Una nueva mirada al arte cl¨¢sico donde caben los sami, la comunidad LGTBI y el ecologismo: el Ateneum de Helsinki da la vuelta a su colecci¨®n
La instituci¨®n reorganiza su repertorio, levantado en el siglo XIX sobre los cimientos del nacionalismo, para abordar las cuestiones que definen a los finlandeses en el XXI
Hasta hace poco m¨¢s de un a?o, en la sala principal del museo nacional del arte cl¨¢sico finland¨¦s colgaban ¡ªcomo cabr¨ªa esperar¡ª las pinturas de algunos de los artistas insignia del pa¨ªs escandinavo. Paisajes n¨®rdicos majestuosos y sobrecogedores, atardeceres luminosos y familias felices al calor del hogar. Tambi¨¦n, eso s¨ª, escenas mitol¨®gicas con h¨¦roes viejos y supuestamente sabios que toman a mujeres contra su voluntad, ni?os sami (una minor¨ªa de Laponia) trazados con una pincela...
Hasta hace poco m¨¢s de un a?o, en la sala principal del museo nacional del arte cl¨¢sico finland¨¦s colgaban ¡ªcomo cabr¨ªa esperar¡ª las pinturas de algunos de los artistas insignia del pa¨ªs escandinavo. Paisajes n¨®rdicos majestuosos y sobrecogedores, atardeceres luminosos y familias felices al calor del hogar. Tambi¨¦n, eso s¨ª, escenas mitol¨®gicas con h¨¦roes viejos y supuestamente sabios que toman a mujeres contra su voluntad, ni?os sami (una minor¨ªa de Laponia) trazados con una pincelada ex¨®tica y figuras de rasgos compartidos, como una ¨²nica entidad homog¨¦nea. Aquellas obras, concebidas en una tierra que primero form¨® parte de Suecia y fue anexionada por Rusia en 1809, encapsulaban el s¨ªmbolo de la naci¨®n tal y como la concibieron sus pioneros en el siglo XIX. Entonces, una pieza fundamental para formar el retrato robot de lo finland¨¦s se perfil¨® desde el arte en el Museo Ateneum, creado en 1887 para albergar una escuela donde formar a los primeros creadores del pa¨ªs y que hoy guarda su m¨¢s destacada colecci¨®n de arte cl¨¢sico de entre los siglos XVIII y XX.
Al igual que la mayor¨ªa de las grandes instituciones culturales de Helsinki, el Ateneum se ubica en pleno centro de la capital, mano a mano con los principales edificios del poder. Y en el coraz¨®n del propio museo ¡ªalojado en un riguroso e imponente edificio de estilo neorrenacentista¡ª se desplegaban hasta hace poco aquellas pinturas ¨¦picas y empoderadoras de artistas como Eero J?rnefelt, Anton Lindforss y Akseli Gallen-Kallela. Tras varios meses cerrada por obras, la galer¨ªa reabri¨® el pasado 14 de abril con una nueva exposici¨®n permanente titulada Una cuesti¨®n de tiempo, una suerte de resurrecci¨®n concebida a partir de un ejercicio paralelo al que gest¨® sus or¨ªgenes: volver a analizar, desde la atalaya del siglo XXI, el estado de la identidad finlandesa. Tras la remodelaci¨®n, los cl¨¢sicos contin¨²an formando parte del recorrido, solo que ya no ocupan el espacio m¨¢s distinguido y ahora se exhiben acompa?ados de otras voces e im¨¢genes hist¨®ricamente ignoradas: pinturas de samis, jud¨ªos y gitanos y obras de creadores LGTBIQ como la pintora e ilustradora de lengua sueca Tove Jansson y el artista Magnus Enckell, as¨ª como representaciones de finlandeses de nuevo cu?o, llegados de otros rincones del planeta.
En la sala central, los paisajes idealizados y las im¨¢genes mitol¨®gicas han sido desplazados por pinturas y esculturas que remiten a la naturaleza y el da?o que los seres humanos le estamos infligiendo. La raza de cerdos que pint¨® Ferdinand von Wright en Cerdos y urracas (1875) se ha extinguido y cada vez se ven m¨¢s escu¨¢lidos aquellos tupidos bosques que plasm¨® Berndt Lindholm en su Interior de bosque (1882). Poco queda de la sociedad eminentemente agraria que captur¨® Hjalmar Munsterhjelm en Pastizal en H?me (1881). Por supuesto, como concede Timo Huusko, uno de los comisarios de la muestra, otorgar un lugar destacado a estas obras ¡ªflanqueadas, adem¨¢s, por algunas de las piezas m¨¢s modernas expuestas en el Ateneum, algunas del siglo XXI¡ª supone toda una ¡°declaraci¨®n de intenciones¡±. Las pinturas hablan con su lenguaje visual de la urgencia del mensaje ecologista pero tambi¨¦n, y ah¨ª se cierra el c¨ªrculo entre el origen del museo y esta nueva etapa, del papel de los museos a la hora de generar debate.
Como reconoce Huusko, si bien las incipientes cr¨ªticas a la nueva colecci¨®n permanente est¨¢n resultando generalmente positivas, ¡°algunos de nuestros visitantes, que han venido decenas de veces, no han recibido bien este cambio tan dr¨¢stico¡±. No se puede girar el tim¨®n sin salpicar a nadie. Junto con las visiones ampliadas de las personas y la naturaleza, se ha reservado una secci¨®n a la uni¨®n inextricable entre arte y poder, personificada en los donantes y gestores que han escrito las l¨ªneas del discurso del museo. La relaci¨®n de Finlandia con el exterior no solo queda reflejada en las influencias que asimilaron los artistas que viajaron por Europa, sino tambi¨¦n en los trabajos de creadores internacionales que ha ido atesorando la instituci¨®n, nombres como Paul C¨¦zanne, Marc Chagall, Paul Gauguin, Vilhelm Hammersh?i, Edvard Munch y Vincent van Gogh, de quien, a modo de curiosidad, el Ateneum fue el primer museo del mundo en comprar una obra (Calle en Auvers-sur-Oise, de 1890).
Salta a la vista que el nombre de la exposici¨®n permanente, Una cuesti¨®n de tiempo, va cargado de sustancia sem¨¢ntica. ¡°Nuestros predecesores del siglo XIX eran hijos de su tiempo, pero la sociedad finlandesa ya no es tan homog¨¦nea como antes¡±, afirma la directora del Ateneum, Marja Sakari. ¡°De hecho, en el siglo XIX tampoco era tan homog¨¦nea, pero esa es la narrativa que se erigi¨® en verdad. Sin embargo, cuando miramos a nuestra colecci¨®n desde un punto de vista contempor¨¢neo, las obras nos cuentan otra historia¡±.
A diferencia de otros lugares, en la Finlandia del siglo XIX a las mujeres s¨ª se les permit¨ªa estudiar arte y viajar para formarse. Junto con sus compa?eros, fueron asimilando las tendencias europeas del momento para incorporarlas a su mirada particular. A pesar de aquella inclusividad pionera, en la actualidad ellas solo conforman el 11% de la colecci¨®n del Ateneum, una contradicci¨®n que Sakari achaca al hecho de que, hasta no hace tanto, ¡°las juntas de adquisiciones estaban formadas solo por hombres, que o bien no quer¨ªan comprar a mujeres o bien no le daban importancia a la cuesti¨®n¡±. Para paliar el d¨¦ficit, el museo destina un presupuesto anual de unos 300.000 euros para incorporar trabajos de mujeres. Muestran especial inter¨¦s en la obra de Helene Schjerfbeck, una pintora realista venerada en el pa¨ªs escandinavo pero muy poco conocida m¨¢s all¨¢, que sin embargo ya ha derribado algunas fronteras: entre todos los artistas finlandeses, es quien mayor precio ha alcanzado en subasta y sus trabajos se mostraron fuera de casa en una gran exposici¨®n en la Royal Academy of Arts de Londres en 2019.
En apenas unas d¨¦cadas, los id¨ªlicos pueblecitos finlandeses enmarcados entre la nieve y los ¨¢rboles se transformaron en ciudades impulsadas al ritmo fren¨¦tico de la modernidad. La irrupci¨®n del hormig¨®n y la tecnolog¨ªa, determinante para el desarrollo del pa¨ªs, marcan otra de las paradas de la renovada colecci¨®n permanente del Ateneum, la que aborda los cambios radicales heredados del pasado siglo. ¡°Fue una ¨¦poca dualista, cargada de utop¨ªa y distop¨ªa, de grandes expectativas pero tambi¨¦n de desastres y desesperaci¨®n, y esa es la idea que quer¨ªa manifestar¡±, explica Ane Utriainen, la comisaria a cargo de esta secci¨®n de la muestra, que alcanza hasta los a?os setenta (a partir de esa fecha aproximada, recoge el testigo el museo de arte contempor¨¢neo Kiasma, cuya actual retrospectiva dedicada al barcelon¨¦s Daniel Steegmann Mangran¨¦ se trasladar¨¢ a partir de octubre al MACBA).
Los artistas finlandeses recrearon las muchas caras de la modernidad desde la panoplia de estilos que eclosionaron en el siglo XX: del expresionismo de Elga Sesemann a la abstracci¨®n de Birger Carlstedt y el pop de Mikko Jalavisto. ¡°De las 28.000 obras que conforman la colecci¨®n del Ateneum, 11.000 son de esa ¨¦poca, de modo que la cantidad de material para organizar la exposici¨®n era enorme¡±, agrega Utriainen, que destaca que m¨¢s de la mitad de esos trabajos est¨¢n realizados en papel. De entre los expuestos, algunas piezas abundan en un periodo muy politizado y poco estudiado del arte finland¨¦s, los a?os setenta, ¡°donde los artistas e incluso los profesores adoptaron ideas de extrema izquierda¡±. ¡°Estas obras re¨²nen las cualidades del arte pol¨ªtico tan importantes en nuestra ¨¦poca¡±, agrega la comisaria. ¡°Adem¨¢s, adquieren todav¨ªa m¨¢s relevancia si tenemos en cuenta que acabamos de tener elecciones y estamos a la espera de ver qu¨¦ administraci¨®n vamos a tener, parece ser que de extrema derecha¡±.