Phil Spector: el monstruo de Alhambra
La ascensi¨®n y ca¨ªda del productor por antonomasia se convierte en una serie documental de ¡®true crime¡¯
Spector, la nueva serie de Movistar+, contiene infinidad de patinazos, pero igualmente ofrece ense?anzas. As¨ª, nos plantea el misterio de que Phil Spector haya quedado, sesenta a?os despu¨¦s, como paradigma del productor discogr¨¢fico cuando su carrera de ¨¦xitos no fue particularmente prol¨ªfica; dur¨® entre 1962 y 1965, con el estrambote del frustrado River Deep-Mountain High (1966), firmado por Ike and Tina Turner, pero en realidad un ¨¢lbum de Tina en solitario. Luego, ya en los setenta, viene una segunda etapa dorada, reducido a ayudante de John Lennon y George Harrison, antes de hundirse profesionalmente al intentar colaborar con Leonard Cohen y los Ramones.
?C¨®mo logr¨® prolongar su reputaci¨®n? Obviamente, hab¨ªa genialidad en la visi¨®n spectoriana del pop, pero vendi¨® menos discos que coet¨¢neos como Lou Adler, y sus grabaciones fueron culturalmente menos significativas que las de un Jerry Wexler, que adem¨¢s lidiaba con artistas complicados. En realidad, Phil fue un experto en autopromoci¨®n, con la fortuna de que sus esfuerzos fueran potenciados por un famoso reportaje de ¡°nuevo periodismo¡± que le dedic¨® Tom Wolfe a principios de 1965.
Conviene puntualizar que, cuando sus colegas celebraban la agudeza de Spector, no se refer¨ªan exclusivamente a su m¨ªtico Muro de Sonido, muy imitado a ambos lados del Atl¨¢ntico (escuchen los vol¨²menes antol¨®gicos de Phil¡¯s Spectre, en el sello Ace). Admiraban tambi¨¦n la independencia empresarial adquirida a trav¨¦s del sello Philles y ¡ªeso ya no se pod¨ªa confesar en voz alta¡ª su habilidad para generar derechos de autor a?adiendo su nombre al de los verdaderos compositores o firmando frusler¨ªas, generalmente instrumentales de dos minutos, que ocupaban la rentable cara b de sus singles.
Tras tanta adulaci¨®n, resulta asombroso que los supervivientes entre sus famosos admiradores no dieran un paso adelante para defenderle p¨²blicamente. En Spector no aparecen ni el indestructible Dion ni los ingenuos de Starsailor, cuyos choques en el estudio ni siquiera son mencionados (y eso que los brit¨¢nicos fueron los ¨²ltimos en grabar con ¨¦l, en 2002). En el mismo documental, choca la ausencia ¡ªcon dos o tres excepciones¡ª de la caterva de m¨²sicos, autores y disqueros que trabajaron con Spector: se hab¨ªa convertido en un paria.
Cierto que Spector s¨®lo trata su trayectoria musical de forma tangencial. Pronto se convierte en una versi¨®n deluxe de los casos del canal Court TV, con los habituales bustos parlantes de polic¨ªas, testigos y abogados. Pero la realizaci¨®n sugiere un rollo malsano, con las frecuentes tomas a¨¦reas del Castillo de los Pirineos, tenebrosa mansi¨®n en una loma de Alhambra, ciudad del condado de Los ?ngeles, donde resid¨ªa el productor y donde muri¨® Lana Clarkson en 2003.
Si ense?a algo Spector, es el terrible clasismo de Hollywood. La v¨ªctima era descrita constantemente como ¡°actriz de serie b¡±: el hecho de que no llegara a las grandes ligas explicaba aparentemente que, seg¨²n la defensa legal de Spector, decidiera suicidarse en la lujosa casa de un triunfador (?pillan la l¨®gica? Yo tampoco). Algo de eso se suger¨ªa en Phil Spector, la viperina pel¨ªcula que el dramaturgo David Mamet rod¨® para HBO en 2013, con Al Pacino y Helen Mirren.
Las excentricidades, como aparecer durante su juicio con pelucas cada vez m¨¢s incre¨ªbles, adquieren sentido. Es una manera de reafirmar que los millonarios del show business son extravagantes, vienen as¨ª de f¨¢brica y viven de manera diferente al resto de los mortales, amenazados por majaras y buscadoras de fortunas. Y, oiga, casi le funciona. Por dos votos, el jurado no lleg¨® a un veredicto un¨¢nime de culpabilidad. S¨®lo la tenacidad del fiscal, harto de que Los ?ngeles fuera visto como el lugar en que O. J. Simpson y otros famosos se libraban hasta de cargos de asesinato, llev¨® a que el juicio se repitiera. Esta vez, s¨ª hubo unanimidad. En 2009 fue sentenciado a un m¨ªnimo de 19 a?os de c¨¢rcel. Muri¨® mientras estaba cumpliendo condena, a principios de 2021.
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