Los dioses mesoamericanos regresan con perspectiva descolonial, feminista y ¡®queer¡¯
La artista mexicana Naomi Rinc¨®n Gallardo expone en La Casa Encendida de Madrid su ¡®Trilog¨ªa Tzitzimime¡¯, tres obras audiovisuales que abundan en la tradici¨®n mitol¨®gica para abordar cuestiones como la destrucci¨®n del planeta y la identidad de g¨¦nero
A algunas de las criaturas que protagonizan las pel¨ªculas de Naomi Rinc¨®n Gallardo les chorrea sangre de las piernas. Llevan collares de los que penden manos, h¨ªgados, corazones. Hay brazos sin cuerpo que brotan de la tierra como gusanos serpenteantes y lagartos de lomo rugoso. V¨ªboras bic¨¦falas y extra?os p¨¢jaros negros. Pero no se trata de filmes de terror, ni de ciencia ficci¨®n o de superh¨¦roes. Las pel¨ªculas de esta creadora mexicana son obras de arte audiovisuales inspiradas en las opulentas leyendas tradicionales mesoamericanas. Las tres que pueden verse en La Casa Encendida de Madrid acompa?adas de m¨¢scaras y dibujos ¡ªVersos de porquer¨ªa, Soneto de alima?as y Eclipse¡ª conforman la Trilog¨ªa Tzitzimime, que toma su nombre de las deidades femeninas de la mitolog¨ªa mexicana que presagian el fin de los tiempos. Cargada de un mensaje descolonial, queer y feminista, la propuesta forma parte del ciclo anual Reivindicar la resiliencia, comisariado por el d¨²o de artistas lituanos Pakui Hardware, y puede verse hasta el 17 de septiembre.
Con su apariencia descarnada y aterradora, cadav¨¦ricas y feroces, las Tzitzimime se asimilaron en ¨¦poca virreinal a demonios o seres llegados del averno. Pero, en realidad, como explica Rinc¨®n Gallardo, su naturaleza original no es necesariamente castigadora, sino que esa visi¨®n surgi¨® como fruto de la influencia del catolicismo. ¡°Esa es la lectura que se ha impuesto¡±, subraya. ¡°Los espa?oles conquistaron M¨¦xico y trataron de interpretar las culturas, pero creo que es un error hacerlo desde esa l¨®gica binaria de castigo y redenci¨®n¡±. La idea ah¨ª encerrada, la de trascender el binarismo del blanco y negro, del hombre y mujer, que rige el pensamiento occidental, es la llave que abre las m¨²ltiples visiones de las obras de esta artista, cuyos trabajos se mostraron en el Pabell¨®n de M¨¦xico en la pasada Bienal de Venecia. ¡°Hay un intento de desafiar este pensamiento moderno colonial impuesto¡±, agrega, ¡°de desestabilizar los ¨®rdenes simb¨®licos de la colonialidad. A trav¨¦s de las Tzitzimimes podemos pensar que estamos en un momento de cataclismo planetario, de colapso. Son figuras que me han dado para contar m¨²ltiples historias desde el territorio que yo habito, que es el territorio mexicano, que se ha convertido desde hace m¨¢s de 15 a?os en un lugar que acumula muchas historias de violencia, de dolor, de injusticia y diferentes formas de guerra y necropol¨ªtica¡±.
Aunque las tres pel¨ªculas que forman parte de la exposici¨®n en La Casa Encendida componen una trilog¨ªa, cada una de ellas tiene una existencia independiente. ¡°Pero hay elementos que se repiten¡±, apunta la autora. Y detalla: ¡°Las tres tienen una relaci¨®n muy ¨ªntima con la muerte, con la idea del retorno de los muertos, de los muertos ind¨®ciles, que quieren volver a salir a la superficie porque tienen asuntos pendientes. Entonces, en las tres vamos a ver los brazos sin cuerpo que se levantan de la tierra. Es una figura del cine de horror de muertos que todav¨ªa tiene que regresar a reclamar algo. Y ac¨¢ los brazos se multiplican y digamos que se resisten a aceptar esa muerte necropol¨ªtica o prematura. En las tres hay personajes inspirados en diferentes mitos mesoamericanos, que aparecen en c¨®dices. De un tiempo para atr¨¢s me han interesado mucho las epistemes mesoamericanas, creo que tienen esa posibilidad de trascender la l¨®gica binaria del conocimiento moderno. En las tres se ven animales que han sido relacionados con el inframundo mesoamericano, criaturas de la noche. Y las tres tambi¨¦n aluden a deidades femeninas devoradoras¡±.
A trav¨¦s de esos referentes, revestidos con la est¨¦tica punk del ¡°hazlo t¨² mismo¡±, el colorido vibrante que define la est¨¦tica mexicana y un sentido del humor surrealista y cargado de iron¨ªa, la artista aborda cuestiones como la explotaci¨®n insaciable de los recursos de la tierra, la imposici¨®n virulenta de las leyes del heteropatriarcado y el aplastamiento de todo tipo de disidencia. Y no solo las aborda, sino que tambi¨¦n quiere ofrecer una contrapropuesta que mira al pasado, a las tradiciones ancestrales, para generar visiones rompedoramente contempor¨¢neas. ¡°El arte no tiene ninguna obligaci¨®n, pero como artista, como feminista, como sujeto queer, como alguien que se quiere sumar a desestabilizar los ¨®rdenes de la colonialidad, ese es mi imperativo¡±. Precisamente por ello, no cree que exponer su obra en Espa?a tenga una connotaci¨®n relevante. ¡°No creo en estas ideas de los estados-naci¨®n, sino que pienso que mi trabajo puedo resonar con diferentes pensamientos disidentes. Y eso es lo que me interesa¡±.
Babelia
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