Stefanos Levidis, investigador de Forensic Architecture: ¡°Aportamos pruebas para desconfiar de los relatos de los gobiernos¡±
Integrante del colectivo que denuncia injusticias sociales con t¨¦cnicas digitales y arquitect¨®nicas, finalista del premio Turner 2018, visit¨® el 30 aniversario del S¨®nar para charlar sobre violencia y migraci¨®n
¡°No vengas a Grecia de vacaciones, el mar est¨¢ lleno de cuerpos¡±, advierte uno de los ¨²ltimos tuits de Stefanos Levidis. Este ateniense de 34 a?os pens¨® que ser¨ªa arquitecto, pero mientras estudiaba la carrera entendi¨® que no estaba hecho para ¨²nicamente idear edificios. Involucrado con la crisis de refugiados griega desde hace casi una d¨¦cada, Levidids ejerce como investigador especializado en migraci¨®n en Forensic Architecture, el colectivo que denuncia injusticias contra los derechos humanos cometidas por la polic¨ªa, el ej¨¦rcito y las empresas en todo el mundo. Su trabajo, en el que intervienen innovadores profesionales de las artes visuales y espaciales y, en parte, investigadores criminales, ha sacado a la luz abusos de poder e incluso ha dado lugar a condenas penales. Este investigador del grupo, finalista del premio Turner de arquitectura en 2018, ha pasado por el 30? aniversario del S¨®nar en Barcelona para ofrecer una charla sobre violencia y fronteras en el S¨®nar +D.
Pregunta. ?C¨®mo funciona Forensic Architecture?
Respuesta. Es una forma de entender el mundo y el espacio. Si algo ha pasado, deja un rastro de pruebas. Como arquitectos, tenemos las herramientas para deshacerlo, volver a leerlo, entenderlo. Y es mucho m¨¢s f¨¢cil en la sociedad de hipervigilancia en la que vivimos: eventos violentos son grabados con c¨¢maras, tel¨¦fonos o subidos a las redes sociales. Nosotros aplicamos el modelado arquitect¨®nico para comprender la relaci¨®n entre esas im¨¢genes de forma l¨®gica y reconstruir el suceso, a?adiendo otras pruebas o documentos a los que hayamos accedido, para darle orden y sentido. Para eso sirve la arquitectura forense.
P. Su objetivo es la justicia social.
R. S¨ª, aportamos pruebas para desconfiar de los relatos de los gobiernos. Somos un equipo multidisciplinar de arquitectos, investigadores, periodistas, cineastas, artistas y desarrolladores de software cuyo ¨²nico objetivo es trabajar en equipo con la sociedad civil para investigar sucesos de violencia estatal. Incidentes donde comunidades han visto vulnerados sus derechos. Las pruebas y el an¨¢lisis espacial que aplicamos, enmarcado dentro de la Open Source Intelligence (OSINT), nos ayudan a ofrecer un contrarrelato.
P. Uno de sus proyectos ha llevado a los tribunales pruebas contra la condena a los seis encarcelados por el incendio del campo de refugiados de Moria en Lesbos (Grecia) en 2020.
R. Este proyecto lo coordin¨® mi compa?era Dimitra Andrisou. Nos contactaron los abogados que representaban a los acusados, que fueron arrestados pocas horas despu¨¦s del incendio porque el Gobierno griego quiso imponer una imagen de seguridad sin tan siquiera haber atendido a las pruebas forenses.
P. ?Y a qu¨¦ conclusiones ha llegado su investigaci¨®n?
R. Casi todos los materiales que conforman un campamento de refugiados, como el pl¨¢stico, son altamente inflamables. En los campamentos casi todos los d¨ªas hay incendios, pero este fue el que se propag¨® por todo el espacio. Y fue dise?ado para arrasar con ¨¦l. Las autoridades dejaron que se propagara. Nuestro an¨¢lisis prueba que el campamento no pudo haber sido quemado por seis personas solas.
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. Fue un d¨ªa de mucho viento. Podemos probar que el fuego se propag¨® por el patr¨®n del aire y que esas seis personas no pudieron provocar ese incendio por s¨ª mismas. El pasado mes de marzo viajamos hasta Lesbos para presentar las pruebas. Han pospuesto la vista hasta marzo de 2024. Desgraciadamente, esas seis personas seguir¨¢n esperando justicia otro a?o entre rejas. El tiempo es un arma que juega en su contra.
P. Usted coordin¨® la investigaci¨®n del asesinato del rapero y militante antifascista Pavlos Fyssas, su reconstrucci¨®n s¨ª que influy¨® a los jueces del caso.
R. Nos contact¨® la familia de Pavlos, que ten¨ªa acceso total a las pruebas y documentos judiciales que necesit¨¢bamos. Ellos intu¨ªan que la polic¨ªa no hab¨ªa hecho bien su trabajo ni al analizar las pruebas ni al sincronizar las grabaciones del incidente en el que miembros de Aurora Dorada asesinaron a Fyssas en septiembre de 2013. Nuestra investigaci¨®n hay¨® dos conclusiones cruciales: frente a la narrativa de los medios que establecieron que una simple discusi¨®n por f¨²tbol hab¨ªa acabado en su muerte (y que los asesinos resultaron, casualmente, ser miembros de Aurora Dorada), nosotros probamos que los asesinos llegaron coordinados desde su sede y que el ataque estaba planeado desde su central. En segundo lugar, probamos que la polic¨ªa ment¨ªa. Las fuerzas de seguridad ignoraron cinco minutos cruciales de su testimonio: dijeron que no pudieron evitar el asesinato, pero nuestra reconstrucci¨®n prob¨® que ellos ya estaban en el lugar de los hechos cuando empez¨® el ataque. Por suerte, la corte nos tom¨® en serio en esta ocasi¨®n y dict¨® una sentencia hist¨®rica en la que establec¨ªa que Aurora Dorada era una organizaci¨®n criminal.
P. ?No suelen hacerlo, lo de tomarles en serio?
R. Lo que hacemos es algo nuevo, no todos los juzgados est¨¢n abiertos a estas t¨¦cnicas. A una compa?era no le admitieron su reconstrucci¨®n del asesinato de Zak Kostopoulos, un joven activista LGBTQ y miembro de la comunidad drag queen de Atenas que fue asesinado a plena luz del d¨ªa en el centro de la ciudad. El v¨ªdeo no se pudo ver en el juicio, pero ella subi¨® al estrado y pudo relatar paso a paso nuestra reconstrucci¨®n de los hechos. A los jueces no les gustan los clips de reconstrucci¨®n. Creen que el montaje puede inducir a exhibir informaci¨®n falsa. Pero nosotros somos muy transparentes con nuestra metodolog¨ªa y los pasos que hemos tomado para llegar a nuestras conclusiones.
P. ?Cuesta reivindicarse como fuente fiable en estos tiempos de conspiranoia y desinformaci¨®n?
R. S¨ª, hace que nuestro trabajo sea m¨¢s dif¨ªcil, pero tambi¨¦n lo hace m¨¢s relevante. Necesitamos que las im¨¢genes hablen entre ellas de forma fiable con pruebas. Si fuese falso, se notar¨ªa demasiado.
P. Con la fiebre de consumo cultural por los cr¨ªmenes reales tanto en podcasts como en series documentales, ?no le asusta pensar que todo el mundo cree que puede resolver un crimen hoy en d¨ªa?
R. No veo true crimes, pero supongo que si la gente se ha enganchado es por la necesidad de validar la informaci¨®n porque han dejado de creer en muchas instituciones y en el relato de los medios. Yo creo en las t¨¦cnicas y herramientas para recopilar informaci¨®n p¨²blica, analizar los datos y correlacionarlos, convirti¨¦ndolos en conocimiento ¨²til. Y lo podemos hacer de forma comunitaria.
P. ?Cu¨¢l es su mecanismo de defensa frente al trabajo en esas investigaciones tan sensibles?
R. En Forensic Architecture recibimos talleres para gestionar el trauma y el trauma vicario. Tambi¨¦n tenemos protocolos para trabajar con material sensible. Por ejemplo, podemos enmascarar partes de v¨ªdeo para que no tengas que verlas una y otra vez mientras trabajas con ellas. Solo ver¨¢s material muy violento si es estrictamente necesario. En ese caso, solo una persona trabajar¨¢ con esas im¨¢genes. Procuramos protegernos mentalmente frente a la exposici¨®n continua de la violencia.
P. ?Existe alg¨²n suceso hist¨®rico al que le hubiese gustado aplicar sus t¨¦cnicas de arquitectura forense?
R. S¨ª, antes de que me uniese a Forensic Architecture, hubo un caso en Grecia. Alexandros Grigor¨®pulos, un chaval de 16 a?os, fue tiroteado por la polic¨ªa en 2008. Su caso provoc¨® una revuelta de protestas masiva. Por aquel entonces, viv¨ªa en Atenas. Me hubiese gustado saber todo lo que s¨¦ ahora para tener la capacidad de responder todas las dudas que gener¨® aquel caso.
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