Nace el Centro Nacional de la Fotograf¨ªa: lo tenemos m¨¢s f¨¢cil por ser los ¨²ltimos
Este es el momento, tras d¨¦cadas de retraso con respecto a otros pa¨ªses, de afianzar un proyecto que surge de lo p¨²blico y para el que hay que propiciar iniciativas privadas que lo sostengan
Hace un a?o, en los Encuentros Fotogr¨¢ficos de Gij¨®n, en los que tuve la suerte de participar, puse en las redes esta rese?a con la fotograf¨ªa que aparece m¨¢s abajo: ¡°Isabel Mu?oz, Castro Prieto, Juan Mar¨ªa Rodr¨ªguez y Alberto Garc¨ªa-Alix, fundadores de la Plataforma para el Centro Nacional de la Fotograf¨ªa, en el momento en que el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, anunciaba su creaci¨®n¡±. Una casualidad que fue bienvenida por todos los asistentes que est¨¢bamos justo ese d¨ªa hablando de fotograf¨ªa en Gij¨®n. Ya ha pasado un a?o en el que han estado trabajando varios equipos de fot¨®grafos y profesionales de otras disciplinas con el Ministerio de Cultura y con la buena ayuda del Ayuntamiento de Soria. Y por fin, ma?ana 2 de diciembre, el Centro Nacional de la Fotograf¨ªa empieza a ver la luz en un gran edificio en la capital soriana.
Este es el momento deseado despu¨¦s de d¨¦cadas de retraso cultural con respecto a otros pa¨ªses de Europa y del mundo. Hay que recuperar el tiempo perdido y lanzar todo un tsunami de ideas y de necesidades, afianzar un proyecto que sale de lo p¨²blico, pero con el que deber¨ªamos ilusionar a la sociedad para que muchas iniciativas que vengan de soportes privados tengan cabida y lo sostengan financieramente. Se necesitar¨¢n archiveros, copistas, escaneadores, profesores, estilistas, dise?adores, inform¨¢ticos... un sinf¨ªn de profesionales de los que andamos escasos y que son absolutamente necesarios si queremos llevar la fotograf¨ªa al lugar que se merece. Tambi¨¦n har¨¢ falta voluntad pol¨ªtica para que se empleen los obligados recursos p¨²blicos.
En cierta medida lo tenemos f¨¢cil por ser los ¨²ltimos. Si miramos a los pa¨ªses vecinos, podemos entender c¨®mo han abordado sus respectivos centros, como han creado una red, en Francia, por ejemplo, de diferentes sedes que se interconectan y divulgan exposiciones, documentos y libros por todo el pa¨ªs gracias a una estructura radial.
En Espa?a hay varios centros repartidos en la geograf¨ªa. Es verdad que algunos, como el Centro Andaluz de la Fotograf¨ªa, est¨¢n en franca decadencia por la inexplicable negligencia del Gobierno andaluz, aunque desde esta instancia podr¨ªa dinamizarse porque tiene lo necesario para desarrollarlo. Catalu?a, Pa¨ªs Vasco, Asturias, Galicia, Madrid... tienen centros privados o p¨²blicos que pueden ejercer ese necesario pegamento de necesidades para que emprendan proyectos de calado, como podr¨ªa ser la recuperaci¨®n del patrimonio fotogr¨¢fico que se est¨¢ tirando a la basura todos los d¨ªas porque no ha existido ning¨²n proyecto ilusionante.
Hay que mapear todo el territorio y encontrar esas latas y esas cajas de cart¨®n con fotograf¨ªas del pasado siglo y que son el acerbo m¨¢s importante de nuestra memoria colectiva. Por desgracia, se han tirado en los ¨²ltimos a?os cientos de archivos de revistas, peri¨®dicos o colecciones individuales. Recientemente, en un derribo aparecieron carpetas de diapositivas. No era la noticia de un d¨ªa. Llueve sobre mojado.
Adem¨¢s, no ha existido la propuesta ni el personal adecuado para poder hacerse por los pueblos con los miles de im¨¢genes que se queman o tiran. S¨¦ lo que digo por experiencia personal. M¨¢s de una vez se ha acudido a mis im¨¢genes cuando en los medios se buscan fotograf¨ªas de los a?os setenta y ochenta. No se encuentran porque pocos o casi ninguno las guardaron. Pero hacerse, se hicieron¡ ya no existen y, sin embargo, esa es nuestra memoria.
Bienvenido sea el Centro Nacional de la Fotograf¨ªa.
Babelia
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