Una oportunidad desaprovechada
Mario Alcalde, cogido violentamente, y Jos¨¦ Rojo son ovacionados en una noble novillada de Mayalde
Tardar¨¢ Jos¨¦ Rojo en encontrarse con un novillo como el segundo del hierro de Conde de Mayalde lidiado este domingo en la plaza de Madrid. En realidad, Jaro, que as¨ª se llamaba, aguardaba en los chiqueros para salir en quinto lugar, pero tras la devoluci¨®n del segundo titular, se corri¨® turno.
Humill¨® de salida, cumpli¨® sin m¨¢s en el caballo -donde le dieron poco por su aparente falta de fuerzas- y amag¨® con rajarse tras el tercio de banderillas. Un mal presagio que se difumin¨® r¨¢pidamente cuando el de Mayalde se arranc¨® con alegr¨ªa y franqueza al cite del novillero extreme?o.
No fue un animal fiero ni present¨® grandes complicaciones, pero s¨ª tuvo la exigencia de la clase. Hab¨ªa que ser muy buen torero para aprovechar esa oportunidad del destino y estar a la altura de esas treinta o cuarenta embestidas rebosantes de calidad. Jos¨¦ Rojo, sin embargo, se perdi¨® en un oc¨¦ano de pases acelerados y perif¨¦ricos, cimentando una labor en la que prim¨® la cantidad sobre la calidad.
Con el sobrero quinto, de Villamarta, que luc¨ªa dos afiladas puntas en todo lo alto, hizo m¨¢s de lo mismo y, adem¨¢s, se mostr¨® desconfiado. El utrero, que se movi¨® sin clase y corto recorrido, tampoco contribuy¨® al lucimiento.
M¨¢s destacable fue la actuaci¨®n de Mario Alcalde, todo un veterano del escalaf¨®n novilleril. Casi ocho a?os despu¨¦s de su ¨²ltima actuaci¨®n en Las Ventas, y ya con 31 a?os cumplidos, puso todo de su parte y acab¨® en la enfermer¨ªa tras una violenta cogida de la que sali¨® fuertemente dolorido, pero sin cornada.
El porrazo que le propin¨® el cuarto fue de los que te dejan postrado en una cama por los siglos. Tras mostrarse lucido y variado con el capote e intentarlo sin posibilidad de emoci¨®n frente al inv¨¢lido primero, quiso comenzar su segunda faena sin probaturas, al natural, m¨¢s all¨¢ de la segunda raya de picar, y el toro se le vino encima y lo atropell¨® sin compasi¨®n.
Desmadejado, desprovisto de la chaquetilla y casi sin poder tenerse en pie, volvi¨® a la cara de su oponente y dej¨® algunos retazos de personalidad toreando con la mano izquierda, desmayado y casi a pies juntos. El de Mayalde, tambi¨¦n de fondo encastado, mereci¨® m¨¢s, pero el torero no estaba en plenitud f¨ªsica. A la hora de matar no pudo apenas levantar el brazo para montar la espada y cobr¨® la estocada como buenamente pudo. Le pidieron la oreja, pero el presidente se mantuvo en el sitio.
Otra buena oportunidad se dej¨® ir Carlos Dom¨ªnguez en el tercero, tambi¨¦n noble y codicioso. Al igual que ante el serio, pero m¨¢s soso y deslucido sexto, dio infinidad de pases -casi todos fuera cacho- y no dijo nada. Madrid (a¨²n) no es Olivenza...
Conde de Mayalde/Alcalde, Rojo, Dom¨ªnguez
Cinco novillos de Conde de Mayalde, bien presentados, desiguales en los caballos y nobles en el último tercio; y un sobrero (5º) de Villamarta, bien presentado y deslucido. Destacó el notable 2º, de gran fijeza, movilidad y clase.
Mario Alcalde: estocada corta (palmas y sale a saludar); estocada algo trasera y desprendida (saludos tras petición de oreja).
José Rojo: estocada ligeramente trasera, perpendicular y atravesada _aviso_ (saludos tras leve petición); estocada (silencio).
Carlos Domínguez: media estocada caída y perpendicular (silencio); estocada corta baja y tendida perdiendo la muleta (silencio).
Plaza de toros de Las Ventas. Domingo, 16 de abril. Menos de un cuarto de entrada (6.566 espectadores, según la empresa).
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