La fiebre del asfalto amenaza la Ciudad de los Muertos de El Cairo

La llanura que se abre a los pies de las colinas de Mokattam, al sureste de El Cairo, ha servido como un importante lugar de enterramiento desde que en el siglo VII llegaron a Egipto los conquistadores ¨¢rabes musulmanes. Entre las primeras figuras destacadas que se cree que yacen all¨ª se encuentra, de hecho, el comandante que dirigi¨® aquella campa?a militar y que acab¨® ejerciendo durante a?os como gobernador del pa¨ªs, Amr ibn al-As.

Desde entonces, sucesivos dirigentes de Egipto fueron expandiendo la necr¨®polis hasta convertirla en una vasta red de cementerios, tambi¨¦n conocidos como la Ciudad de los Muertos, que comprende dos grandes zonas ¡ªel camposanto sur y el del norte¡ª que se extienden conjuntamente unos 12 kil¨®metros y cubren unas 1.000 hect¨¢reas de superficie. Ahora, sin embargo, una parte importante se est¨¢ viendo desconfigurada y reducida a escombros debido a un agresivo proyecto de construcci¨®n de carreteras del Gobierno. Aunque apenas se han difundido detalles, los cr¨ªticos denuncian que los planes est¨¢n deformando su tejido urbano y su homogeneidad, y lamentan que se est¨¢n derribando cientos de tesoros de la arquitectura y el arte funerario isl¨¢micos.

En el laber¨ªntico interior de la necr¨®polis se erigen infinidad de tumbas y mausoleos, algunos de un gran valor art¨ªstico y arquitect¨®nico, y descansan distinguidas personalidades de la historia del pa¨ªs, incluida parte de la antigua realeza, adem¨¢s de pol¨ªticos, poetas, eruditos, escritores, militares y altos funcionarios del Estado. En 1979, algunos de estos cementerios fueron designados patrimonio de la humanidad por la Unesco como parte de El Cairo hist¨®rico.

En las entra?as de estos camposantos viven tambi¨¦n miles de familias de clases bajas, muchas desde hace generaciones, que, a lo largo de los a?os y pese a la falta de servicios, se han integrado de forma bastante org¨¢nica en este peculiar espacio urbano en el que no siempre es f¨¢cil distinguir d¨®nde acaba un hogar y d¨®nde empieza un peque?o mausoleo.

¡°Es una p¨¦rdida tremenda de un patrimonio hist¨®rico de hace 1.400 a?os¡±, subraya Galila El Kadi, arquitecta y jefa de investigaci¨®n del Instituto de Investigaci¨®n para el Desarrollo Sostenible de Par¨ªs. ¡°Es una p¨¦rdida por las tumbas de quienes desearon ser enterrados all¨ª; de la memoria de estos lugares; de su seguridad en su ¨²ltimo lugar de descanso y de paz¡±, lamenta la tambi¨¦n autora de Arquitectura para los muertos sobre la necr¨®polis.

Los objetivos de las autoridades egipcias incluyen aliviar el tr¨¢fico en El Cairo y facilitar la movilidad. Pero los esc¨¦pticos creen que estos planes son a menudo contraproducentes y benefician a una minor¨ªa. Y alertan de que se est¨¢n ejecutando a toda prisa, sin di¨¢logo vecinal, y que est¨¢n alterando la identidad de muchas zonas de la capital.

Las alarmas de los amantes del patrimonio de El Cairo saltaron primero en 2020, cuando la construcci¨®n de dos ejes viales caus¨® las primeras p¨¦rdidas notables en los cementerios, sobre todo en la necr¨®polis mameluca. ¡°La superficie cubierta por aquellas demoliciones es de 100 hect¨¢reas, que representan el 1% del total de todas las necr¨®polis, pero que es m¨¢s del doble que el cementerio de P¨¨re-Lachaise de Par¨ªs¡±, se?ala El Kadi.

Las demoliciones quedaron, sin embargo, aparentemente congeladas despu¨¦s de despertar una notable oposici¨®n popular en redes sociales y medios locales y de que la Unesco mostrara su preocupaci¨®n. Pero aquella suerte de tregua se rompi¨® hace alrededor de un mes, cuando las excavadoras se volvieron a poner en marcha. Ahora, las obras se est¨¢n concentrando en dos importantes cementerios al sur de El Cairo.

¡°El gobernador de El Cairo anunci¨®, antes de los ¨²ltimos derribos de mayo de 2023, que se demoler¨ªan 2.500 tumbas¡±, apunta El Kadi. ¡°Pero en realidad no podemos tener el n¨²mero exacto, porque eso requerir¨ªa de un estudio en los archivos de la gobernaci¨®n y no es posible en el contexto actual¡±, agrega.

Como los planes de las autoridades no son p¨²blicos, el criterio de demoliciones tampoco est¨¢ claro. En este sentido, parece que algunas de las tumbas m¨¢s emblem¨¢ticas no ser¨¢n derruidas. Pero entre las que ya se han tirado al suelo durante esta ¨²ltima campa?a figuran algunas notables, como la del primer presidente del Parlamento egipcio entre 1902 y 1909, Abdel Hamid Basha Saddiq, y uno de los cal¨ªgrafos m¨¢s c¨¦lebres del pa¨ªs, Abdullah Afandi Zohdi, seg¨²n una campa?a de la sociedad civil que est¨¢ haciendo un seguimiento.

¡°No tenemos un plan de lo que quieren hacer, no nos lo han dado, as¨ª que no lo sabemos exactamente¡±, cuenta Mostafa Elsadek, uno de los miembros m¨¢s destacados de la iniciativa que pide salvaguardar los cementerios hist¨®ricos de El Cairo. Elsadek tambi¨¦n critica el aparente criterio de las autoridades: ¡°Sabemos que no van a tirar monumentos hist¨®ricos, pero si hay una tumba que es muy art¨ªstica y tiene m¨¢s de 150 a?os y no se considera [legalmente] monumento hist¨®rico, es un problema¡±, se resigna.

El Kadi teme asimismo que los monumentos que se mantengan en pie, si lo hacen de forma aislada, se ver¨¢n afectados igualmente. ¡°Los monumentos registrados corren peligro por la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, las vibraciones de la circulaci¨®n del tr¨¢fico y el cambio de su entorno, al estar rodeados por una red de autopistas y carreteras¡±, alerta.

A ra¨ªz de la nueva campa?a de demoliciones, el grupo de arquitectos, historiadores y entusiastas del patrimonio de El Cairo, formado a finales de 2021 para documentar las tumbas que est¨¢n en peligro y reivindicar la importancia de conservarlas, se ha reactivado. Una petici¨®n en l¨ªnea ha recogido ya m¨¢s de 5.000 firmas, y la pol¨¦mica se ha vuelto a colar en redes sociales y en los programas de televisi¨®n m¨¢s populares del pa¨ªs.

Este grupo ha llegado a elaborar planes alternativos al proyecto de carreteras del Gobierno para evitar demoliciones. Pero Elsadek afirma que nunca les han considerado. Ante la negativa de las autoridades a dialogar, muchas familias que resid¨ªan en las zonas afectadas por las obras han aceptado ya ofertas del Estado para trasladarse a otras viviendas.

¡°Nosotros planteamos una alternativa inicialmente porque todav¨ªa no hab¨ªan retirado nada. Pero ahora est¨¢n quitando bastantes cosas. No estamos en condiciones de decirles que hay alternativas porque ya han empezado las obras¡±, nota Elsadek. Por este motivo, otra de las acciones emprendidas para intentar frenar las demoliciones ha sido acudir a los tribunales. A finales de mayo, el Centro Egipcio para los Derechos Econ¨®micos y Sociales (ECESR) present¨® una demanda administrativa contra las autoridades responsables de las necr¨®polis, incluidos el primer ministro y el gobernador de El Cairo, en la que se les exige paralizar las demoliciones y proteger el patrimonio.

¡°Es el ¨²ltimo intento que hacemos¡±, explica el destacado abogado de derechos humanos Malek Adly, director del ECESR. ¡°Estamos realmente preocupados porque el asalto a esta zona aument¨®¡±, constata, y ¡°nos dimos cuenta de que todos los intentos de la gente, las reclamaciones y quejas fracasaron, por lo que no ten¨ªamos m¨¢s camino que los tribunales¡±.

A la ra¨ªz de las cr¨ªticas, el presidente egipcio, Abdelfat¨¢ Al Sisi, inst¨® a mediados de junio a las autoridades competentes a construir un nuevo cementerio que acoger¨¢ los restos de ¡°los s¨ªmbolos y los grandes de Egipto¡± que ahora se encuentran en la Ciudad de los Muertos. El lugar en el que se construir¨¢ y los criterios para decidir qu¨¦ tumbas se van a trasladar est¨¢n todav¨ªa por definir, aunque lo m¨¢s probable es que est¨¦ fuera de El Cairo.