As¨ª colaps¨® Russian Red y renaci¨® como Lourdes Hern¨¢ndez: ¡°No sab¨ªa qu¨¦ estaba haciendo con mi vida¡±
La historia de ascenso y descalabro de una cantante clave del ¡®indie¡¯ espa?ol que ha vuelto para protagonizar su primera pel¨ªcula
Lourdes Hern¨¢ndez se emocionar¨¢ hasta llorar dos veces durante la larga conversaci¨®n. Una al evocar su compleja adolescencia y otra cuando habla de la figura de su marido. ¡°?l me salv¨® la vida. Los ¨¢ngeles existen¡±, sentencia con los ojos acuosos. ?l, Zach Leigh, m¨²sico y empresario estadounidense, ha acudido a la cita con ella y se ha marchado prudentemente a dar una vuelta con la perrita de la pareja por el centro de Madrid. Dentro de dos horas se reencontrar¨¢n. En este tiempo, la artista conocida popularmente como Russian Red contar¨¢ el torbellino en el que se vio envuelta a comienzos del siglo XXI como referente musical en Espa?a, su misteriosa retirada en el fragor de un concierto y el retorno como protagonista de una pel¨ªcula que se acaba de estrenar, Ramona.
Hern¨¢ndez (Madrid, 37 a?os) confiesa nada m¨¢s llegar que se acaba de fumar un porro. ¡°Me sienta bien de vez en cuando¡±, admite. Aun as¨ª, se muestra impulsiva, en¨¦rgica. Elige para la entrevista una cafeter¨ªa frecuentada a esta primera hora de la tarde por mujeres mayores. ¡°Me encanta este ambiente de se?oras¡±, dice. Para entender la historia de Russian Red, su ascenso y su descalabro, hay que retroceder a ese periodo a la vez complicado, excitante y que va a determinar tantas cosas que es la adolescencia.
Los padres de Lourdes se divorciaron cuando ella ten¨ªa dos a?os. Su hermana, tres a?os mayor, y ella se quedaron a vivir con la madre. Desde entonces vieron poco a su padre, una vez cada dos semanas. ¡°De adolescente tuve una sensaci¨®n de claustrofobia importante y mucha ansiedad. La situaci¨®n familiar me pon¨ªa muy triste. Las decisiones que tomaba mi madre no eran las mejores. Ella estaba a su bola, realmente. Si a esa edad no cuentas con la protecci¨®n de tu madre, te tienes que proteger t¨². Es una cosa muy loca salir de ah¨ª, porque es muy posible que no sepas protegerte¡±, explica.
Cuando quedaba con las amigas detestaba la atm¨®sfera: ellas quer¨ªan bailar y Hern¨¢ndez solo anhelaba hablar de su agobiante situaci¨®n familiar. Acababa llorando en el ba?o de los garitos. Mientras estaba en el piso madrile?o de su madre, se encerraba en su habitaci¨®n. Siempre aislada. ¡°Entre esas cuatro paredes comenc¨¦ a construir mi mundo y a componer las primeras canciones¡±. A los 17 a?os se fue de casa de su madre y vivi¨® una temporada con su padre. Empez¨® Derecho, lo dej¨®, trabaj¨® en hosteler¨ªa y luego se prepar¨® el examen de acceso a Traducci¨®n e Interpretaci¨®n y comenz¨® a trabajar de traductora.
Se refugi¨® en el nombre de Russian Red para dar a conocer sus canciones. Su primer disco, I Love Your Glasses, se edit¨® en 2008 con una peque?a discogr¨¢fica. El indie espa?ol viv¨ªa su segunda oleada. Vetusta Morla edit¨® ese a?o su primer disco, Deluxe su mejor trabajo (Reconstrucci¨®n)¡ Sr. Chinarro, Nacho Vegas, Lori Meyers¡ Apenas exist¨ªan voces femeninas.
Los suplementos culturales de los diarios, en buena forma, acogieron su delicada propuesta folk-pop en ingl¨¦s con los brazos abiertos. Emisoras como Radio 3 la programaban y entrevistaban. Era un lujo para la cultura musical alternativa espa?ola tener a una artista tan cool. Las discogr¨¢ficas grandes, en busca de gente joven alejada de lo comercial, apost¨® por ficharla. Gan¨® Sony, que public¨® su segundo ¨¢lbum, Fuerteventura (2011). ¡°Siempre me pregunt¨¦ por qu¨¦ funcion¨® lo que hac¨ªa. Ni tengo una voz prodigiosa ni hago las mejores canciones del mundo. Pero creo que ten¨ªa que ver con que me colocaba ah¨ª desde un sitio muy ¨ªntimo y de verdad. Hab¨ªa cero performances. Esa autenticidad era provocada por una adolescencia complicada y por querer hacer algo con esa cosa que hab¨ªa dentro de m¨ª durante tanto tiempo¡±.
Su exposici¨®n medi¨¢tica comenz¨® a engordar. Y con el ¨¦xito, llegaron las voces cr¨ªticas. Era la ¨¦poca de la explosi¨®n de los blogs firmados por escritores y periodistas y faltaban muchos a?os para la llegada del movimiento Me Too. Se convirti¨® en una diana recurrente. ¡°No me siento c¨®moda victimiz¨¢ndome, pero s¨ª fui discriminada por ser mujer. Yo colocaba mis cosas m¨¢s ¨ªntimas ah¨ª fuera, en mis canciones, y luego estaba muy expuesta a un mont¨®n de juicios que no favorec¨ªan que yo pudiera seguir trabajando. Ahora que lo veo con distancia, s¨ª que sent¨ª que el personaje fue un poco maltratado¡±.
En plena gira del disco Fuerteventura, estalla. Compart¨ªa la furgoneta con hombres (m¨²sicos, t¨¦cnicos y manager de carretera) y lleg¨® un momento en el que las din¨¢micas ¡°eran inaceptables¡±. ¡°Giraba con ocho maromazos y me hac¨ªan la vida imposible. Ven¨ªa aguantando muchas ni?atadas, y que conste que no ten¨ªan nada que ver con lo sexual. Ellos disfrutaban de una situaci¨®n muy buena en gira, pero se estaban todo el d¨ªa quejando. Un d¨ªa les cac¨¦ hablando mal de m¨ª. Y entonces dije: ¡®No, a m¨ª en gira me respetas. En tu casa haces lo que te d¨¦ la gana, pero en gira me respetas. No puedes ir rajando de m¨ª. ?Entiendes? Porque si rajas de m¨ª te marchas¡±. Y as¨ª ocurri¨®. Les reuni¨® y les dijo: ¡°Est¨¢is despedidos. Este ser¨¢ vuestro ¨²ltimo concierto, as¨ª que disfrutad¡±. Recuerda que result¨® el mejor recital de la gira.
Lo que quedaba de la carrera de Russian Red fue un descenso, no de popularidad, pero s¨ª de motivaci¨®n por su parte. Hubo un tercer disco, el m¨¢s el¨¦ctrico y fiero, Agent Cooper, en 2014. Ya se hab¨ªa instalado en Los ?ngeles. ¡°Me march¨¦ de Madrid porque la relaci¨®n con mi madre me hac¨ªa da?o. Es una persona s¨²per cari?osa, muy almodovariana. Tambi¨¦n dif¨ªcil y contradictoria. No puedo decir que hab¨ªa falta de amor, lo que hab¨ªa era falta de solidez. Me march¨¦ porque quer¨ªa escapar de mi propia identidad. Con irme a vivir a otro sitio he jugado el papel de otra persona. Eso me ha venido muy bien¡±, se?ala. Ese mismo a?o, 2014, cuando llevaba dos canciones en un concierto en Seattle, se derrumb¨® y comenz¨® a llorar. ¡°Lo siento mucho, pero no soy capaz de cantar esta noche. Estoy demasiado emocionada. No s¨¦ lo que me pasa. Ahora les devolver¨¢n el dinero¡±.
Y se acab¨®. ¡°Pas¨¦ una depresi¨®n cuando estaba en gira. No estaba contenta, no era feliz. Acababa los conciertos y estaba perdida. No sab¨ªa qu¨¦ estaba haciendo con mi vida. Me hab¨ªa desconectado de m¨ª misma y de la capacidad para hacer ese trabajo de manera honesta. Pod¨ªa haber seguido haci¨¦ndolo de manera no honesta, pero posiblemente le habr¨ªan pasado cosas a mi cuerpo y habr¨ªa perdido la cabeza¡±. Todav¨ªa no ten¨ªa 30 a?os, hab¨ªa editado tres discos y cargaba sobre sus hombros un ascenso centelleante. ¡°Fue un trauma pasar de una dimensi¨®n privada a una p¨²blica. Y cuanto m¨¢s ¨ªntimo sea tu trabajo m¨¢s heavy es estar expuesta a tantos juicios¡±, reflexiona.
Lourdes ha vivido permanentemente en Los ?ngeles desde hace 10 a?os, trabajando con su pareja en diferentes negocios (tambi¨¦n edit¨® un disco/capricho de versiones, Karaoke, en 2017). Pero hace unos meses se reconect¨® con su ciudad, Madrid. Una directora de cine debutante, Andrea Bagney (Madrid, 36 a?os), vio un v¨ªdeo en YouTube de la Russian Red de la ¨¦poca de Fuerteventura y pens¨®: ¡°Esta es mi protagonista¡±. Le propuso interpretar Ramona, una pel¨ªcula en blanco y negro, de corte indie, que transcurre en las calles de la capital que tanto conoce Lourdes Hern¨¢ndez. Un filme donde una chica se busca a s¨ª misma, tanto laboral como sentimentalmente, un largo exigente con la protagonista permanentemente en el centro de la imagen y con el morbo de escuchar a Lourdes/Russian cantar, dentro de la trama, Como una ola, de Roc¨ªo Jurado.
Adem¨¢s de esta pel¨ªcula, acaba de empezar a rodar una serie para Netflix y, en el aspecto musical, ya tiene compuestas algunas canciones en castellano a las que dar¨¢ salida seguramente el a?o que viene. ¡°?ltimamente estoy inspirada, y si estoy inspirada, estoy sensible, y si estoy sensible, estoy blandita. Por eso estoy haciendo mucha terapia¡±, explica. Desde hace unos meses vive entre Espa?a y Los ?ngeles. Asegura haberse reconciliado con sus padres. ¡°Me he abierto mucho en los ¨²ltimos a?os y he encontrado a mi familia fuera de mi familia. La clave es que he tenido a alguien que me quiere de verdad, y eso es rar¨ªsimo. Ojal¨¢ le pase a todo el mundo. ?Hay esperanza! Encontrar a Zack es clave para ser yo¡±.
El otro d¨ªa su madre la visit¨® cargada con un mont¨®n de recortes de prensa de la ¨¦poca de Russian Red. ¡°Madre m¨ªa, qu¨¦ llantera. Es que no los hab¨ªa visto en 10 a?os. Es casi como que no me hubiera pasado a m¨ª. Lo miro con mucho cari?o y distancia y flipo con que fuera capaz de hacerlo siendo tan joven y en un momento tan blando de mi vida¡±. Pero lo hizo¡
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.