Carlos Vives: ¡°No maldigo mi sangre espa?ola¡±
El m¨²sico y compositor colombiano, que act¨²a en Madrid el D¨ªa de la Hispanidad, cree que el espa?ol es el idioma m¨¢s hermoso del mundo y considera que el reguet¨®n no es poes¨ªa
Charlamos hace unas semanas, aprovechando una visita de Vives a Madrid en la que, entre otras cosas, invit¨® personalmente al rey Felipe VI al 500? aniversario de su ciudad natal, Santa Marta, en Colombia, que se celebrar¨¢ en 2025. Quedamos en un hotel de pol¨ªgono, al que llega en la t¨ªpica furgoneta de cristales tintados de estrella del rock, acompa?ado de tres asistentes y de su esposa, Claudia, que lo piropea y le atusa los rizos para la foto. En recepci¨®n, una turista colombiana no puede creer lo que ven sus ojos: el mism¨ªsimo Carlos Vives hecho carne mortal a miles de kil¨®metros de su casa. Azorad¨ªsima, le pide un selfi y ambos se enzarzan en una ch¨¢chara de cortes¨ªa en su florido espa?ol caribe?o. Da gusto escucharlos.
Su ¨²ltimo v¨ªdeo, con su amigo Juanes, es un homenaje a las mujeres. ?C¨®mo es de feminista?
Me considero feminista, y creo que no es justo generalizar al hablar de machismo. No niego que hemos sido una sociedad machista, donde el hombre se ha cre¨ªdo m¨¢s de lo que es, pero a veces me preocupa que haya un movimiento feminista que odia a los hombres. Ah¨ª es donde la cosa no empieza a funcionar. Yo fui criado bajo la severidad del bolero, la mujer es lo m¨¢ximo de la creaci¨®n. No se toca ni con el p¨¦talo de una rosa. En casa mandaba mi madre, y en mi casa manda mi esposa.
Bueno, igual las mujeres quieren mandar en la esfera p¨²blica.
El mundo estar¨ªa mejor si hubiera m¨¢s mujeres l¨ªderes. Los problemas de pa¨ªses como el m¨ªo es que no cuidamos nada, y quien m¨¢s sabe de cuidado y de valores es la mujer. No solo en lo dom¨¦stico, en todo: el planeta, la familia, los otros. Cuando se pierde el cuidado, y se pierden los valores, todo empieza a ir mal.
?Y esa vena altruista?
Soy consciente de mi privilegio. Mi pap¨¢ era m¨¦dico otorrino y oftalm¨®logo y, cuando alguien no pod¨ªa pagar la consulta, o las gafas, no cobraba. La m¨ªa es una sociedad muy desigual y hered¨¦ ese cari?o. Me siento comprometido a trabajar por la gente. Estamos divididos en bandos y para m¨ª la gente es una sola, sin apodos ni clasificaciones. No me interesa de d¨®nde es, cu¨¢nto tiene, con qui¨¦n se acuesta, a qui¨¦n vota, en qu¨¦ cree. ?C¨®mo te llamas? ?Luz? Te amo, Luz. Eres como yo, hijos de Dios, y te respeto.
?Es creyente?
S¨ª, vengo de una familia cat¨®lica y mi educaci¨®n cristiana me ayud¨® mucho en mi vida. Cuando mis pap¨¢s se separaron, y no me cuidaron, alguien tuvo que cuidarme. Ll¨¢malo como quieras, Dios es una fuerza que nos une. Hay gente divina, y no hablo de belleza, sino de luz, amor, bondad. Esas personas son divinas y yo quiero ser divino. Ser bueno es mi m¨¢xima aspiraci¨®n.
Dice Juanes que cuesta lo suyo poner a bailar a un gringo. ?Opina lo mismo?
Ja, ja, ja. En todas partes cuecen habas. He conocido a gringos muy rumberos y a otros para los que tiene m¨¢s o¨ªdo un ojo que ellos. De todas formas, en la propia Colombia hay varias culturas y mientras los bogotanos son duros de bailar, a los coste?os, desde que nacemos, nos ense?an a sacudirnos el agua bailando.
?Es musical el espa?ol?
A m¨ª me parece el idioma m¨¢s hermoso. Cuando oigo que el ingl¨¦s, o el portugu¨¦s, son m¨¢s musicales, hasta me da rabia.
?Es antes la letra o la m¨²sica?
Cuando tengo una melod¨ªa, ella me est¨¢ soplando la letra [tararea]. Si la escucho, me la dice. Y cuando uno la tiene: ?eureka!, es como descifrar una f¨®rmula.
?Alguna vez no la ha o¨ªdo?
Hace unos a?os, cambi¨® la industria, lleg¨® Internet, las redes sociales, cerr¨® mi compa?¨ªa, me divorci¨¦ de mi segunda mujer, cambi¨® todo, me qued¨¦ sin trabajo y me puse a producir para otros artistas. Pero un d¨ªa apareci¨® un nuevo m¨¢nager, apareci¨® mi mujer, Claudia, en mi vida, me encerr¨¦ a escribir para m¨ª, y volv¨ª a nacer. Eso fue hace diez a?os.
?Cu¨¢ntas vidas ha tenido?
Tres, por lo menos. Empec¨¦ a los 18 a?os en la televisi¨®n. A los 30, triunf¨¦ en las telenovelas y la m¨²sica. Todas las ¨¦pocas ense?an, tambi¨¦n las embarradas que hice en mi vida, mis cagadas.
?Ha tenido muchas?
Uf, muchas. Un poeta cubano dec¨ªa que el hombre, lo que tiene de florido, le viene de lo que tiene sepultado. Muchas veces, esas cosas terribles nos hacen florecer.
?Est¨¢ hablando de sexo, drogas, reguet¨®n?
No. Estoy hablando, por ejemplo, de que un matrimonio fracase, de que uno trate de ser buen padre y la cosa se complique. Fue muy dif¨ªcil para m¨ª [se emociona].
Los hombres tambi¨¦n lloran.
M¨¢s que las mujeres. Son m¨¢s fuertes, por eso son m¨¢s sabias. Siempre ha habido una mujer que me ha salvado la vida.
Sus letras son muy rom¨¢nticas, frente a otras m¨¢s expl¨ªcitas.
Uno viene de esa escuela rom¨¢ntica que te dec¨ªa y me extra?o de ciertos lenguajes. Hay cosas del reguet¨®n de sexo expl¨ªcito que me espantan. Pero, en esta ¨¦poca, y en todas, se privilegia la contracultura.
El reguet¨®n no es marginal, es omnipresente.
Porque se promueve para el manejo de masas. Interesa que la gente no se instruya, no lea. Cuando a la juventud se le dice que eso es la nueva poes¨ªa es porque antes no ha le¨ªdo poes¨ªa. No me gusta, porque est¨¢ hecho para que esa generaci¨®n no piense, no se cuestione las cosas y no se rebele, para poder tener esclavos. Esa vulgaridad exacerbada, esa hipersexualizaci¨®n, son la manera de tenerlos controlados.
?Tiene hijos adolescentes?
Tengo dos mayores y dos de 12 y 15 a?os. A los hijos les ense?as a leer y escuchar buena m¨²sica de todas partes. Uno tiene que hacer que sus hijos se cultiven y sean exigentes en la calidad de las cosas, la poes¨ªa, la cultura y la m¨²sica, para que tengan criterio
Igual un d¨ªa los pilla perreando.
No, no, no. Claro que bailan, pero no perrean. No s¨¦ si sabes las cosas que pasan en ciertos c¨ªrculos con muchas de estas m¨²sicas, que es ir m¨¢s all¨¢ en todo. En esa vulgaridad no van a caer mis hijos. No toda esa m¨²sica es mala. Hay artistas que no han ca¨ªdo en eso. En el fondo, el poder de esa m¨²sica es que es ancestral, su origen est¨¢ en las cumbias, en los vallenatos, lo que pasa es que ahora la hacemos con computadoras, y nos ponemos beisboleras y creemos que lo acabamos de inventar. Pero eso es muy antiguo y, no, no todo el mundo lo hace mal.
Va a actuar en pleno coraz¨®n de Madrid el D¨ªa de la Hispanidad. Algunos no lo celebran. ?Los entiende?
No maldigo mi sangre espa?ola 500 a?os despu¨¦s. Vives es un apellido de Sitges; Restrepo, de Asturias. Hay que entender la historia y saber medirla en su momento. No todas las cosas que pasaron fueron terribles, y es muy triste querer tapar las cosas maravillosas que pasaron con las cosas terribles. Nos ha faltado sentirnos orgullosos de lo que somos. Nuestra tragedia es no haber valorado nuestra cultura ind¨ªgena, africana y espa?ola. No puedo renegar de m¨ª, ni de mi historia. No hay nada m¨¢s valioso que el mestizaje.
VIDA DE VIVES
Carlos Vives (Santa Marta, Colombia, 63 años), músico y actor, es considerado como el rey del vallenato y de la cumbia por sus propios compatriotas. El autor de himnos universales como La gota fría o La bicicleta, junto a Shakira, ganador de dos premios Grammy globales y 15 latinos, estrena nueva canción, Las mujeres, junto a su paisano y amigo Juanes, y el 12 de octubre actúa en un recital gratuito en la plaza de Cibeles de Madrid para celebrar el día de la Hispanidad. En su penúltima visita a España, invitó personalmente al rey Felipe VI a acudir a los actos del 500º aniversario de la fundación de su ciudad natal, Santa Marta. "Si no puede ir él, sería precioso que fuera su hija Leonor. Felipe fue al 450º aniversario de Cartagena de Indias, como Príncipe de Asturias, y sería una forma preciosa de cerrar ese círculo". De momento, no tiene respuesta oficial, aunque sí oficiosa. En dos años sabremos en qué quedó la historia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.