Complejidad eres t¨²

Tal vez me suceda solo a m¨ª, pero creo que estas navidades lo complejo y la complejidad han sido t¨¦rminos al alza (con los pol¨ªticos hasta abusando de ellos), conceptos cada vez m¨¢s utilizados por todo dios. Podr¨ªa ser que hubi¨¦ramos comenzado a desconfiar de lo simple y estuvi¨¦ramos descubriendo que el mundo, como dec¨ªa Carlo Emilio Gadda, es un enredo, un ovillo, una mara?a, un ¡°sistema de sistemas¡± que se condicionan entre ellos, de modo que las cat¨¢strofes, como los acontecimientos felices, no vienen de una ¨²nica causa, sino de un sinf¨ªn de m¨²ltiples causas, que no son nunca consecuencia o efecto de una sola.

Lo complejo, en narrativa, por ejemplo, se traduce en multiplicidad, a veces mani¨¢tica: Gadda, hablando del risotto alla milanese y describiendo, uno por uno, individualiz¨¢ndolos, los granos de arroz revestidos en parte todav¨ªa por su envoltura (¡°pericarpio¡±).

El activista de la Multiplicidad es alguien que piensa que, tal como predijo Italo Calvino, hay un futuro en nuestro siglo para novelas complejas, enciclop¨¦dicas, con ansia de un conocimiento adquirido en la red infinita de conexiones entre los hechos.

Atr¨¢s quedaron las navidades, pero dejaron un cuento navide?o de A. G. Porta, que a primera vista parece sencillo, pero solo lo parece, porque, a medida que nos adentramos en su mod¨¦lico rastreo de cuentos navide?os, vamos descubriendo un mundo de sutilezas, de gallinas robadas, de misterios en los arrabales del cuento dickensiano y, entre carcajada y carcajada, acabamos horrorizados a un metro del abismo m¨¢s complejo. Es un cuento extenso, como tambi¨¦n su t¨ªtulo: Persecuci¨®n y asesinato del rey de los ratones representada por el coro de las cloacas bajo la direcci¨®n de un escritor fracasado.

Tras leerlo, he pensado en Bruno Galindo que en Equil¨¢tera le hace decir a una joven que la gente compleja necesita gente simple, pero la gente simple suele ser demasiado simple para la gente compleja. Y he pensado tambi¨¦n en todos aquellos que apoyaban la propuesta de Levedad para el futuro, reconvertidos en este siglo en activistas de la Multiplicidad, como yo. Hay incluso vecinos entre esos activistas. Ayer, uno de ellos, propenso a la frase t¨®pica, anunci¨® en un bar del barrio un discurso sobre lo mal que andaba el mundo. Pens¨¦ que hablar¨ªa de colapso demogr¨¢fico, emergencia clim¨¢tica, ascenso de los populismos¡­ Pero no, su mundo en mal estado lo formaban usureros, asaltantes de parlamentos, grandes tarados normales, personas normales, violadores normales, y dem¨¢s hijoputas.

Cada cual vive, en un absoluto presente subjetivo, su propio enredo global. Aunque el sentido del Enredo de nuestro tiempo ?no fue tambi¨¦n el mismo sentido que el del Ovillo global del ayer, construidos ambos con acumulaci¨®n de un vergonzoso pasado y v¨¦rtigo del vac¨ªo?

Lo que pasa, se?al¨® Borges, es que todas las cosas ¡°le suceden a uno precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos, y solo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire, en la tierra y el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a m¨ª¡±.