Peridis: ¡°La Edad Media vuelve siempre, est¨¢ en la guerra de Ucrania, en la covid¡±
Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez, arquitecto, dibujante, divulgador del rom¨¢nico y vi?etista de EL PA?S, publica una novela sobre Beato de Li¨¦bana, que auspici¨® en la Pen¨ªnsula en el siglo VIII los beatos, ¡°los c¨®mics de hoy¡±
Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez Gonz¨¢lez, siempre conocido como Peridis, ha publicado una novela sobre ¡°el artista espa?ol de m¨¢s categor¨ªa de la Edad Media, Beato de Li¨¦bana, hoy famoso a nivel mundial¡±, dice en su casa, en Madrid. ¡°Personaje fascinante¡±, fue un te¨®logo del siglo VIII que ha dado nombre a unos c¨®dices ilustrados, los beatos, ¡°de los que quedan una treintena en todo el mundo, la mayor¨ªa en Espa?a, pero tambi¨¦n los hay fuera, como en la Biblioteca Nacional de Par¨ªs, en bibliotecas de Estados Unidos¡¡±, se?ala Peridis mientras hojea el facs¨ªmil de uno de ellos, el Beato de Valcabado, cuyo original est¨¢ en la Biblioteca Hist¨®rica de Santa Cruz, de la Universidad de Valladolid. La relevancia de Beato, unido a que Peridis naci¨® hace 81 a?os en Cabez¨®n de Li¨¦bana (Cantabria), ¡°a cuatro kil¨®metros¡± del monasterio en el que mor¨® el religioso, y a que es dibujante, motiv¨® que se decidiera a contar sus vicisitudes en El cantar de Li¨¦bana (Espasa). Un libro en el que reivindica ¡°la visi¨®n ib¨¦rica que hab¨ªa en aquella ¨¦poca del bien y el mal, porque los beatos son parte de nuestra memoria¡±.
Sin embargo, no es una novela hist¨®rica, aclara el tambi¨¦n arquitecto, vi?etista de EL PA?S y gran divulgador del rom¨¢nico. Est¨¢ ambientada en la ¨¦poca actual, ¡°trata sobre una sexagenaria, Eulalia, que se ha quedado viuda y quiere dar algo de sentido a su vida, por lo que acude a un seminario en la Universidad de Valladolid sobre beatos, las m¨¢s prodigiosas creaciones iconogr¨¢ficas de la historia del arte occidental¡±, como los defini¨® Umberto Eco, recuerda Peridis. El semi¨®logo y escritor italiano es uno de los personajes con cameos en la obra, como la fot¨®grafa palentina Piedad Isla, fallecida en 2009, o el presidente de Cantabria, Miguel ?ngel Revilla. No obstante, Peridis, que tambi¨¦n ha ilustrado su libro, se lo dedica a las mujeres como Eulalia. ¡°Esas se?oras que sostienen la cultura porque llenan los teatros, las exposiciones, los conciertos, las conferencias¡ Es admirable, algunas son viudas, sus hijos ya no est¨¢n en casa, pero ellas se arreglan y quieren estar ¨¢giles, curiosas¡¡±.
Pese a una trama cercana, ¡°el libro no es f¨¢cil¡±, admite. En sus 480 p¨¢ginas hay historia medieval de Espa?a, disputas teol¨®gicas, arte rom¨¢nico¡ aunque como en sus anteriores obras, en su trilog¨ªa sobre la Reconquista, Peridis se ha entregado a la m¨¢xima horaciana de deleitar ense?ando. ?l es primero que ha aprendido de Beato, ¡°que probablemente naci¨® hacia el 730 y se sabe que huy¨® de C¨®rdoba, m¨¢s o menos con 40 a?os, a Li¨¦bana, zona cristiana, y que estaba bajo la f¨¦rula del arzobispo de Toledo, Elipando, primado de Espa?a¡±.
Pero Beato se rebela contra su jefe porque este, ¡°para tener una entente con los musulmanes¡±, que hab¨ªan invadido la Pen¨ªnsula en 711, ¡°adopt¨® la doctrina del adopcionismo, que sosten¨ªa que Jesucristo era hijo adoptivo de Dios, lo que desafiaba los fundamentos de la fe cristiana, como la divinidad de Cristo y su resurrecci¨®n¡±, explica. El monje se va de la Espa?a musulmana a un monasterio en Cantabria, hoy conocido como Santo Toribio de Li¨¦bana, ¡°donde vive hasta los sesenta o setenta a?os¡±. All¨ª se marca como misi¨®n refutar la doctrina de Elipando escribiendo ¡°en un lat¨ªn muy poco culto, seg¨²n los expertos¡±, sus c¨¦lebres Comentarios al Apocalipsis de San Juan. ¡°Como sus argumentaciones teol¨®gicas resultan muy farragosas y ¨¦l quer¨ªa llegar a todo el mundo eclesi¨¢stico, incluye en los pergaminos unas im¨¢genes muy potentes, cuasi psicod¨¦licas¡±.
Ha nacido el c¨®dice conocido como Beato de Li¨¦bana. ¡°Un corta pega maravillosamente ilustrado, aunque infumable para la lectura actual. Es un refrito porque Beato cog¨ªa una frase de un santo padre del Evangelio, aunque no dec¨ªa de quien, y a?ad¨ªa sus comentarios, pero tampoco aclaraba qu¨¦ parte del texto era suya y cu¨¢l no. Es un hombre que intenta nada menos que explicar lo que quer¨ªa decir el Apocalipsis¡±.
?Fue ¨¦l el artista que ilumin¨® ese y otros manuscritos? ¡°Mi impresi¨®n es que en el monasterio mont¨® un buen scriptorium en el que se hac¨ªan copias¡± (sala dedicada a este fin como la que puede verse en la pel¨ªcula El nombre de la rosa). ¡°Creo que fue el patrono de aquellos ilustradores. Esas obras eran como los c¨®mics de hoy, con un argumento, que Jes¨²s era hijo de Dios y que los que predicaban el adopcionismo son herejes. Beato escribe entre l¨ªneas, como se hac¨ªa en la Transici¨®n, porque no cita a su jefe ni al islam¡±.
La fe de Beato y su habilidad como comunicador lograron movilizar a Carlomagno y al Papa contra su superior, que acab¨® excomulgado. ¡°Y el libro se convierte en un best seller del que se har¨¢n copias a lo largo de cinco siglos, seguir¨¢ vigente gracias a las Cruzadas y la Reconquista, pero cada ilustrador crea sus propias im¨¢genes seg¨²n la ¨¦poca, como pas¨® con el Quijote, con lo que cada beato es distinto¡±. Curiosamente, el beato primerizo no se ha encontrado, aunque hoy quedan descendientes como el mencionado Beato de Valcabado, en Valladolid, o el Beato de San Andr¨¦s de Arroyo, en Par¨ªs, en la Biblioteca Nacional de Francia.
?Por qu¨¦ Beato, que muri¨® en torno al 800, se fij¨® con el Apocalipsis y no con otros textos sagrados para echar un pulso a Elipando? ¡°El Apocalipsis hab¨ªa sido un libro de resistencia en la ¨¦poca de Diocleciano¡±, emperador romano que persigui¨® con especial odio a los cristianos. ¡°Y como estamos en ¨¦poca de los musulmanes en la Pen¨ªnsula, Beato siente que su iglesia est¨¢ perseguida, que los cristianos eran ciudadanos de segunda¡±. El apocalipsis para estos bell¨ªsimos manuscritos lleg¨® con la desamortizaci¨®n, en el siglo XIX: ¡°Los conventos estaban en ruinas y antes de que se vinieran abajo, vend¨ªan su beato¡±.
Con esta, son cuatro novelas en las que Peridis escribe del medievo, al que le lleva siempre su amor por el rom¨¢nico, como tambi¨¦n hizo en los a?os que estuvo al frente de la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa la Real, para la conservaci¨®n del patrimonio. ¡°La Edad Media es el mundo cuando ¨¦ramos ni?os como sociedad, viv¨ªan muy pocos a?os¡±. En contra de lo que pueda parecer, no tiene una mirada rom¨¢ntica de aquel periodo que dur¨® 10 siglos, del V al XV, ¡°como s¨ª hizo Walter Scott, yo no habr¨ªa querido vivir en aquella ¨¦poca, me habr¨ªa muerto varias veces¡±.
¡°Fue una edad de mezclas¡±, contin¨²a, ¡°estaba el mundo romano como sustento, y luego los germanos, los normandos, los musulmanes¡ todo confluye en el Danubio y en los Balcanes casi hasta hoy. En algunas etapas fue una edad muy dura, con pestes terribles, sequ¨ªas, hambrunas¡ sobrevivir era una heroicidad porque la naturaleza estaba contra del hombre. Adem¨¢s, no hab¨ªa estructura de Estado y la guerra era una constante por las sucesiones de los reyes, y encima se met¨ªa por medio la religi¨®n¡±. Y asegura: ¡°La Edad Media vuelve siempre, est¨¢ en los conflictos, en la guerra de Ucrania, en la covid¡¡±.
Por suerte, no todo fue oscuridad entonces. ¡°Las luces fueron los beatos, las catedrales, Giotto, Petrarca¡¡±. Peridis apunta que de aquellas pobres gentes que malviv¨ªan en un valle de l¨¢grimas se podr¨ªa hoy aprender algo: ¡°El sentido que ten¨ªan de las tradiciones; compart¨ªan, hac¨ªan los caminos entre todos, compart¨ªan las alima?as, los incendios¡ Hab¨ªa una aproximaci¨®n personal grande dentro de que viv¨ªan de forma miserable¡±.
Babelia
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