Zar Amir-Ebrahimi, de estrella de culebrones en Ir¨¢n al exilio por un v¨ªdeo sexual y, finalmente, premio en Cannes

Cuando en mayo la iran¨ª Zar Amir-Ebrahimi (Teher¨¢n, 41 a?os) recogi¨® el premio a mejor actriz en el festival de Cannes por su trabajo en Holy Spider, la galardonada sinti¨® algo de justicia po¨¦tica. ¡°No se puede trabajar desde la venganza, pero con el galard¨®n en la mano, inconscientemente, s¨ª sent¨ª una reivindicaci¨®n¡±, contaba este pasado martes por videollamada desde Los ?ngeles, donde encara la promoci¨®n del thriller para los Oscar.

Hace 15 a?os que no pisa Ir¨¢n. Vive en Par¨ªs desde 2008, cuando huy¨® de su pa¨ªs natal tras filtrarse un v¨ªdeo sexual en el que aparec¨ªa ella y por el que fue condenada a 99 latigazos y 10 a?os de prisi¨®n. Holy Spider, que se estrena hoy viernes en los cines espa?oles, es un filme hecho desde la di¨¢spora por un director, Ali Abbasi, emigrado a Dinamarca, y por un reparto en el que se mezclaron actores iran¨ªes en el exilio y otros que viajaron desde su pa¨ªs hasta el rodaje en Jordania, donde se recre¨® la ciudad de Mashhad. Sin embargo, por encima de todo, es el final de un largo recorrido creativo, el de Amir-Ebrahimi, que se ha ganado la vida en Europa en lo que ha podido y reivindica el talento de alguien que en 2006 era una de las grandes estrellas de la televisi¨®n persa. Hasta que ocurri¨® lo que ella denomina ¡°mi historia especial¡±.

Holy Spider avanza al ritmo de otra mujer valiente, una periodista que se introduce en los bajos fondos de la ciudad santa iran¨ª de Mashhad, para atrapar a un asesino en serie que est¨¢ matando a trabajadoras sexuales, bajo la justificaci¨®n de que as¨ª limpia ¡°las calles de pecadores¡±. Entre 2000 y 2001, porque el guion se basa en hechos reales, el ¡°asesino de ara?as¡± estrangul¨® a 16 mujeres, hasta que fue atrapado. Su director, Ali Abbasi, reconoc¨ªa a EL PA?S en Cannes: ¡°Me ha costado muchos a?os sacar adelante el proyecto. Y cuando ¨ªbamos a rodar en Turqu¨ªa, el gobierno iran¨ª interfiri¨® en nuestros planes y volvimos a nuestra base inicial, Jordania, de donde hab¨ªamos huido por la covid. Con todo, mi mayor error inicial fue que no cont¨¦ como protagonista con Amir-Ebrahimi, que era mi directora de casting, porque ve¨ªa el personaje con un f¨ªsico m¨¢s contundente. Por suerte, la actriz contratada abandon¨® el rodaje a pocos d¨ªas de empezar y Amir-Ebrahimi la sustituy¨®, y us¨® toda su rabia contenida del pasado para construir a esta periodista, elevando la pel¨ªcula¡±.

Mi historia pasada la llevo tan interiorizada que no necesito ni resucitarla para que aparezca en mi trabajo

La actriz inicialmente elegida se baj¨® del proyecto porque se neg¨® a filmar una secuencia que hoy se ha convertido en ic¨®nica: cuando la periodista pierde el hiyab. Lo que en el estreno en mayo en Cannes era llamativo, hoy es un mensaje de apoyo a las mujeres que lideran la revoluci¨®n en las calles iran¨ªes desde el pasado mes de septiembre. ¡°Esta vez soy optimista con lo que ocurre en Ir¨¢n¡±, explica. ¡°Por varias razones. Primero, porque desde el principio se vieron en las manifestaciones tambi¨¦n hombres que luchaban por los derechos que reclamaban las mujeres. Eso es muy importante. Segundo, porque ya han pasado 40 a?os desde la revoluci¨®n que derroc¨® al Sha, y ahora hay una nueva generaci¨®n en las calles. Las anteriores, como la de mis padres, dec¨ªan que hab¨ªa problemas mayores que la imposici¨®n de usar el hiyab, probablemente porque a¨²n arrastraban el miedo de hace cuatro d¨¦cadas. Tercero, esa joven generaci¨®n, al no estar traumatizada, es valiente, no se va a dejar manipular por el Gobierno y ha sabido conectar con el resto del mundo. ?Qu¨¦ piden? Solo libertad, libertad para vivir. Y eso es contagioso hasta para mis padres. Llevar¨¢ su tiempo, pero ahora s¨ª, esta es la revoluci¨®n que triunfar¨¢¡±.

En la reivindicaci¨®n que sinti¨® Amir-Ebrahimi con el premio hay, asegura, varias capas: ¡°Lo primero, es que as¨ª se recompensaba a todas las iran¨ªes, mujeres que desaf¨ªan a su gobierno y luchan contra las injusticias como la que yo sufr¨ª. Y ese gobierno, por cierto, me ha borrado del audiovisual de mi pa¨ªs tras mi historia especial¡±. En 2006, cuando Amir-Ebrahimi, estrella de los culebrones iran¨ªes, hab¨ªa empezado su carrera en teatro y cine, se filtr¨® un v¨ªdeo de 20 minutos en el que se ve¨ªa a una pareja manteniendo relaciones sexuales en una peque?a habitaci¨®n. R¨¢pidamente, el hombre filmado hizo p¨²blica su identidad: era un asistente de producci¨®n que en el momento de la grabaci¨®n, 2004, estaba prometido con Amir-Ebrahimi, su pareja en esas im¨¢genes, y que asegur¨® que se hab¨ªa olvidado borrarlo cuando vendi¨® su port¨¢til. De aquellos 20 minutos se hicieron miles de copias del DVD y se filtr¨® por internet: una web de noticias iran¨ª calcula que solo en copias f¨ªsicas el negocio super¨® los cuatro millones de d¨®lares. La pel¨ªcula que iba a estrenar Amir-Ebrahimi, Trip to Hidalou, fue prohibida (y nunca ha llegado a verse en su pa¨ªs). La actriz, adem¨¢s, fue despedida y sustituida en todos sus proyectos en marcha, y se le prohibi¨® hablar en p¨²blico.

Desde el principio se vieron en las manifestaciones tambi¨¦n a hombres que luchaban por los derechos que reclamaban las mujeres. Eso es muy importante¡±

La investigaci¨®n no se centr¨® en la filtraci¨®n, sino en acusar a Amir-Ebrahimi, que huy¨® antes de que empezara el juicio. En absentia, la condenaron a 99 latigazos y 10 a?os de prisi¨®n y prohibici¨®n de por vida a actuar en el cine y la televisi¨®n iran¨ª. Su exnovio fue detenido en Armenia y deportado a Ir¨¢n, donde entr¨® en prisi¨®n. Hubo pol¨ªticos que incluso pidieron la ejecuci¨®n de la actriz (no de su expareja) en lapidaci¨®n p¨²blica, y se aprob¨® una ley que condenaba a pena capital a quien produjera material audiovisual sexual, incluso aunque fuera una grabaci¨®n privada. Con el tiempo se supo que el filtrador hab¨ªa sido, en venganza, otra estrella de la televisi¨®n iran¨ª, Majid Bahrami, que falleci¨® en 2014.

Exilio en Francia

Y por ello, Amir-Ebrahimi tiene pasaporte franc¨¦s. Ha trabajado en el teatro en Francia y en cine y televisi¨®n por toda Europa, adem¨¢s de producir y presentar un programa cultural para el servicio en fars¨ª de la BBC. Su relanzamiento mundial ha llegado con Holy Spider. ¡°Desde el guion sab¨ªamos que har¨ªamos ruido, y por mi historia especial sab¨ªa que provocar¨ªa la furia del Gobierno¡±, recuerda. ¡°Contiene un mensaje de esperanza y conmueve al p¨²blico de todo el mundo, que me agradece el trabajo. Es curioso, porque yo era la directora de reparto, algo que s¨¦ hacer bien porque no entiendo la interpretaci¨®n como una competici¨®n sino como una colaboraci¨®n. Abbasi y yo defendemos las mismas ideas y por eso conectamos bien, tras haber hecho yo las pruebas, junto a otras 50 actrices, al personaje protagonista. Y como responsable del casting llegu¨¦ a ver m¨¢s de 500 int¨¦rpretes distintos para el resto de los papeles¡±.

?Ha usado, como dice Abbasi, su pasado para construir el personaje? ¡°Bueno, no de manera consciente. Amo a mi pa¨ªs, entiendo que hablar de mujeres iran¨ªes no solo es centrarnos en ellas, sino hablar tambi¨¦n de vida y de libertad. Holy Spider ilustra la misoginia, de c¨®mo el r¨¦gimen controla el cuerpo de las mujeres. Yo lo sufr¨ª, mis compatriotas tambi¨¦n. Mi historia pasada la llevo tan interiorizada que no necesito ni resucitarla para que aparezca en mi trabajo. Mi experiencia tambi¨¦n me hizo entender qu¨¦ es ser buen periodista, si merece arriesgar la vida por ciertas cosas. Como periodista tienes una voz propia que puedes usar. Al final es una historia universal¡±.

Como el desequilibrio mundial que a¨²n existe entre hombres y mujeres. Cuando se le cuenta que en Espa?a, dos d¨ªas antes de la entrevista, hab¨ªan sido asesinadas en 24 horas cuatro mujeres en cr¨ªmenes de violencia machista, sonr¨ªe angustiada: ¡°Insisto, es una historia universal. Piensa en las pel¨ªculas que ves con asesinos en serie que persiguen mujeres. El n¨²mero de asesinadas es desgraciadamente a¨²n hoy gigantesco. Incluso en Francia pasa, y lo he visto en otros pa¨ªses. Estas pel¨ªculas son el espejo que refleja la sociedad, la cara m¨¢s brutal, la mayor de las debilidades del desequilibrio existente entre hombres y mujeres¡±.