¡®Ruta salvatge¡¯: el fascinante retrato de una mujer fronteriza

Ruta salvatge es una pel¨ªcula que se parece mucho a la piel curtida de su protagonista. La aspereza de Ona, como su laconismo, fluyen con una cadencia suave y reposada. Tras el juego de piratas de La vida lliure (2017), el cineasta Marc Recha regresa con otra pel¨ªcula de calado, un fr¨ªo thriller alpino con coraz¨®n de w¨¦stern oto?al. Con m¨ªnimos elementos y cimentada sobre c¨®digos de g¨¦nero, su trama se abre a una insondable tragedia.

El personaje central del noveno largometraje del director de Las manos vac¨ªas (2003) y Petit indi (2009) es una mujer fronteriza, una outsider alejada del mundo en un solitario y majestuoso paraje de los Pirineos catalanes donde trabaja manteniendo los jardines de las casas de temporada de la Cerda?a. Un lugar solitario frente a las monta?as al que un d¨ªa llegan unos extra?os, dos sicarios con acento de Europa del este y una chica moribunda. Como en un noir cl¨¢sico, el mal se esconde detr¨¢s de unas ventanas venecianas. Y como en un viejo w¨¦stern, los forajidos que llegan a un territorio remoto abren sin pretenderlo una herida de otro tiempo.

Ona, interpretada por una magn¨ªfica Montse Germ¨¢n, resulta fascinante en su obcecado silencio. Una mujer dura y madura que ha convertido su trauma en coraza. En su huida hacia delante, ha construido un hogar en la nada, un territorio lim¨ªtrofe y extra?o rodeado por la imponente cordillera pirenaica. M¨¢s all¨¢ de las cumbres ocurri¨® algo que explica la extrema rudeza de una mujer que perdi¨® el miedo. Todos los hombres de la pel¨ªcula ¡ªsu hijo adolescente, su mejor amigo y su amante ocasional¡ª intentan romper el muro que rodea a una mujer a la que aman, admiran y en cierto modo temen.

Ruta salvaje se abre con el plano de una avioneta en el hangar de un peque?o aer¨®dromo cerrado al p¨²blico. La pista y el peque?o aeroplano representan un horizonte, la posibilidad de otra vida, pero tambi¨¦n una realidad tangible encarnada por el precioso personaje que interpreta Sergi L¨®pez, actor fetiche de Recha, que aqu¨ª compone con su habitual carnalidad y talento a un mec¨¢nico con un dif¨ªcil papel, el de mejor amigo.

Hay muchos detalles importantes y elocuentes en ese personaje, como cuando ella lo ba?a despu¨¦s de una borrachera o sus desconsoladas l¨¢grimas en un momento clave de la trama. De la misma manera que Recha enfrenta la belleza del paisaje a su propio misterio, sus personajes quedan definidos por ese entorno. En un lugar de paso, ellos han echado ra¨ªces mientras ella sigue atrapada en el mismo tortuoso camino.