Algo pasa en el c¨®mic portugu¨¦s
¡®Balada para Sophie¡¯, que se adaptar¨¢ como serie en Estados Unidos y tuvo cuatro nominaciones a los Eisner, se ha convertido en el s¨ªmbolo de la edad dorada del g¨¦nero en Portugal con m¨¢s de 200 autores y 70 editoras
Lo que hoy se observa en el Mediterr¨¢neo, con inmigrantes tratando de alcanzar pa¨ªses donde construirse una vida mejor, ocurri¨® por tierra en Portugal hace poco m¨¢s de medio siglo. Entre 1960 y 1974 sali¨® del pa¨ªs casi un mill¨®n y medio de emigrantes (el 16% de la poblaci¨®n). Muchos lo hicieron sin documentos y cruzaron las fronteras ilegalmente, a veces enga?ados por compatriotas que se enriquec¨ªan con la necesidad de los dem¨¢s. Como Mario, el protagonista del c¨®mic Los portugueses, publicado en mayo en espa?ol por Ponent Mon, que es abandonado por su pasador antes de cruzar los Pirineos.
La salida del tebeo coincide con un momento dulce de la banda desenhada en Portugal, donde aumentan los t¨ªtulos publicados, las editoriales y los lectores. Paulo Monteiro, dibujante y director del Festival Internacional de Banda Desenhada de Beja, calcula que hay unos 200 autores en todo el pa¨ªs. ¡°La mayor parte¡±, puntualiza en un correo electr¨®nico, ¡°se dedica al c¨®mic por la noche, cuando toda la gente duerme y la casa queda en silencio. Todos los d¨ªas un poquito porque al d¨ªa siguiente tienen el trabajo ¡®serio¡¯ para pagar sus facturas. No se vive del c¨®mic, se vive para el c¨®mic¡±.
Mario es un personaje de ficci¨®n donde el guionista francoluso Olivier Afonso ha condensado la historia de su padre y la de cientos de miles de compatriotas que vivieron en chabolas mientras peleaban por encontrar un lugar en el sue?o europeo. ¡°La vida pertenece a las personas y yo ten¨ªa la sensaci¨®n de robarles algo, por eso prefer¨ª inventar una historia a partir de toda la informaci¨®n¡±, explicaba Afonso durante la pasada edici¨®n del festival de c¨®mic Amadora BD, que se celebra en el distrito de Lisboa. ¡°A la gente no le gusta mucho hablar de aquel pasado, ten¨ªan pudor. Ven¨ªan de una dictadura¡±, destacaba.
Mario huye a Francia para evitar tener que participar en la guerra colonial en Angola, uno de los tres conflictos b¨¦licos que ten¨ªa Portugal en los setenta en ?frica. Un mundo sobre el que el dibujante Chico, nombre art¨ªstico de Aur¨¦lien Ottenwaelter, lo desconoc¨ªa todo a pesar de haber compartido escuela con ni?os lusos. ¡°Muchos franceses conocemos a portugueses, pero no la historia de los portugueses¡±, subrayaba Chico.
La emigraci¨®n era la ¨²nica v¨ªa para escapar de un r¨¦gimen que prohib¨ªa la palabra sociolog¨ªa y la Coca Cola, que mandaba a miles de j¨®venes a matar y morir en las colonias africanas y que contaba con una red de 20.000 informadores de la polic¨ªa pol¨ªtica que hac¨ªa que nadie se fiase de nadie. Hab¨ªa muchas razones para irse de Portugal antes de la Revoluci¨®n de los Claveles de abril de 1974. Esa mezcla de desesperaci¨®n por Portugal y esperanza por Europa est¨¢ en Los portugueses.
El tebeo de Afonso y Chico se suma al creciente aceler¨®n del c¨®mic en Portugal. De alguna forma, el mercado luso asiste a un fen¨®meno similar al ocurrido en Espa?a. Si la publicaci¨®n en 2007 de Arrugas, de Paco Roca, y Mar¨ªa y yo, de Miguel Gallardo, se pueden considerar la catapulta del boom de la novela gr¨¢fica espa?ola, otro tanto ocurri¨® en 2020 en Portugal con la salida de Balada para Sophie, de Filipe Melo y Juan Cavia. Al a?o siguiente, el c¨®mic se public¨® en Espa?a, en la editorial Norma, y en Estados Unidos, en el sello Top Shelf. ¡°Se podr¨ªa considerar una de las primeras, o incluso la primera novela gr¨¢fica portuguesa¡±, indica Paulo Monteiro.
Si la primera tirada de la obra desapareci¨® de las tiendas en seguida, la nominaci¨®n para cuatro Eisner en la Comic-Con de San Diego de 2022 fue la consagraci¨®n definitiva. Ser¨¢, adem¨¢s, convertido en una serie de televisi¨®n en EE UU. ¡°Fue una tempestad perfecta que yo no me esperaba. Lanzamos el libro durante el confinamiento, cuando la gente ten¨ªa m¨¢s disponibilidad para leer¡±, recordaba el guionista Filipe Melo, tambi¨¦n pianista como los protagonistas de la historia, en el festival Amadora BD.
Balada para Sophie es un libro sobre el remordimiento, que revive la historia entre dos pianistas de or¨ªgenes sociales dispares mediante la entrevista que uno de ellos concede al final de su vida a una periodista. Melo considera que, al igual que anteriores c¨®mics, aborda el gran tema de la redenci¨®n, muy presente en su obra Los Vampiros, sobre la guerra colonial portuguesa en ?frica. Cavia y Melo comenzaron a trabajar juntos en 2008. A pesar de que uno vive en Lisboa y otro en Buenos Aires y de que tienen otras actividades en el cine y la m¨²sica, han logrado sacar adelante siete ¨¢lbumes, donde las historias a menudo se caldean en contextos hist¨®ricos dif¨ªciles, como vuelve a ocurrir en Comer/Beber, publicado en 2021.
¡°Balada para Sophie result¨® el m¨¢s complejo, con un proceso largo de escritura para encontrar una ¨¦pica y una nostalgia determinada¡±, se?alaba el dibujante Juan Cavia en Amadora, donde el guionista Melo toc¨® el piano que se incluy¨® en una exposici¨®n dedicada al libro. Este a?o se ha publicado tambi¨¦n en Portugal el integral As aventuras completas de Dog Mendon?a e Pizzaboy, con todos los t¨ªtulos de la serie de aventuras protagonizada por un hombre lobo, un repartidor de pizzas, un diablo con seis mil a?os de edad y la cabeza de una g¨¢rgola que populariz¨® al t¨¢ndem Melo/Cavia a partir de 2010.
El tir¨®n del c¨®mic es evidente para Catarina Valente, que dirige el festival BD Amadora, fundado en 1990 por iniciativa de la C¨¢mara Municipal y concebido por Vasco Granja, un aficionado a los tebeos que se inspir¨® en el certamen franc¨¦s de Angulema y aprovech¨® sus contactos all¨ª para traer a Portugal a autores m¨ªticos como Hugo Pratt o Art Spiegelman. ¡°Hay varias se?ales de que estamos en un pico como la inversi¨®n de las editoriales literarias en c¨®mic, sobre todo en manga, y el inter¨¦s creciente del p¨²blico joven¡±, considera Valente, que ha visto como se han triplicado las visitas colectivas de colegios y facultades al festival que dirige y que este a?o celebrar¨¢ su 34? edici¨®n del 19 al 29 de octubre.
Otra cita hist¨®rica se celebra en Beja, una localidad del Alentejo que abraz¨® el c¨®mic hace 18 a?os. La C¨¢mara Municipal organiza un festival, que dirige el dibujante Paulo Monteiro. ¡°Y ya se sabe que los mejores festivales son los dirigidos por dibujantes¡±, comenta el autor de La balada del norte, Alfonso Zapico, que ha participado en algunas ediciones. Beja abri¨® tambi¨¦n una ¡°bedeteca¡± en 2005, donde se organizan exposiciones y talleres, y proyecta la apertura de un museo dedicado al c¨®mic.
Crecen tambi¨¦n los festivales especializados y el espectro tem¨¢tico de obras. En un mercado peque?o como el portugu¨¦s hay m¨¢s de 70 editoras (profesionales y aficionadas) dedicadas a todos los formatos, del libro al fanzine. ¡°No s¨¦ si podemos hablar de una revoluci¨®n¡±, apunta Monteiro, ¡°tal vez sea exagerado, pero sin duda estamos pasando por un bello momento¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.