Gu¨ªa de lectura de Jon Fosse, el nuevo premio Nobel de Literatura
El escritor noruego es un autor independiente, alejado de modas y man¨ªas, con una intensidad narrativa y una profundidad poco habituales
Seg¨²n los acad¨¦micos del Nobel de Literatura, Jon Fosse ha recibido el galard¨®n ¡°por sus obras innovadoras y su prosa que dan voz a lo indecible¡±. El premio es una buena noticia para la literatura. Un autor independiente, alejado de modas y man¨ªas, con una intensidad narrativa y una profundidad poco habituales. Estamos ante una de las voces literarias m¨¢s interesantes y vers¨¢tiles del mundo. Su prestigio como dramaturgo es incuestionable. La verdad habla mediante el enga?o. Algunos lo llaman el nuevo Ibsen, es el dramaturgo noruego m¨¢s representado despu¨¦s del gran Henrik. Sus obras teatrales tienen poco que ver con el drama tradicional. M¨¢s que la acci¨®n externa, son los conflictos y las tensiones internas los que impulsan el drama. De un modo po¨¦tico que se ha dado en llamar teatro posdram¨¢tico. Las emociones son tratadas con austeridad y una feroz simplicidad po¨¦tica.
Las novelas de Fosse no se quedan a la zaga. Las m¨¢s importantes ya han sido traducidas al castellano, as¨ª como a decenas de otros idiomas. Hablan de la religi¨®n, el arte y el alcohol. Tambi¨¦n de experiencias m¨ªsticas no buscadas. El lector encontrar¨¢ en ellas ese temor y temblor tan caracter¨ªstico de la literatura escandinava. Fosse no solo ha logrado crear un estilo propio, sino casi una nueva forma literaria, m¨¢s vanguardista que experimental.
Fosse significa en noruego cascada. Procede de un pueblo con ese nombre que est¨¢ presidido por un torrente de agua que desde lo alto se desploma sobre el fiordo. Lo que cae del cielo es importante en todas sus novelas. Fosse, adem¨¢s, es heter¨®nimo de uno de sus grandes personajes, Asle. Viste como ¨¦l, imita sus ademanes y comparte algunos de sus h¨¢bitos. Su prosa est¨¢ despojada de todo adorno. Aunque lista entre sus influencias a Samuel Beckett, Georg Tarlk y Thomas Bernhard, sus personajes me recuerdan a El extranjero de Camus o El T¨²nel de S¨¢bato. Su estilo, con sus juegos hipot¨¢cticos y sus fraseos repetitivos, reivindica la musicalidad, tiene algo de Beckett, de Joyce y de Bernhard. Entre los pliegues de sus oraciones prosa se adivina el silencio. Ese que Fosse conoci¨® en su juventud, cuando se sentaba en silencio junto a los cu¨¢queros.
En Espa?a, su gran obra, Septolog¨ªa, ha sido publicada por De Conatus en cuatro vol¨²menes, gracias a la visi¨®n de Silvia Bardel¨¢s y las magn¨ªficas traducciones de Cristina G¨®mez Baggethun y Kristi, su madre. El mismo sello ha publicado tambi¨¦n Trilog¨ªa, un libro hipn¨®tico, de una prosa sencilla y directa, que bien puede servir de introducci¨®n al autor. Lo biogr¨¢fico se entrelaza con una realidad de corte on¨ªrico, centrada en un primer amor y una pareja de adolescentes que intenta sobrevivir en un mundo hostil. M¨¢s recientemente, en coedici¨®n con Nordika, se ha publicado Ma?ana y tarde.
Septolog¨ªa es una novela m¨¢s filos¨®fica. Es curioso, porque no se trata de una novela de ideas. Por debajo de la trama discurre una tensi¨®n apenas perceptible entre la luz y la oscuridad. Un tema que est¨¢ presente desde la primera frase. Por encima, la encrucijada del yo, de lo que Borges llamaba ¡°la nader¨ªa de la personalidad¡±. Los t¨ªtulos no dejan lugar a dudas. Tres novelas publicadas en cuatro vol¨²menes: El otro nombre, Yo es otro y Un nuevo nombre, esta ¨²ltima finalista en el International Booker Prize en 2022. Desde la editorial me comunican que la obra, en un ¨²nico volumen, aparecer¨¢ a finales de mes.
Un sentimiento de aislamiento ps¨ªquico amenaza la vida de los personajes de Fosse. Cada personaje recuerda a una de las m¨®nadas sin ventanas de Leibniz. El protagonista, Asle, es un pintor reconocido que no es capaz de establecer v¨ªnculos con los dem¨¢s. Vive solo al borde del mar y apenas se relaciona con la gente. Solo con Ales, su amada, mediante un v¨ªnculo absoluto. Seguir¨¢ buscando ese lazo despu¨¦s de la muerte de ella.
Fosse decidi¨® hacerse escritor despu¨¦s de tener una experiencia cercana a la muerte (ECM) con siete a?os. Lo cuenta en Scenes from the Childhood y se parece a una experiencia psicod¨¦lica. Se ve sepultado por una avalancha (aunque sabe que no es una avalancha). La realidad aparece como un sue?o y el sue?o como una realidad marcada por el brillo de una piedra gris. Se ve tumbado en una camilla, la gente lo rodea, lo evacuan en avi¨®n a un hospital. Lo sorprendente, dice, es que ¨¦l es las piedras de la avalancha que se deshacen y vuelven a formarse hasta que aparece una luz, la luz de la nada, la luz del amor en la piedra. No tiene miedo a morir porque las piedras le dicen que el amor existe, que el amor es. Desde entonces ve el mundo de otra manera.
El episodio dice mucho de la intensidad ps¨ªquica que traspira la prosa de Fosse, aparentemente sencilla. El cuadro pict¨®rico y la oraci¨®n son temas recurrentes. Lo visto y lo escuchado. Tambi¨¦n el miedo sin objeto, la oscuridad luminosa o algunos excursos teol¨®gicos, a veces suprimidos por su editora. La experiencia de su lectura inspira la b¨²squeda de un ritmo secreto a trav¨¦s de las palabras. Todas ellas forman parte de una alquimia que busca la transformaci¨®n del yo, un nuevo hombre y un nuevo nombre. La oraci¨®n literaria no se distingue aqu¨ª de la religiosa. Un tono singular y ciertamente antimoderno, que deriva en su conversi¨®n al catolicismo en 2013 (una excentricidad para un noruego) despu¨¦s de una vida desatada. Una dimensi¨®n, extempor¨¢nea, que da un brillo particular a su obra, pero que no es lo m¨¢s importante en ella.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.