La proeza literaria de Yolanda Casta?o: as¨ª logr¨® la premio Nacional de Poes¨ªa vivir de sus versos en gallego
La escritora recita por todo el mundo, organiza cert¨¢menes y un taller de traductores y se ha hipotecado hasta la jubilaci¨®n para crear una residencia art¨ªstica en A Coru?a
Ganar el Premio Nacional de Poes¨ªa 2023 es lo segundo m¨¢s dif¨ªcil que ha logrado en su vida Yolanda Casta?o (Santiago de Compostela, 46 a?os). Ella tiene muy claro qu¨¦ proeza ocupa el primer puesto en ese podio: vivir de la poes¨ªa. Escribi¨® sus primeros versos con siete a?os y creci¨® escuchando el mantra de que llenar la nevera gestando poemas era simplemente imposible. Fue poco a poco, pero acab¨® consigui¨¦ndolo. El secreto, desvela, est¨¢ en ¡°multiplicar los frentes y los circuitos¡±. Adem¨¢s de escribir, la autora del poemario Materia (2022) da charlas en bibliotecas e institutos de secundaria. Recita igual en un centro cultural de pueblo que en cert¨¢menes de renombre en el extranjero. Organiza c¨®nclaves multiculturales de traducci¨®n po¨¦tica en una isla en medio de la r¨ªa de Vigo y ha invertido sus ahorros en gestionar una residencia en A Coru?a en la que recalan artistas de todo el mundo. ¡°Viajo con mi poes¨ªa en gallego por Jap¨®n, la India, China o Kenia, pero el primer desplazamiento que hice con ella fue en EGB, de tercero A a tercero B: fui a recitarles un poema a mis compa?eras¡±, recuerda. Se convirti¨® en ¡°la poeta del cole¡±.
Casta?o se estren¨® en un primer certamen siendo una adolescente. Quer¨ªa ganar dinero para comprarse unos pantalones de cuero y se hizo con el primer premio. Otro de los galardones cuando cursaba COU le permiti¨® publicar su poemario de debut, Elevar as p¨¢lpebras (1995). Empez¨® a recitar por Galicia adelante. Al principio se financiaba ella el autob¨²s. Luego logr¨® cobrar el transporte y, a base de ¡°militancia y pedagog¨ªa¡±, consigui¨® que le pagaran por declamar. Hoy ya casi nadie le propone trabajar gratis. ¡°Hay que democratizar la cultura, pero la gratuidad no puede recaer sobre los hombros de las creadoras¡±, reivindica. ¡°Hay cierto concepto de solidaridad y de militancia mal entendidas que [a los trabajadores de la cultura] nos intenta pagar con una moneda simb¨®lica cuando vivimos en el mismo sistema econ¨®mico que el resto de las personas¡±.
En Galicia no corren malos tiempos para la l¨ªrica. Poetas en lengua gallega se han llevado tres de los cinco ¨²ltimos premios nacionales que otorga el Ministerio de Cultura. Todas ellas son mujeres. Casta?o ve en este otro prodigio literario la semilla de Rosal¨ªa de Castro. ¡°Una ni?a gallega est¨¢ un pasito m¨¢s cerca de lanzarse a escribir que una murciana o c¨¢ntabra porque tiene un referente¡±, esgrime. ¡°Hay muy pocas literaturas en el mundo en las que la figura estandarte sea una mujer. Eso sobrevuela el imaginario colectivo de manera inconsciente¡±. La perspectiva feminista en la poes¨ªa gallega estall¨® a finales del siglo pasado, una d¨¦cada antes que en la espa?ola, destaca Casta?o. En los noventa, ella y otras colegas como Olga Novo (Premio Nacional de Poes¨ªa 2020), Lupe G¨®mez o Emma Pedreira ya escrib¨ªan en gallego revolucionarios versos sobre el cuerpo femenino y volteaban los roles cl¨¢sicos situando a la mujer ¡°como sujeto pensante, no como objeto pensado¡±.
Casta?o cree que el menosprecio sufrido por la lengua y cultura gallegas contra el que ya escrib¨ªan los escritores del Rexurdimento en el siglo XIX ha podido influir para bien en el nivel po¨¦tico de sus autores: ¡°Un cierto complejo de inferioridad bien enfocado, en vez de aplastarte, puede sacar de ti una voluntad de demostrar que puedes hacer cosas que valen la pena. En la cultura gallega veo ambici¨®n creativa, capacidad de riesgo, excelencia, criterios propios y multilateralidad, porque se mira tanto a Londres como a Barcelona o Buenos Aires¡±. Los poetas de esta tierra son herederos adem¨¢s de una tradici¨®n literaria ¡°riqu¨ªsima¡±, que se remonta al medievo. ¡°Las que no ayudan son las instituciones, ni el mercado ni los circuitos¡±, lamenta. ¡°No tenemos instituciones que nos propulsen como a otros¡±, a?ade. Pone como ejemplo a seguir a Eslovenia, ¡°uno de los bastiones culturales de Europa en cuanto a literatura¡±. Lleva 15 a?os relacionada con este peque?o pa¨ªs con una poblaci¨®n similar a la de Galicia y en el que acaba de dirigir un festival internacional, Days of Poetry and Wine. All¨ª, en los pa¨ªses n¨®rdicos y en Irlanda, la administraci¨®n impulsa iniciativas de apoyo a los poetas ¡°impensables¡± en Espa?a, subraya. El dinero p¨²blico, por ejemplo, se destina a financiar a escritores consolidados para que tutoricen a artistas emergentes. Y los dos cobran por ello.
Licenciada en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica y autora de obras como Vivimos no ciclo das erofan¨ªas (1998) o Profundidade de campo (2007), Casta?o ha recibido el Premio Nacional de Poes¨ªa por Materia. Son poemas que nacieron en esa etapa biol¨®gica en la que, presionada por la edad, tuvo que pararse a pensar si quer¨ªa ser madre. De esa toma de decisi¨®n han brotado versos cr¨ªticos con la crianza y una reflexi¨®n sobre la familia y la desigualdad en el reparto de los cuidados. Casta?o visibiliza en Materia la renuncia a la maternidad por la que ella se ha decantado. Pero ¡°sin dogmas¡±, puntualiza, ¡°dando espacio a las dudas, ambig¨¹edades, contradicciones y peque?os remordimientos¡±. Censura que las madres sean aplaudidas en unos sitios y denostadas en otros, y que lo mismo le ocurra a las que optan por no serlo. ¡°No seremos libres hasta que todas las opciones est¨¦n igual de legitimadas¡±, afirma. Ella se siente m¨¢s cerca de ¡°las luchas de las madres reflexivas, cr¨ªticas y disidentes que de las que deciden no serlo de forma inconsciente y acr¨ªtica¡±.
Casta?o, cuya obra ha sido traducida a una veintena de idiomas incluido el castellano, dirige en A Coru?a, la ciudad en la que reside, un certamen internacional que acoge a lo largo del a?o a poetas de todo el mundo. Poetas Di(n)versos se celebra desde 2009. Han pasado por ¨¦l premios Pulitzer y Cervantes, candidatos al Nobel y voces de Irak, Nueva Zelanda, Cuba, Chad, Singapur o Jap¨®n. En noviembre recibir¨¢ al actor y tambi¨¦n poeta Viggo Mortensen y, en diciembre, a la nicarag¨¹ense Gioconda Belli. Otra de las iniciativas de Casta?o se desarrolla en la isla de San Sim¨®n, en la r¨ªa de Vigo, donde desde hace 12 a?os organiza un taller internacional de traducci¨®n po¨¦tica. Seis profesionales conviven en este enclave durante una semana y cada uno traduce a su lengua los versos de los dem¨¢s.
Pero el ¡°proyecto de su vida¡± es Residencia Literaria 1863, una casa de poetas que abri¨® en febrero de 2019 en un piso del siglo XIX de A Coru?a. En su compra y remodelaci¨®n invirti¨® todos sus ahorros y se ech¨® a los hombros una hipoteca que deber¨¢ pagar hasta su jubilaci¨®n. No encontr¨® ayudas p¨²blicas ni privadas, y pas¨® graves apuros econ¨®micos, en parte porque tuvo que cerrar por la pandemia. La iniciativa la tuvo tan absorbida que pasaron ocho a?os entre Materia y su poemario anterior. Ahora la residencia est¨¢ muy viva. Suscribe convenios con entidades extranjeras que promocionan las letras de sus respectivos pa¨ªses para que patrocinen la estancia de los autores durante un mes. En julio, estuvo alojada una escritora checa; en agosto, un dominicano. Para el a?o que viene ya est¨¢ completa.
Casta?o defiende el modelo de residencia art¨ªstica porque lo conoce bien. Se ha alojado en varias desde 2010, en Rodas, M¨²nich o Pek¨ªn, y las considera una ayuda eficaz. ¡°Los premios son un reconocimiento a posteriori, pero la ayuda debe venir durante el proceso de creaci¨®n¡±, explica. ¡°Debe dar espacio, tiempo y condiciones para desarrollar la obra en medio de la vida personal y profesional de cada uno¡±.
Casta?o augura prosperidad a la poes¨ªa. Ve lenguaje po¨¦tico en letras de canciones, en esl¨®ganes publicitarios y hasta en las redes sociales: ¡°Estamos m¨¢s cerca de la poes¨ªa de lo que pensamos. La s¨ªntesis, el juego, romper la gram¨¢tica, el doble sentido, la met¨¢fora¡ todo eso est¨¢ al orden del d¨ªa. Simplemente hay que abrir la mirada¡±. Ante la amenaza dist¨®pica de la inteligencia artificial, desconf¨ªa de que se creen ¡°m¨¢quinas poetas¡± que venzan la creatividad del ser humano: ¡°Podr¨ªan tener su circuito, hay quien se alimenta solo de procesados¡ Pero siempre quedar¨¢ otra parte de la cultura que es expresi¨®n humana, esencialmente humana, y que sigue progresando, que no repite modelos ya hechos¡±.
Babelia
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