Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia: ¡°El color blanco ha sido mi mayor fracaso¡±
Anda a vueltas con ¡®Las mil y una noches¡¯ y los proyectos de su fundaci¨®n El Instante, en Madrid, donde se ha propuesto renovar de manera punkie, por ejemplo, un g¨¦nero como la zarzuela
Le acaban de robar los softwares de su Fundaci¨®n El Instante, en Madrid. Lejos de preocuparnos, dice: ¡°Ha sido maravilloso. As¨ª volvemos a empezar¡±. Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia (Madrid, 68 a?os), artista, pintor, libretista por herencia familiar ¡ªsus ancestros dieron palabra a Do?a Francisquita, Luisa Fernanda, La tabernera del puerto y as¨ª¡¡ª, inventor de perfumes, imprevisible, se confiesa vencido por el color blanco, pero no por Las mil y una noches, un libro que quiere traducir a im¨¢genes, con el que lleva a vueltas 30 a?os. Sobre esa obra anda ahora trabajando con lo que guardan en el archivo del Vaticano. Am¨¦n.
Pregunta. ?Qu¨¦ hace usted con Las mil y una noches?
Respuesta. Llevo 30 a?os trabajando en ello. Ahora he conseguido acceso a la biblioteca del Vaticano para que me dejen ver los archivos que tienen. En el fondo, la historia parte de un asesino en serie.
P. A ver¡
R. S¨ª, un se?or que va asesinando a sus mujeres hasta que llega una, Scherezade, que le va contando historias para que no la mate. Es la muerte suspendida, vivimos ah¨ª, en el tiempo suspendido.
P. ?En un instante?
R. En un instante, eso es. Y si quieres vivir, tendr¨¢s que contarlo.
P. El relato que dicen los gur¨²s de la pol¨ªtica y que no es m¨¢s que un traslado de esa frase del Evangelio de San Juan: en el principio era el verbo y el verbo estaba junto a Dios y el verbo era Dios¡ Pues eso. ?Es todo un cuento?
R. Exactamente. El verbo nos lo vamos pasando unos a otros, no lo conocemos. He ah¨ª el misterio.
P. Uno de sus misterios m¨¢s profundos ha sido el color blanco. ?A qu¨¦ conclusi¨®n lleg¨®?
R. A ninguna, a ninguna¡ Cre¨ª que simplificar los colores llevaba al blanco. Un absoluto de luz que conduce a la contemplaci¨®n. Pero quise salir de ah¨ª, era un laberinto y pod¨ªa conllevar la muerte tambi¨¦n.
P. ?Ha sido su mayor fracaso el blanco?
R. Probablemente, todo fracaso, adem¨¢s nos lleva a rompernos. Pero toda ruptura es una semilla de un nuevo ser. Yo no hago otra cosa que no sea traducir.
P. ?Qu¨¦ quiere decir?
R. Que yo no invento nada. Traduzco textos, im¨¢genes, sonidos, olores. Una vez hice un perfume con Ernesto Vent¨®s sobre el odio.
P. ?A qu¨¦ ol¨ªa?
R. A algo fresco, liviano, como una brisa, alguien me dijo que lo que persegu¨ªamos era un odio sexy. Pastime, lo quer¨ªa llamar y lo hice para poner punto final a mi divorcio. El recipiente era una esfera como de espejos y el tap¨®n un dedo. No se vendi¨® una gota. Me di cuenta tambi¨¦n que me hab¨ªa equivocado, que lo que deb¨ªamos haber hecho era un perfume sobre el rencor despu¨¦s de haber le¨ªdo un ensayo del poeta Jos¨¦ ?ngel Valente. El odio es sano, pero el rencor te destruye. Sigo pensando en el perfume aquel, lo sent¨ª como una emoci¨®n po¨¦tica, irrepetible y fugaz.
P. ?Y usted ha odiado o es rencoroso?
R. ?Yo? Ni una cosa ni otra. Lo que pasa era que me acababa de divorciar. Me he casado dos veces. Un amigo m¨ªo me dec¨ªa: la primera vez que te divorcias es normal, la segunda es que eres un imb¨¦cil, la tercera tambi¨¦n, a la cuarta empiezan a admirarte y a la quinta eres el rey. Inmortal. Yo me qued¨¦ en imb¨¦cil.
P. Usted se apellida Sicilia y Fern¨¢ndez-Shaw, que es la historia de la zarzuela. Guillermo Fern¨¢ndez-Shaw, su t¨ªo abuelo, escribi¨® los libretos de Do?a Francisquita, La tabernera del Puerto, Luisa Fernanda¡ Y ahora le ha dado por seguir la tradici¨®n y escribe usted tambi¨¦n zarzuelas. ?Resucitando el g¨¦nero?
R. Yo odiaba la zarzuela de peque?o. En la familia de mi madre todo estaba relacionado con eso y para m¨ª era algo muerto y casposo, asociado con el franquismo. Pero entiendo que era un g¨¦nero que hablaba con el lenguaje de la gente lo que le ocurr¨ªa a la gente.
P. ?Hemos sido con ese g¨¦nero ciegos e irresponsables al despreciarlo?
R. Las dos cosas. Pero sobre todo sordos. Lo ve¨ªamos peque?o, miserable, de baja calidad.
P. ?El eterno deporte pernicioso que tenemos de fustigarnos?
R. Totalmente, no les pasa a los alemanes con la opereta, ni a los franceses, ni a los norteamericanos con el musical. Nosotros hemos creado lo mismo, se llama zarzuela y hay que insistir en calificarla como tal: zarzuela. En eso somos un poco¡
P. ?Gilipollas?
R. Eso, un poco no, bastante¡
P. Ahora, la zarzuela tratar¨ªa de problemas contempor¨¢neos, como ha hecho usted ya con compositores como Jes¨²s Rueda y David del Puerto. Desahucios, por ejemplo. O la monarqu¨ªa, con la que anda trabajando.
R. S¨ª, con un lenguaje propio de los j¨®venes, como lo cantar¨ªa un reguetonero. Se llamar¨¢ Desguaces Love, por ahora. Esta zarzuela sobre la monarqu¨ªa trata del final del amor. ?Te leo unas frases?
P. Vale.
R. Uno de los personajes principales se llama Macho King y el coro dice de ¨¦l: ¡°Es el top, el top, el congri top de los llares. Macho cho, bicho king, saca el bicho¡±. O una de sus amantes, la ¨²ltima, a la que llamamos Zero Dinasty, canta: ¡°Estamos en zarzuel¨ªn. Est¨¢s furioso contra m¨ª, me haces da?o, pira?o, mira mi cho, mete el oro con la lengua, sinverg¨¹enza¡±.
P. ?Madre m¨ªa! Esto es pura Rosal¨ªa.
R. En eso estoy. Trata de un club de h¨¦roes, nuestros h¨¦roes, los hemos convertido en eso porque no dejamos de hablar de ellos. Los m¨²sicos ser¨¢n una banda, pero muy de chin pun.
P. ?Cu¨¢ndo dej¨® de hacer falta irse a Par¨ªs para convertirse en artista?
R. Hace ya tiempo. Nosotros fuimos los ¨²ltimos porque lo ten¨ªamos a mano. Yo quer¨ªa librarme de la mili y como hab¨ªa estado preso en la DGS durante el franquismo ten¨ªa miedo que me mandaran al Larache, en ?frica. Me abr¨ª el brazo de una forma involuntaria y eso me libro, pero me retiraron el pasaporte y me fui sin ¨¦l. Estuve sin volver tres a?os.
P. ?Lo echaba de menos?
R. No. En absoluto. Aprend¨ª mucho en Francia, me form¨¦ all¨ª, con esa lengua. Me abri¨® much¨ªsimo el esp¨ªritu. Aprender idiomas para m¨ª ha sido fundamental.
Babelia
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