¡®Els encantats¡¯: desencanto sentimental y (des)encuentro personal de una joven madre

Frente a los guiones esquel¨¦ticos que aparentan decir mucho m¨¢s de lo poco que en realidad expresan, y a los libretos con exceso de escritura, en los que todo se cuenta, se verbaliza y se explica, he aqu¨ª un guion lleno de reveladores silencios, miradas verdaderamente expresivas y peque?os gestos que envuelven complejas interioridades. Un relato visual de exquisita puesta en escena, que trasciende la letra para abrazar un concepto tan b¨¢sico como en el fondo dif¨ªcil de lograr: el cine.

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Frente a los guiones esquel¨¦ticos que aparentan decir mucho m¨¢s de lo poco que en realidad expresan, y a los libretos con exceso de escritura, en los que todo se cuenta, se verbaliza y se explica, he aqu¨ª un guion lleno de reveladores silencios, miradas verdaderamente expresivas y peque?os gestos que envuelven complejas interioridades. Un relato visual de exquisita puesta en escena, que trasciende la letra para abrazar un concepto tan b¨¢sico como en el fondo dif¨ªcil de lograr: el cine.

Els encantats (Los encantados), tercera pel¨ªcula de ficci¨®n de Elena Trap¨¦, comandada por otra interpretaci¨®n may¨²scula de Laia Costa tras la de Cinco lobitos, desarrolla adem¨¢s un relato de joven mujer y madre con hombres al fondo que rompe cualquier expectativa, tanto en la estructura del relato como en el arco del personaje principal. La pel¨ªcula se abre de un modo ins¨®lito: un largo pr¨®logo en la ciudad, perfecto en la composici¨®n de su mirada, que muestra con sutileza y sin remilgos a una joven familia que se acaba de resquebrajar. Una situaci¨®n que Trap¨¦ y sus magn¨ªficos int¨¦rpretes muestran del modo m¨¢s sutil (el cabizbajo modo de caminar hacia el coche del padre, mientras la madre amarra en la sillita a la peque?a hija), con el exacto tono de desencanto en las conversaciones, y con la rendija abierta a una nueva vida en soledad, pero quiz¨¢ mucho m¨¢s placentera que la que se deja atr¨¢s: un matrimonio fracasado por unas razones que nunca se explican (para bien), pero en las que todo se entiende.

Los tard¨ªos t¨ªtulos de cr¨¦dito iniciales (?casi a los 20 minutos?) dan paso a un nuevo escenario, plenamente contempor¨¢neo en el cine espa?ol: el regreso al pueblo, donde quiz¨¢ se forj¨® un modo de ser, de sentir y de gozar, y a una sucesi¨®n de encuentros con personajes de toda edad y condici¨®n que, en esencia, tampoco le ayudan demasiado a ese examen de conciencia consigo misma, con un presente incierto y un futuro que ni siquiera se alcanza a vislumbrar. Y ah¨ª, de nuevo, Trap¨¦ escapa de los habituales manuales de guion, esos que acaban con cualquier posibilidad de extra?eza por parte del receptor de la historia. Un espectador que, a poco que se haya fijado en lo que ha ido viendo estos a?os, estar¨¢ a la espera del alivio postrero de esa madre ordenada hasta lo indecible, necesitada de cari?o y respeto, pero tambi¨¦n de libertad. A ese plano final tan habitual en el cine de hoy, con el personaje hundido en su desesperaci¨®n durante todo el metraje, que finalmente esboza una sonrisa que calma a la platea porque da a conocer que tendr¨¢ un futuro en paz consigo mismo.

Sin embargo, Trap¨¦ encarrila su magn¨ªfica propuesta desde otro lugar muy distinto: con un mon¨®logo al tel¨¦fono que, en lugar de cerrar frentes, abre otros a¨²n m¨¢s complejos, y alejados de cualquier manique¨ªsmo de g¨¦nero. Conformando as¨ª el resto de una vida que nunca dejar¨¢ de tener encrucijadas vitales en torno a las decisiones m¨¢s dr¨¢sticas que se puedan tomar, por ejemplo, en torno a la ruptura de una familia, o frente a hombres que la cagan casi en todo momento sin siquiera sospechar de qu¨¦ modo la est¨¢n cagando.

Las relaciones maternofiliales que dominan la pel¨ªcula se ven acompa?adas as¨ª de algo tan vaporoso pero tan decisivo como saber exactamente el momento en que no quieres compartir tu vida con una persona. Tras Blog (2010), estimulante pel¨ªculadechicas ambientada en la ESO, y Las distancias (2018), retrato de esa generaci¨®n de treinta?eros con las expectativas rotas y alergia a la madurez, alrededor de una joven embarazada, Trap¨¦ confirma su solidez femenina con un paso m¨¢s en Els encantats, la historia de una joven madre espa?ola de hoy en d¨ªa.