobia en una ciudad grande. Desgraciadamente, pasa en todas partes.
P. ?Por qu¨¦ cree que molesta tanto que usted sea secretaria de Estado tan joven?
R. En la Transici¨®n espa?ola todos los pol¨ªticos eran j¨®venes. Acu¨¦rdese de Alfonso Guerra, de Felipe Gonz¨¢lez. Mi padre empez¨® a hacer pol¨ªtica muy joven tambi¨¦n. En general, eran hombres y ten¨ªan menos de 30. Teodoro Garc¨ªa Egea es poco m¨¢s mayor que yo, ha llevado la organizaci¨®n en el Partido Popular y tiene responsabilidades en el grupo parlamentario. No he escuchado ni una cr¨ªtica por eso. Ha habido una especie de proceso de envejecimiento en el cual se ha expulsado progresivamente a la gente joven de la pol¨ªtica, y hay un nivel de desafecci¨®n muy grande de los j¨®venes con la pol¨ªtica porque consideran que no sirve, que no va a cambiar sus vidas, que no les va a permitir tener un alquiler m¨¢s barato ni un mejor trabajo, as¨ª que es muy importante que nos impliquemos.
Babelia
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