Inc¨®gnitas novilleriles

Quiz¨¢, no sea justa una excesiva exigencia a los novilleros por las escasas oportunidades que el negocio taurino actual les ofrece. La mayor¨ªa no viene a Madrid para refrendar una trayectoria, sino con la esperanza de que suene la flauta y un triunfo le sirva para darse a conocer y enfilar la carrera con una mejor perspectiva.

Dicho lo cual, el balance del festejo de esta tarde ha sido pobre, corto, y se supone que decepcionante para los propios novilleros, que no han sido capaces de pasear un solo trofeo ante una novillada muy bien presentada, noble y que ha posibilitado alg¨²n que otro triunfo.

V¨ªctor Hern¨¢ndez ya conoce el sabor del ¨¦xito en esta plaza y se le ve como un torero hecho, con oficio sobrado; ?lvaro Burdiel tiene maneras de torero caro y el franc¨¦s Lalo de Mar¨ªa, con pocos festejos en su haber, dio muestras de que le adornan condiciones para el futuro.

Pero ninguno ha dejado un recuerdo hondo de su paso por esta feria. Han dado la impresi¨®n de que son veteranos matadores de alternativa y no se les ha visto con esa desmedida ambici¨®n que se les debe suponer a los novilleros. Algo raro ha sucedido, para que no se les pueda ofrecer un suspenso, pero tambi¨¦n para que hayan desparramado por el ruedo algunas inc¨®gnitas que solo el porvenir podr¨¢ resolver. Pero una cosa est¨¢ clara: esa novillada de Fuente Ymbro mereci¨® que se le cortara m¨¢s de una oreja.

A V¨ªctor Hern¨¢ndez se le atisb¨® el mismo problema que se puso de relieve con Jorge Mart¨ªnez el martes pasado: que ya no es novillero, aunque siga en ese escalaf¨®n, que tiene oficio, hechuras y planta de torero, y esa condici¨®n resta m¨¦ritos a su labor.

Curiosamente, el lluvioso y desangelado ambiente de la tarde no se calent¨® hasta el inicio de la faena de muleta del cuarto novillo, cuando Hern¨¢ndez cit¨® desde el centro de ruedo con la intenci¨®n de dar un pase cambiado por la espalda, el animal acudi¨® presto, y le cambi¨® el viaje en el ¨²ltimo momento, d¨¦cimas de segundo antes de volar por los aires. Y no se inmut¨®, lo que demuestra su alto sentido del valor. Se movi¨® mucho ese novillo, el novillero anduvo algo embarullado y no pudo remontar el vuelo a pesar de unas ce?idas manoletinas finales. En el primero, noble y con calidad, traz¨® algunos muletazos con sabor, pero toda la faena estuvo impregnada de esa frialdad que persigue a los j¨®venes maduros que a¨²n no han dado el paso al escalaf¨®n de matadores de toros.

Burdiel, por su parte, tiene planta y buenas maneras art¨ªsticas. Maneja con buen gusto el capote, dibuj¨® una preciosa chicuelina en un quite al primero de la tarde y recibi¨® al quinto con una larga cambiada, cuatro ver¨®nicas con la pierna flexionada y una airosa revolera. Tras el brindis al tendido, inici¨® la faena de ese novillo con estatuarios de rodillas y cerr¨® con una trincherilla de corte exquisito. Y se mostr¨® firme en su lote, pero no hubo m¨¢s cuando se esperaba mucho.

Y el m¨¢s justificado, quiz¨¢, sea Lalo de Mar¨ªa, alto, elegante, con buen gusto, que se encontr¨® con los dos novillos m¨¢s aplomados del festejo y mostr¨® ganas y una buena actitud. Al entrar a matar al sexto recibi¨® un pitonazo en la nariz que pas¨® desapercibido para el p¨²blico, pero le produjo una abundante hemorragia, aunque no pas¨® a la enfermer¨ªa.

Marcos Prieto, Diego Valladar y Marc Leal saludaron tras vistosos pares de banderillas, m¨¢s jaleados por los tendidos que las actuaciones de los toreros de oro.