Recuperado un valioso manuscrito del siglo XVI robado hace 40 a?os en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial

A finales de los a?os ochenta, un grupo de antiguos estudiantes del Real Centro Universitario Mar¨ªa Cristina sustrajo de la bas¨ªlica del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial varias hojas de uno de los 221 cantorales ¨Dmanuscritos musicales de gran formato¨D que Felipe II orden¨® hacer para el coro del cenobio. La Polic¨ªa Nacional ha encontrado ahora uno de ellos, en concreto el que se correspond¨ªa con el folio 8 del llamado Cantoral 140. Lo pose¨ªa un particular que reside en Murcia.

La pieza recuperada es un ¡°pliego de pergamino con inscripciones en letra g¨®tica y notaciones musicales fechado en el siglo XVI¡±, seg¨²n una nota policial. Las investigaciones comenzaron cuando los agentes recibieron la informaci¨®n del robo ocurrido hace 40 a?os. Se localiz¨® as¨ª a la persona que pose¨ªa uno de estos documentos sustra¨ªdos, que fue depositado en dependencias policiales y, posteriormente, entregado al monasterio madrile?o.

El cantoral del que se arrancaron los pergaminos estaba compuesto por 58 hojas paginadas, adem¨¢s de otras tres sin numerar que contienen el Veni Creator ¨Dhimno en honor del Esp¨ªritu Santo¨D en la profesi¨®n de un novicio o momento en que el aspirante decid¨ªa aceptar el ingreso en la vida religiosa.

Esta colecci¨®n de libros corales fue realizada por distintos escritores, miniaturistas y encuadernadores. Felipe II quer¨ªa dotar al monasterio de una gran colecci¨®n musical, que inclu¨ªa cuatro imponentes ¨®rganos construidos por el flamenco Gilies Brevoz. El monarca fue, adem¨¢s, un gran bibli¨®filo, lo que le llev¨® a adquirir un importante conjunto de libros corales y a encargarlos a partir de 1564.

Los libros de coro o cantorales son los piezas de gran tama?o en los que aparecen escritos salmos, ant¨ªfonas o misas que se interpretaban en el coro. El canto que se usaba es el llamado gregoriano, originario de los primeros siglos del cristianismo. Espa?a e Italia fueron los dos pa¨ªses en los que se produjo un gran desarrollo de este tipo de obras. El poseerlas daba un gran prestigio, por ello en el siglo XV casi todos los centros religiosos contaban con ellas, seg¨²n el estudio Seis cantorales de la ¨¦poca de Felipe II, de Mercedes Moreno Gonz¨¢lez, de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares.

Para elaborar estas obras se utilizaban pergaminos que, en el caso del monasterio escurialense, fueron tra¨ªdos de Valencia por el mercader Dami¨¢n Exarque, ¡°que los ofreci¨® a buen precio y calidad¡±. Los libros corales de la biblioteca de San Lorenzo fueron escritos por diferentes maestros cal¨ªgrafos, como Crist¨®bal Ram¨ªrez, quien empez¨® a prepararlos el 21 de junio de 1566. Otros de los maestros que participaron en las obras fueron Francisco Fem¨¢ndez, Pedro Salaverte y Pedro G¨®mez. ¡°La mayor¨ªa de los escritores contaban con una gran experiencia en la escritura de libros de coro, adquirida en otros escriptoria de gran prestigio, lo que sin duda debi¨® de influir en el monarca para contratarlos¡±, afirma Moreno Gonz¨¢lez.

La decoraci¨®n de los ejemplares corr¨ªa a cargo de los miniaturistas o iluminadores, quienes eran capaces de realizar verdaderas obras de arte. No se limitaban ¨²nicamente a trazar letras florales o adornos geom¨¦tricos, sino tambi¨¦n aut¨¦nticas escenas que reproduc¨ªan temas sobre festividades o pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento.