Giulia Toffana, la primera asesina en serie de la historia

?Qui¨¦n fue Giulia Toffana? ?Alquimista y empresaria de ¨¦xito, envenenadora profesional, justiciera o una rebelde que no aceptaba el papel que le asignaron como mujer? Lo que parece claro es que fue una mujer de gran inteligencia que consigui¨® elaborar, en la Roma del siglo XVII, la f¨®rmula de un veneno incoloro que no dejaba rastro. Centenares de mujeres del pueblo, pero tambi¨¦n de las altas esferas, se hicieron con el m¨¢gico producto, con el que asesinaron a sus maridos y as¨ª se liberaron de matrimonios crueles y no deseados, en una ¨¦poca en la que el feminicidio era legal. La Toffana, que se represent¨® en el Festival de Almagro, llega ahora a los escenarios del Teatro de la Abad¨ªa, en un montaje escrito por Vanessa Monfort y dirigido por Mar¨ªa Herrero, donde se podr¨¢ ver hasta el 13 de este mes.

El juicio de la Inquisici¨®n, que conden¨® a las acusadas a la horca, es el tel¨®n de fondo de este psicodrama protagonizado por cuatro actores, Victoria Teijeiro, Amaranta Munana, Aitor de Kintana y la propia Mar¨ªa Herrero, que dan vida a 10 personajes a lo largo de tres momentos de esta historia. Con un escenario de espejos m¨®viles que se van desplazando de derecha a izquierda, la elecci¨®n de centrar la obra en el proceso de la Santa Inquisici¨®n da la oportunidad de dotarla de una estructura de thriller, hacer flashback para la reconstrucci¨®n de los hechos y permitir al p¨²blico elaborar su propio juicio.

¡°Estamos ante un personaje fascinante, propio del mundo de Shakespeare, ante tres generaciones de mujeres asesinas¡±, asegura Vanessa Monfort (Barcelona, 47 a?os), en un encuentro junto a la actriz y directora Mar¨ªa Herrero (Murcia, 39 a?os). Ha sido una labor conjunta de a?os, durante los cuales han buscado y le¨ªdo todo sobre esta desconocida, alguien tan irrastreable como su veneno, que mejor¨® la f¨®rmula heredada de su madre, condenada por bruja, para crear un veneno incoloro y sin olor, que no dejaba rastro alguno, la famosa ¡°agua toffana¡±. Bastaban apenas tres gotas, suministradas a lo largo de unas semanas, para que el elegido muriera de manera dulce.

Nacida en Palermo (Sicilia), en el siglo XVII, y trasladada a un convento de Roma tras la violenta muerte de su madre, Giulia Toffana logr¨® crear, junto a su hija Girolama y una ayudante, una red de distribuci¨®n secreta por toda la corte de los Papas, que termin¨® cuando la Inquisici¨®n les tendi¨® una trampa, infiltrando a la mujer del entonces jefe de la guardia. Fueron juzgadas y sentenciadas a muerte en noviembre de 1659. En sus l¨¢pidas nunca se grabaron sus nombres.

Una pionera

La autora y la directora quieren dejar claro que su labor no es la de juzgar a ning¨²n personaje y m¨¢s a una asesina confesa como Giulia Toffana, que ayud¨® a acabar con la vida de 602 maridos, y s¨ª la de hablar de una ¨¦poca en la que la ¨²nica manera que ten¨ªan las mujeres de liberarse era enviudar. ¡°Fue una pionera, una gran cient¨ªfica con un claro sentimiento de moralidad respecto a lo que hac¨ªa, en un momento de claro retroceso hist¨®rico en cuanto a los derechos de la mujer¡±, asegura Herrero. ¡°Estamos hablando del paso de la alquimia a la qu¨ªmica, de la Alta Edad Media, en la que las mujeres pod¨ªan tener negocios, al Renacimiento, que solo fue beneficioso para los hombres¡±.

¡°Despu¨¦s de las grandes pestes y el baj¨®n de la natalidad, llega la Roma de los Papas y se obliga a las mujeres a encerrarse en sus casas, b¨¢sicamente a parir. Es en esta ¨¦poca, en la que el feminicidio estaba permitido por ley, en la que vive Giulia Toffana, una ni?a que con 13 a?os fue testigo de la ejecuci¨®n de su madre, una boticaria que envenen¨® a su marido maltratador, a la que se desmembr¨® en una plaza p¨²blica¡±, a?ade Monfort, que deja claro que habla de las causas y el m¨®vil, pero no de la justificaci¨®n. ¡°Como dramaturga no busco la justificaci¨®n, porque estamos hablando de una psic¨®pata que se carg¨® a 602 hombres y que tiene sus propias razones morales¡±, explica la autora, para quien Toffana es, sin duda, la primera asesina en serie de la historia, que sigue un patr¨®n para matar a hombres parecido al que emple¨® su madre con su padre, mientras su hija, Girolama, es la que consigue infiltrarse en la corte de los Papas y hace florecer el negocio, gracias a su gran ojo comercial. ¡°Crearon una venta piramidal, como la Thermomix de hoy¡±, a?ade Monfort, que se pregunta: ¡°?Y si Giulia fue la pionera de la mafia siciliana, la l¨ªder de un grupo de mujeres que se organizaron para matar a sus maridos?¡±.