¡®T¨¢r¡¯: Cate Blanchett, maestro, maestra o lo que le echen
La rimbombante pel¨ªcula de Todd Field hipnotiza al espectador gracias a su genial protagonista, capaz de sacar adelante su encarnaci¨®n del poder con un personaje ambiguo y al l¨ªmite
En 2015, ya en lo alto de su carrera, Cate Blanchett demostr¨® por qu¨¦ es una actriz dispuesta a romper moldes con la videoinstalaci¨®n Manifesto, de Julian Rosefeldt, en la que se met¨ªa en la piel de 12 personajes diferentes, sosteniendo por s¨ª sola un collage con los manifiestos art¨ªsticos m¨¢s importantes del siglo XX. Blanchett ejerc¨ªa en aquella instalaci¨®n de m¨¦dium de pensamientos y frases lapidarias sobre el arte y la creaci¨®n que de alguna manera conectan directamente con el complejo personaje que interpreta en T¨¢r.
La pel¨ªcula, escrita y dirigida por Todd Field, convierte a Blanchett en la todopoderosa y carism¨¢tica directora de orquesta Lydia T¨¢r, un personaje de ficci¨®n que se adentra en los mecanismos perversos del poder y en el lado oscuro del talento. Un personaje que le ha valido la Copa Volpi del festival de Venecia, el Globo de Oro y ahora su octava candidatura a un Oscar, acercando su curr¨ªculo al de mitos como Katherine Hepburn, Meryl Streep o Bette Davis.
La inevitable pregunta que sobrevuela T¨¢r es por qu¨¦ una pel¨ªcula que habla del poder patriarcal no lo hace a trav¨¦s de un hombre sino de una mujer, concretamente una mujer lesbiana. ?Es simple cobard¨ªa o una manera de buscar la empat¨ªa del espectador y dejar as¨ª espacio a los grises de un debate maniqueo? En el filme, incluso se pueden escuchar los nombres de tres hombres poderosos de la m¨²sica cl¨¢sica se?alados por sus conductas inapropiadas: los directores de orquesta Charles Dutoit y James Levine y el tenor Pl¨¢cido Domingo. Tres hombres cuyo reflejo en la pantalla resulta tan ambiguo como la secuencia en la que Lydia T¨¢r ofrece una clase en la escuela de m¨²sica Juilliard que acaba convertida en una parodia sobre las nuevas generaciones y su conflictiva relaci¨®n con el canon.
Todas estas espinosas cuestiones quedan eclipsadas gracias a la decisi¨®n de poner a Blanchett en el centro absoluto de una pel¨ªcula que se sostiene sobre los hombros de una actriz que no interpreta a un personaje femenino, sino a un concepto: el del poder mismo. Lydia T¨¢r es un genio y una celebridad subida al pedestal de una de las orquestas m¨¢s prestigiosas del mundo. Un monolito cuya construcci¨®n personal y social un d¨ªa insospechado se empieza a resquebrajar. Blanchett no solo es capaz de lidiar con contradicciones de peso, adem¨¢s ha demostrado a lo largo de su carrera que puede enfrentarse a todo, ya sea a una pobre millonaria en bancarrota en Blue Jasmine, de Woody Allen, a un mito del cine cl¨¢sico como Katherine Hepburn en El aviador, de Martin Scorsese, a un icono universal como Bob Dylan en I¡¯m Not There o a la seductora criatura de Patricia Highsmith en Carol, ambas de Todd Haynes.
El enorme trabajo de Blanchett consigue que el espectador pase por alto la rimbombante y estirada puesta en escena de Todd Field para deleitarse con una solista entregada a la pompa de su personaje. T¨¢r est¨¢ situada en la escena de la ¨¦lite musical mundial y su protagonista es una ¡°maestro¡± ¡ªen masculino, como a ella le gusta¡ª especialista en la obra de Mahler que ahora est¨¢ al frente de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn. Un dato que ofrece pistas de la capacidad de trabajo y compromiso de esta actriz con su oficio es que para preparar al personaje perfeccion¨® a fondo su alem¨¢n y sus conocimientos de piano. Esa f¨¦rrea disciplina y autoexigencia son el m¨²sculo de una profesional kamikaze que no deja de sorprendernos ni con el riesgo de sus decisiones art¨ªsticas ni con su capacidad para llevarlas, como en este nuevo caso, a buen puerto. En sus casi tres horas de metraje, sin duda excesivas, T¨¢r invita a la reflexi¨®n impl¨ªcita en otras pel¨ªculas recientes surgidas al calor del movimiento Me Too, como Al descubierto o Ellas hablan, pero no para hablar de las v¨ªctimas, sino del monstruo, sin que humanizarlo signifique justificarlo o salvarlo. Al fin y al cabo, se trata de una pel¨ªcula que disecciona las mentiras del poder y su casta a trav¨¦s de un personaje tan s¨®rdido como fascinante, cuya complejidad y fatalidad le debe todo a una actriz ¨²nica y superdotada.
T¨¢r
Dirección: Todd Field.
Intérpretes: Cate Blanchett, Nina Hoss, Mark Strong, Noémie Merlant, Sam Douglas.
Género: drama. Estados Unidos, 2022.
Duración: 158 minutos.
Estreno: 27 de enero.
Babelia
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