Por un humanismo transformador
Comencemos a fabricar bibliotecas port¨¢tiles y otras formas abreviadas, ligeras y m¨®viles del saber
Dec¨ªa Voltaire que jam¨¢s 20 mamotretos podr¨ªan hacer la revoluci¨®n, pero a los peque?os libros port¨¢tiles s¨ª hab¨ªa que temerlos. Es una cita que incluye Xavier Nueno en El arte del saber ligero (Siruela), ensayo que indaga sobre las ra¨ªces profundas de la literatura port¨¢til en la cultura europea, contiene una digresi¨®n sobre la literatura del no en el mundo antiguo y plantea un debate con las nuevas tecnolog¨ªas digitales explorando, por ejemplo, el an¨¢lisis masivo de datos y las formas de decisi¨®n y gobierno que est¨¢n surgiendo a su sombra.
Ser¨ªa bueno que este libro diera la vuelta al mundo. Sus imaginativas propuestas son las de alguien que prefiere fiarse de la l¨ªnea recta, en la esperanza de que esta siga hasta el infinito. Dado que el libro revisa la esperp¨¦ntica abundancia de datos que manejamos, lleva de justo subt¨ªtulo Una breve historia del exceso de informaci¨®n. Habla de una proliferaci¨®n de datos que viene de lejos. Ya Plat¨®n ve¨ªa en ¡°la escritura¡± una ¡°palabra hu¨¦rfana¡± incapaz de socorrerse a s¨ª misma, pero que parad¨®jicamente se mov¨ªa por todas las instancias sociales hasta transformarlas de ra¨ªz.
De transformaciones en el arte del saber habla este libro, que recomienda no dejarnos llevar por el af¨¢n de aumentar nuestra biblioteca, sino por lo contrario: de aligerarla. Porque viene su autor a proponernos que de alg¨²n modo volvamos a empezar, que en lo posible hagamos tabla rasa de todo aquello que podamos dejar atr¨¢s, lo que no deja de recordarme a la vieja aspiraci¨®n subterr¨¢nea de las vanguardias hist¨®ricas de los a?os veinte.
Pero ?qu¨¦ deber¨ªa hacer uno para recortar sus saberes? Pongamos un l¨ªmite, sugiere Xavier Nueno, y comencemos a fabricar bibliotecas port¨¢tiles y otras formas abreviadas, ligeras y m¨®viles del saber, con el objetivo de sacar el conocimiento de los anaqueles polvorientos y practicar un ¡°verdadero humanismo transformador¡± que podr¨ªa adaptarse bien a esta consigna de Chris Marker: ¡°Si las im¨¢genes del presente no cambian, cambiemos las im¨¢genes del pasado¡±.
Pero ?con qu¨¦ criterio recortamos nuestro exceso de informaci¨®n? Cada uno debe optar por la v¨ªa ligera de equipaje que sienta m¨¢s apropiada para ¨¦l. De nada sirve llenar los anaqueles siguiendo consejos ajenos, porque eso conduce a un saber impersonal. Es posible que lo mejor consista en crearse uno mismo un tipo de selecci¨®n muy particular. Un canon brev¨ªsimo y muy personal reunido, por ejemplo, en un cuarto oscuro de casa. Despu¨¦s de todo, a la gran literatura le sientan bien las sombras. Sin la oscuridad ¡ªdec¨ªa Blanchot¡ª no existir¨ªa la obra de arte. Habr¨ªa de bastarnos con unos cuantos pocos libros (libros-amuletos) que sinti¨¦ramos ¡°muy nuestros¡± y a los que pudi¨¦ramos regresar una y otra vez sin agotar nunca su sentido. Como si la ligereza de equipaje pudiera facilitarnos transformar las im¨¢genes del pasado que tanto nos condicionan hoy fat¨ªdicamente.
Babelia
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