¡®To Leslie¡¯, alcoholismo olvidable
La triste historia de esta mujer adicta, o la manera en la que la cuenta el director, deja indiferente en comparaci¨®n con pel¨ªculas cl¨¢sicas de la misma tem¨¢tica
Hollywood, tan pendiente en los ¨²ltimos tiempos de las cuotas para dignificar su negocio, acostumbra a incluir en sus nominaciones a los Oscar alguna pel¨ªcula fabricada por el cine independiente, o indie como le denominan los modernos. Y ah¨ª, como en el resto del cine, aparecen algunos t¨ªtulos interesantes y tambi¨¦n mucho celuloide olvidable o tonto. Eso s¨ª, rodado con poco dinero e inmensa libertad, orgulloso de la prestigiosa etiqueta que lleva consigo.
En este a?o sombr¨ªo para la cosecha estadounidense, tampoco se salvan las pel¨ªculas indies. Pero han logrado colar en el apartado de las mejores int¨¦rpretes femeninas a Andrea Riseborough, protagonista de To Leslie. Interpreta a una borracha. Y sabemos del amor ancestral que siente el Oscar hacia personajes que arrastran taras, o sufren locura, o est¨¢n en el l¨ªmite por sus penosas circunstancias f¨ªsicas o mentales. O sea, que podr¨ªan d¨¢rselo, aunque la l¨®gica asegure que el trabajo de la espl¨¦ndida Cate Blanchett en la retorcida T¨¢r no admite competencia.
To Leslie se centra en el vagabundeo a la b¨²squeda de un techo provisional a lo largo de Texas de una se?ora a la que a?os atr¨¢s le toc¨® la loter¨ªa y no solo se la fundi¨® en pasotes, sino que la envi¨® a la intemperie absoluta, por dentro y por fuera, buscando entre su muy agotado hijo, familia y antiguos amigos que la ayuden a pasar las noches (y tambi¨¦n los d¨ªas), que le ofrezcan una cama y una botella de whisky.
Sinatra, el supremo cantor de la soledad, afirmaba con incontestable lucidez que todo es v¨¢lido si te ayuda a pasar la noche. Y me resulta inevitable observando la desesperada historia de esta se?ora recordar las obras maestras centradas en el alcoholismo que nos ha dado el cine, pel¨ªculas tan cre¨ªbles como conmovedoras. Pensaba en D¨ªas sin huella, en D¨ªas de vino y rosas, en Fat City, en El buscavidas, en Otra ronda.
Qu¨¦ estremecimiento me otorgan aquellas palabras que escribe en su diario la novia del buscavidas Eddie Felson, la futura suicida en un hotel de Kentucky, que interpreta admirablemente Piper Laurie. Creo que escrib¨ªa algo como esto: ¡°Hemos firmado un contrato de mutua tristeza y una impenetrable oscuridad nos rodea¡±. Y bastantes lectores alucinamos con lo que ocurre en el cerebro del c¨®nsul Geoffrey Firmin, habitante de Cuernavaca, en esa impresionante novela titulada Bajo el volc¨¢n.
Pero no me ocurre nada parecido a lo que sent¨ª ante esas historias de alcoh¨®licos, siguiendo la ruta vital y mental de la tal Leslie. Le deseo encarecidamente que encuentre un refugio fijo, que espante definitivamente a sus demonios, que sea duradera y plena su relaci¨®n con el due?o de motel que le ofrece trabajo y amor, que la reconciliaci¨®n con su paciente y cansado hijo sea definitiva, pero su triste historia, o la manera en la que me la cuenta el director, me deja indiferente.
Los subidones y los bajones de la ciclot¨ªmica dama, aunque ella no vaya de quejumbrosa, no me afectan, no me tocan fibras sensibles. Acaba bien. Pues que le dure. Y es una tem¨¢tica que me interesa por haber conocido a fondo, para bien y para mal, el universo del alcohol. Pero solo me fascina en el cine cuando esas historias las narran los cl¨¢sicos. Con estilo, sentimiento y profundidad. Aqu¨ª est¨¢n ausentes. Se puede ver sin que te ocurra nada malo, aunque la olvido inmediatamente.
To Leslie
Dirección: Michael Morris.
Intérpretes: Andrea Riseborough, Marc Maron, Allison Janney, Andre Royo, Owen Teague.
Género: drama. EE UU, 2022.
Duración: 119 minutos.
Estreno: 3 de marzo.
Babelia
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