Virginia Woolf en Valdemorillo, Disney en Bezana: dos rostros de la censura de Vox
Las tem¨¢ticas feministas o trans o un beso entre dos mujeres en una pel¨ªcula de animaci¨®n han movido a concejales ultras a cancelar representaciones teatrales o proyecciones cinematogr¨¢ficas
Tras las elecciones municipales y auton¨®micas del pasado 28 de mayo, la formaci¨®n ultra Vox ha accedido a diferentes ayuntamientos y gobiernos regionales de toda Espa?a. Con anterioridad a este aterrizaje, hab¨ªa habido actos de censura en el mundo de la cultura donde la formaci¨®n de extrema derecha formaba parte indirecta, con su apoyo, o directamente, de ejecutivos auton¨®micos.
Fue el caso, por ejemplo, de la cancelaci¨®n en diciembre en los Teatros del Canal, de la Comunidad de Madrid, de la obra de Paco Bezerra basada en la vida de Santa Teresa de Jes¨²s, o la pol¨¦mica, el pasado octubre, del vicepresidente de Castilla y Le¨®n, Juan Garc¨ªa-Gallardo, al criticar al festival de cine de Valladolid, la Seminci, al que acus¨® de promocionar ¡°la ingenier¨ªa de g¨¦nero y verde¡±, por dedicar una secci¨®n al cambio clim¨¢tico. El m¨¢s alto cargo institucional del partido ultra reclam¨® al Ayuntamiento de Valladolid, principal financiador del festival, que promocionara ¡°nuestra industria audiovisual¡± y apostara ¡°por el cine sin ideolog¨ªa¡±.
Pero desde la formaci¨®n de los nuevos gobiernos municipales los casos gotean: ha sido el caso de la censura, en la localidad madrile?a de Valdemorillo, sobre una obra teatral basada en el Orlando de Virginia Woolf, un cl¨¢sico de la literatura del siglo XX donde se trata el feminismo y la transexualidad. O sobre la pel¨ªcula de animaci¨®n Lightyear, con una secuencia en la que se besan dos mujeres, en Santa Cruz de Bezana, Cantabria. Adem¨¢s, Xavier Bob¨¦s denunci¨® ayer la cancelaci¨®n en Briviesca (Burgos) del espect¨¢culo dirigido y escrito por ¨¦l mismo y Alberto Conejero El mar: visi¨®n de unos ni?os que no lo han visto nunca, cuyo estreno estaba previsto en la localidad burgalesa para el 15 de julio. La obra trata sobre el maestro republicano fusilado en 1936 Antoni Benaiges. El docente prometi¨® a sus alumnos del pueblo de Ba?uelos de Bureba llevarles a ver el mar en Catalu?a en el verano de 1936, algo que no pudo cumplir al ser fusilado. El Ayuntamiento de Briviesca ha cambiado de manos tras las elecciones municipales: antes gobernaba el PSOE y ahora lo hace el PP con ayuda de los votos de Vox y Ciudadanos.
M¨¢s boxeo y paella y menos Virgina Woolf, Vox toma las riendas en Valdemorillo
Cuatro d¨ªas despu¨¦s de que el productor teatral Pablo Huetos hiciera p¨²blica una carta donde denunciaba el veto a la obra Orlando de Virginia Woolf en Valdemorillo, un espect¨¢culo deportivo patrocinado por el Ayuntamiento agitaba el pueblo. Se trataba de una pelea de boxeo de la categor¨ªa de los pesos superw¨¦lter entre Ali Modian, alias El Pr¨ªncipe ¡ªque form¨® parte de las listas del Partido Popular durante las elecciones¡ª, y un contrincante por determinar, a la que estaban invitados ¡°todos los p¨²blicos¡±. Los carteles de la pelea, que a¨²n siguen colgados en las paredes del pueblo, se convirtieron en el mejor resumen de la nueva ¨¦poca que comienza en Valdemorillo. Desde que el d¨ªa 17 de junio Vox y el Partido Popular sellaran su alianza, el nuevo equipo de gobierno dej¨® claro que la programaci¨®n cultural ser¨¢ supervisada.
El alcalde de la localidad de 15.000 habitantes de la sierra de Madrid, Santiago Villena, recibe en su despacho a EL PA?S visiblemente enfadado. Considera que se est¨¢ haciendo un mundo de una an¨¦cdota y que Valdemorillo es v¨ªctima de una embestida medi¨¢tica relacionada con las elecciones generales y acusa de ¡°deslealtad¡± a Huetos por no haberse comunicado con ¨¦l antes de airear a los cuatro vientos la cancelaci¨®n. ¡°Para que vea que no se trata de un veto ideol¨®gico y que no tenemos ning¨²n inconveniente en que se represente la obra, ponemos a su disposici¨®n la Casa de la Cultura para que se haga la obra, pero pag¨¢ndosela ¨¦l¡±.
¡°Niego totalmente ning¨²n tipo de veto ideol¨®gico. Es una mentira tremenda. Se trata de un recorte que tiene que ver con los presupuestos y el ajuste de cuentas que debemos hacer. Este es un Ayuntamiento peque?o que tiene que vigilar cada c¨¦ntimo¡±, explica.
Sin embargo, en el marco de la programaci¨®n del festival de noviembre, la compa?¨ªa de Huetos hab¨ªa propuesto dos obras, Orlando de Virginia Woolf y Teatropedia. Esta segunda obra, nunca cancelada, es mucho m¨¢s cara porque requiere el doble de gente, necesita mayor producci¨®n y son necesarios equipos t¨¦cnicos de luz y sonido que Orlando no requiere. ¡°M¨¢s o menos esta obra cuesta el doble que la primera. No tiene ning¨²n sentido suspender solo la obra m¨¢s barata¡±, explica Huetos. Tampoco cuadra con los recortes y la austeridad que, con motivo de la fiesta de San Juan, el alcalde repartiera paella y cerveza gratis a todos los vecinos.
Sobre el argumento de que no se trat¨® de una cancelaci¨®n porque, seg¨²n el alcalde, la programaci¨®n dise?ada era solo un ¡°borrador¡±, Huetos insiste en que intercambi¨® con los funcionarios del Ayuntamiento muchos correos previos y hasta un modelo de factura con los datos fiscales de la empresa para el abono del importe.
En cuanto al veto ideol¨®gico, Huetos explic¨® que la ma?ana del 26 de junio recibi¨® una llamada de una funcionaria que le aclar¨® que al nuevo equipo de gobierno ¡°no les gustaba nada eso de que una mujer se convirtiera en hombre¡±, explica. ¡°Cuando ped¨ª que me aclararan esto por escrito me lleg¨® un correo donde solo se detallaban temas presupuestarios¡±, a?ade. Seg¨²n los datos recogidos por EL PA?S, la representaci¨®n de Orlando tiene un coste aproximado de menos de 5.000 euros, pero gracias a un convenio, unas ayudas en marcha y una subvenci¨®n que hab¨ªa sido solicitada, el precio final para el Ayuntamiento era de unos 1.000 euros. Un coste similar al de la paella y cerveza gratis para todo el pueblo.
Muchas cosas han cambiado desde que el 17 de junio el Partido Popular y Vox cerraran su acuerdo de gobierno para garantizarse la mayor¨ªa absoluta en el Ayuntamiento de Valdermorillo. En las pasadas elecciones municipales, el PP obtuvo seis de los 17 concejales que tiene el Ayuntamiento y abri¨® la puerta a Vox que, con tres concejales le garantiza la mayor¨ªa absoluta.
En el reparto de carteras, Vox ocupa la de Turismo y Cultura, que est¨¢ en manos de Victoria Amparo Gil, ¡°una buena persona que no se ha enterado de lo sucedido porque ella sabe principalmente de turismo y rutas por la sierra¡±, seg¨²n explican algunas de las personas que colaboran con ella en el Ayuntamiento. Casi todas las miradas sobre la decisi¨®n est¨¢n puestas en Jorge Mirat, portavoz de Vox en el Ayuntamiento y segundo teniente de alcalde y el hombre que, seg¨²n fuentes municipales, mueve los hilos de Vox en Valdemorillo.
Vox apaga la luz LGTBI de Buzz Lightyear
Los ni?os de Santa Cruz de Bezana (Cantabria, 13.700 habitantes) se parecen a los de Kuwait o Arabia Saud¨ª en que no podr¨¢n ver a la comandante Alisha Hawthorne llegar a casa y darle un beso a su pareja. El gesto cari?oso, como tantas veces han visto ellos cuando sus pap¨¢s o mam¨¢s vuelven de la calle, lo protagonizan dos mujeres amigas de Buzz Lightyear, h¨¦roe de la ficci¨®n infantil con quien la factor¨ªa Pixar conquist¨® el espacio exterior y el espacio LGTBI en el cine de animaci¨®n. En Oriente Pr¨®ximo gobiernan reg¨ªmenes ultraconservadores; en la localidad c¨¢ntabra, PP y Vox, bajo cuyo mandato se ha retirado de la programaci¨®n veraniega la pel¨ªcula sin dar explicaciones. La alcaldesa (PP) responsabiliza a sus socios, callados tras quitar el t¨ªtulo.
Los tipos malos han sustituido a Buzz Lightyear y sus aventuras. En Bezana a¨²n hay carteles con la imagen de la pel¨ªcula eliminada, pero en el tabl¨®n de anuncios del Ayuntamiento ya cuelga el nuevo r¨®tulo para quien quiera verla este viernes en la plaza de las Margaritas. La regidora, Mar¨ªa del Carmen P¨¦rez Tejedor, ha desaparecido tras esta controversia y solo el s¨¢bado se defendi¨® en El Diario Monta?¨¦s porque ¡°en ning¨²n caso¡± se ha censurado por el beso l¨¦sbico ¡ªque hab¨ªa provocado ya las protestas de sectores ultraconservadores en EE UU¡ª y remiti¨® a su edil de Cultura, Javier Fern¨¢ndez (Vox), en silencio desde la pol¨¦mica: ¡°Mis concejales tienen absoluta autonom¨ªa para tomar decisiones que en principio no tendr¨¢n trascendencia en el d¨ªa a d¨ªa¡±.
Vox se ha negado a pronunciarse sobre el tema y el PP, pese a la insistencia telef¨®nica y presencial, no ha permitido a este peri¨®dico hablar con la alcaldesa. El exalcalde y ahora concejal socialista, Alberto Garc¨ªa Onand¨ªa, lamenta el episodio y recuerda que aunque el PP se?ale a la concejal¨ªa de ultraderecha, ¡°gobernar con Vox tiene estas cosas, las decisiones son de ellos, pero la responsabilidad es de la alcaldesa¡±. Este martes ha habido un pleno de urgencia sin opci¨®n a ruegos o preguntas, sin margen para consultas de la oposici¨®n, y P¨¦rez Tejedor y Fern¨¢ndez se han esfumado al concluir el pleno. El partido ultra ha impuesto su sello junto al PP en apenas una semana, obligando a retirar la bandera LGTBI los d¨ªas del Orgullo ¡ªluego se recoloc¨® solo por un d¨ªa¡ª.
El silencio consistorial contrasta con el esc¨¢ndalo social. Paseantes con la bandera de Espa?a en la mu?eca se muestran en desacuerdo con la decisi¨®n municipal. Vanessa Ins¨²a, de 42 a?os, tiene un hijo y una hija de 19 y 17 a?os y un beb¨¦ al que pasea junto a sus perros: ¡°Creo que los mayores ya son heterosexuales, pero al peque?o lo voy a educar en la igualdad y que sea feliz con quien quiera¡±. ¡°Es un horror, una estupidez, hay que darle normalidad al tema, es una realidad y no se puede tapar¡±, critica la c¨¢ntabra sobre el cambio cinematogr¨¢fico, harta de que la derecha ¡°est¨¢ prostituyendo la palabra libertad¡±.
Esta postura abunda en un parque cercano al Consistorio. Padres y madres con sus reto?os, como Javier Rumayor, de 33 a?os, critican la medida: ¡°En vez de progresar, retrocedemos¡±. Ver¨®nica Fern¨¢ndez tiene 17 y hace no mucho ve¨ªa las andanzas de Woody y Buzz en la m¨ªtica Toy Story: ¡°Es una tonter¨ªa, est¨¢ muy mal, lo hemos comentado en la familia y no lo entendemos¡±. El chico que la acompa?a, que declina dar su nombre, evita pronunciarse y cuando se le pregunta recela sobre la censura.
¡ªPero es un beso entre mujeres en una pel¨ªcula de dibujos animados.
¡ªIgual hay alg¨²n motivo m¨¢s.
Tres muchachos junto al polideportivo de Bezana prefieren no decantarse al plante¨¢rseles el tema: uno no lo sab¨ªa, otro lo critica y otro mira con suspicacia. M¨¢s clara se muestra Carmen Arana, de 14 a?os: ¡°Est¨¢ muy mal, en mis grupos de amigos hay algunos a los que no les gustan los LGTBI porque piensan que son diferentes¡±. Su madre, Cristina Velasco, de 42, defiende la ¡°educaci¨®n en igualdad¡± que le ha dado a su hija y cree normalizadas las relaciones entre hombres o mujeres. La clase de Paula Llorente, de 16, tambi¨¦n tiene chulitos que con talleres de Educaci¨®n sexual o feminismo reclaman ¡°el d¨ªa del hombre¡± o se dicen ¡°respetuosos¡± con la comunidad homosexual, siempre que no se expresen en sus proximidades. ¡°Es muy sutil todo, pero no es nada raro un beso entre mujeres en una peli. No sigo mucho la pol¨ªtica, pero me asusta Vox¡±, sostiene Llorente. Leticia Mazo, de 24, se sorprende ante la controversia que ha le¨ªdo en los peri¨®dicos del estanco donde trabaja. Su respuesta, poner cara de disgusto y encogerse de hombros: ¡°Es para ni?os, son solo dos t¨ªas d¨¢ndose un beso¡±.
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