¡®Robot Dreams¡¯: la emocionante historia de c¨®mo se gest¨® la pel¨ªcula espa?ola que puede llegar al Oscar de animaci¨®n
El cuarto largometraje de Pablo Berger adapta un c¨®mic estadounidense sin palabras sobre la intensa amistad entre un robot y su due?o, un perro. Desde que se proyect¨® en Cannes, el filme no ha parado de ganar premios
Esta es la historia de una chica que tuvo que llevar a su perro enfermo a ¡°dormir¡± al veterinario. Aquella eutanasia le dej¨® un regusto amargo, y para soltarlo decidi¨® hacer un c¨®mic sobre su amistad. Esta es la historia de un director cabezota como, seg¨²n el t¨®pico, solo pueden ser los de Bilbao, su ciudad natal, un cineasta que solo ha rodado cuatro largometrajes a sus 59 a?os. Tambi¨¦n son las historias de un ilustrador y comiquero con largo pasado en publicaciones como El Jueves, y que ahora es director de arte en el cine; de una productora que siempre le dir¨¢ que s¨ª al cineasta de las cuatro pel¨ªculas, o de una japonesa fot¨®grafa, productora y mujer bregada en todo tipo de cometidos. Es la historia de una ciudad, la considerada capital del mundo, en una d¨¦cada, la de los ochenta del siglo XX, en la que se convirti¨® en una de las urbes m¨¢s violentas y dejadas y, a la vez, bulliciosas y efervescentes del planeta. Pero, sobre todo, es la historia de amor entre Robot y Dog, cuando amor significa encontrar tu compa?ero de vida, m¨¢s all¨¢ de acotaciones obtusas sobre si eso es amistad o relaci¨®n sentimental. Ellos protagonizan Robot Dreams, el c¨®mic de la estadounidense Sara Varon, convertido en pel¨ªcula por Pablo Berger, un filme animado sin palabras, aunque rebosante de m¨²sica y sonido, una explosi¨®n de colores y emociones que tras una triunfal carrera festivalera se estrena en Espa?a el mi¨¦rcoles 6 de diciembre.
Pablo Berger no es un director de cine al uso. Solo ha filmado cuatro pel¨ªculas ¡ªpor las cuatro ha sido candidato al Goya en mejor guion, algo de lo que se siente orgulloso, porque reafirma su autodefinici¨®n de ¡°narrador¡±¡ª, y estren¨® su primer largo, Torremolinos 73 (2003), con 39 a?os. Y eso que su corto Mama (1988) hab¨ªa levantado grandes expectativas. ?Qu¨¦ pas¨® entre medias? Que se fue a Nueva York a estudiar cine, y acab¨® como profesor de Direcci¨®n en la New York Film Academy. En aquella ciudad vivi¨® de 1990 a 1999, y all¨ª conoci¨® a su esposa, Yuko Harami. ¡°Tampoco soy un creador de muchos proyectos¡±, confiesa entre risas. ¡°Guardo muchas ideas, pero cuando me pongo con un guion, tiro para adelante. No tengo, como otros cineastas, una estanter¨ªa con guiones no rodados¡±.
A Berger le apasionan el cine y los tebeos, y en 2010 supo de la existencia de uno, Robot Dreams. ¡°Fue a mediados de 2010. Colecciono novelas gr¨¢ficas y libros de ilustraci¨®n sin palabras ni bocadillos y hab¨ªa le¨ªdo que Robot Dreams hab¨ªa sido un gran ¨¦xito en Estados Unidos, que hab¨ªa vendido m¨¢s de 100.000 ejemplares¡±. Como excusa, justifica que esos libros son de su hija, Akio. ¡°Cuando ella naci¨®, sent¨ª que podr¨ªamos leerlos juntos, y efectivamente, de muy ni?a nos sirvi¨® de conexi¨®n sentimental. Ahora que tiene 20 a?os, puede reclam¨¢rmelos, y a ver qu¨¦ le digo¡±. Berger pidi¨® por Amazon Robot Dreams. ¡°Y me volvi¨® loco. Su l¨ªnea clara, su estilo gr¨¢fico... Es divertido, original y surrealista. Me emocion¨®¡±. Berger ya estaba preparando Blancanieves (2012). Despu¨¦s llegar¨ªa Abracadabra (2017). ¡°Procrastin¨¦, hasta que un d¨ªa, en primavera de 2018, aqu¨ª en el camarote [as¨ª, llama, por su tama?o, a la oficina de su productora en el centro de Madrid], me puse un caf¨¦, abr¨ª el libro y me saltaron de nuevo las l¨¢grimas. Vi la pel¨ªcula¡±.
Al contrario de otros directores, Berger no llam¨® a sus productores. Primero arranca casi solo. Casi. ¡°Hice una peque?a escaleta [lista de secuencias de la historia, una estructura de la pel¨ªcula] durante unas semanas, y al acabarla se la ense?¨¦ a Yuko. Todo lo consulto con ella. Me dijo que le fascinaba, que adelante¡±. En una feliz carambola, a Berger le hab¨ªan invitado a ser jurado del festival de Chicago, en la edici¨®n que se celebr¨® en octubre de 2018. ¡°Aunque Sara Varon naci¨® en esa ciudad, en aquel momento viv¨ªa en Nueva York. Busqu¨¦ su email, contact¨¦ con ella, y en mi viaje de ida hice una escala en Manhattan, a convencerla en plan vendedor de enciclopedias¡±.
Varon, reputada escritora de libros infantiles, vive ahora con su familia en Chicago. Por videollamada recuerda muy bien aquel primer encuentro en una cafeter¨ªa en el barrio de Lower East Side. ¡°Me sorprendi¨®, me emocion¨®¡±, asegura. ¡°Y me convenci¨® cuando me dijo que ser¨ªa en 2D, respetando el estilo de mi novela gr¨¢fica¡±. Hasta llegar a aquel caf¨¦, la autora hab¨ªa hecho un largo viaje. Primero, el de digerir la muerte de su perro. En la llamada, detr¨¢s de ella, se ve en la pared del fondo una fila de fotograf¨ªas de canes. Varon se levanta y coge la primera, en blanco y negro. La acerca a la pantalla. ¡°Aqu¨ª lo tienes. S¨ª, hice el libro por ¨¦l. Yo soy Dog y ¨¦l es Robot¡±. As¨ª naci¨® en 2007 el libro Robot Dreams, la agridulce historia de la amistad entre Dog y una mascota comprada, Robot, en una ciudad de animales antropom¨®rficos. Y la autora se reflej¨® el perro, porque es una fan de estos animales. ¡°Siempre est¨¢n ah¨ª, apoy¨¢ndote, como grandes compa?eros, sin pedir nada a cambio¡±. Por la fama del libro, Berger no era el primero que se acercaba con un ofrecimiento similar. ¡°Cuando se public¨® hubo un tanteo de DreamWorks, pero, si te acuerdas, en aquella ¨¦poca hubo varias pel¨ªculas de robots, como WALL.E, y eso les ech¨® para atr¨¢s¡±. Como regalo previo, a Varon Berger le hab¨ªa enviado un DVD de Blancanieves. ¡°No me gustan los cuentos de hadas. As¨ª que de primeras, pens¨¦: ¡®Uf¡¯. La puse y rompi¨® mis expectativas¡±.
De vuelta a Espa?a, y aunque a¨²n habr¨ªa que negociar la cesi¨®n de derechos del libro, con el s¨ª de Varon Berger sigui¨® avanzando con el guion. ¡°A mis productores no les muestro mis proyectos hasta que est¨¢n maduros, hasta que acabo una cuarta o quinta versi¨®n del libreto. Y siempre hago mis presentaciones con cierto aparataje, con regalos y sorpresas¡±, confiesa el cineasta. Con Blancanieves, era una colecci¨®n de cajas chinas que iban explicando la pel¨ªcula seg¨²n se abr¨ªan [Maribel Verd¨², la villana de aquel filme, recuerda ese momento y que se subi¨® al proyecto principalmente por aquella presentaci¨®n]. Sus productores son Arcadia Motion Pictures, y Sandra Tapia es una de sus l¨ªderes: ella recogi¨® en los ¨²ltimos Goya el premio a mejor pel¨ªcula de As bestas. ¡°Como estamos en Barcelona¡±, explica Tapia, ¡°aprovechamos la promoci¨®n madrile?a de El ¨¢rbol de la sangre, de Julio Medem, cuando Pablo justo hab¨ªa vuelto de Chicago, para que nos contara en el camarote qu¨¦ quer¨ªa hacer¡±. ?Qu¨¦ esperaban? ¡°Un musical¡±, responde entre risas la productora. ¡°Como es tan perfeccionista, cuando nos habla de su siguiente proyecto ya lo tiene muy avanzado, al contrario de otros directores, que prefieren compartir dudas y avanzar de la mano en el desarrollo de guion. Pablo ya hab¨ªa hasta hablado con Varon¡±. ?Qu¨¦ pens¨® cuando abri¨® el sobre y vio un guion y un c¨®mic sin palabras para hacer un filme de animaci¨®n? ¡°Ven¨ªa de un proyecto complicado y me dio un vuelco el coraz¨®n. Me sali¨® del alma un ¡®?Bien!¡¯. Hoy s¨¦ que nunca rechazar¨¦ una propuesta de Pablo¡±.
En el guion, Berger hab¨ªa realizado dos cambios profundos: primero, desarroll¨® un final distinto, y segundo, y m¨¢s importante, si en el libro la ciudad en la que transcurre la acci¨®n pasaba algo inadvertida, ahora aparecer¨ªa Nueva York como un personaje m¨¢s. ¡°Yuko y yo decidimos que ser¨ªa nuestro canto de amor a la ciudad en la que hab¨ªan residido una d¨¦cada. Varon entendi¨® que yo iba a realizar mi visi¨®n de su historia y la negociaci¨®n de los derechos fue muy r¨¢pida¡±, explica el cineasta.
Arranca la producci¨®n
Hacer un filme de animaci¨®n supone embarcarse en una aventura industrial completamente distinta a la de producir una pel¨ªcula con actores. En el caso de Robot Dreams, adem¨¢s, ni siquiera se necesitar¨ªan actores de voz, porque no hay di¨¢logos. A cambio, hay que crear un estudio de animaci¨®n y, entre otros pasos, desarrollar un storyboard previo, un guion visual que tambi¨¦n se hace para decidir las posiciones de c¨¢mara en filmes con actores: en este caso es una gu¨ªa, en la animaci¨®n es el mapa. ¡°En Arcadia hab¨ªamos colaborado en la financiaci¨®n de dos largos animados, aunque no en su producci¨®n. Todos hemos vivido un m¨¢ster en esta t¨¦cnica¡±, asegura Tapia.
Y la primera decisi¨®n fue buscar un estudio que animara el proyecto y alguien que desarrollara el arte del filme. Berger cre¨® su famosa caja sorpresa: en esta ocasi¨®n, un sobre amarillo con unos enormes dibujos que presentan la pel¨ªcula, y al final, otro detalle habitual del cineasta, un dec¨¢logo con las ideas maestras de lo que ser¨ªa, en este caso, Robot Dreams. ¡°La financiaci¨®n se arm¨® r¨¢pidamente¡±, cuenta Tapia, sobre una pel¨ªcula con un presupuesto de 5,5 millones de euros. ¡°Entraron TVE, ayudas europeas, la compa?¨ªa francesa Les Films du Worso [de Sylvie Pialat, guionista y viuda de Maurice Pialat], y apareci¨® la posibilidad de Cartoon Saloon¡±, cuentan ambos. La irlandesa Cartoon Saloon es una de las productoras de animaci¨®n m¨¢s importantes del mundo: fundada por Tomm Moore, son los creadores de El secreto del libro de Kells, La canci¨®n del mar o Wolfwalkers. Han logrado cuatro candidaturas al Oscar.
Que llegara a Robot Dreams Cartoon Saloon fue provocado por la elecci¨®n de ese alguien que acompa?ar¨ªa a Berger en su camino por la animaci¨®n: Jos¨¦ Luis ?greda. Ilustrador, dibujante de El V¨ªbora y El Jueves, su llegada al cine vino con la direcci¨®n de arte de Bu?uel en el laberinto de las tortugas. Desde Sevilla, donde vive, ?greda rememora: ¡°Quedamos antes de un pase de Bu?uel... en la Academia de cine en Madrid. Era marzo o abril de 2019¡å. Berger le cuenta el proyecto por cierto contacto pasado, porque el hermano mayor de ?greda y el cineasta pertenec¨ªan a la misma pandilla de Bilbao, y porque ?greda est¨¢ el primero de su lista. ¡°Estaba buscando director de arte, le expliqu¨¦ mi idea a Jos¨¦ Luis, vino despu¨¦s al camarote, le ense?¨¦ el sobre amarillo con los dibujos concepts y ¨¦l se llev¨® el guion¡±. En un movimiento poco habitual, ?greda d¨ªas despu¨¦s le devuelve m¨¢s dibujos concepts desarrollados por ¨¦l. ¡°Es que me fascinaba la idea¡±, cuenta el dibujante. ¡°Me vol¨® la cabeza y le contratamos¡±, recuerda el cineasta. Pero...
Pero ?greda ten¨ªa una oferta para trabajar en una serie, Viking Skool, en Irlanda, en Cartoon Saloon, y eso era irregateable. ¡°Sin embargo, Jos¨¦ Luis era perfecto. Decidimos esperarle¡±, dice Berger. Y en Irlanda ?greda explica que le espera una pel¨ªcula en Espa?a, lo que provoca la curiosidad de Nuria Gonz¨¢lez, la productora espa?ola que trabaja en ese estudio, y que le pide a Berger que vaya a su sede a contarles el filme. ¡°Hice la presentaci¨®n all¨ª en Kilkenny y, al final, decidieron que s¨ª, que ser¨ªa su primera pel¨ªcula con un director que no fuera del estudio. Fue un subid¨®n, porque ?qu¨¦ estudio! Habl¨¦ con Yuko y mi hija, porque esto supon¨ªa vivir dos a?os en Irlanda, y nos preparamos¡±, rememora.
Lo que ninguno esperaba, ellos y nadie m¨¢s, es que una pandemia arrasara el planeta. ?greda iba y ven¨ªa, avanzando en ambos proyectos. Febrero de 2020 les pilla a ¨¦l y a su esposa en Madrid, en un apartamento. ¡°Recuerdo el d¨ªa en que se vio venir el confinamiento. Cambiamos de alojamiento por si nos ten¨ªamos que quedar muchos d¨ªas, y compramos todo el ajuar del hogar a la carrera¡±, cuenta ?greda. Empiezan as¨ª a trabajar juntos, como si fuesen unidad familiar Berger, Harami y ?greda. El confinamiento provoca otra mala noticia: ante la avalancha de peticiones de contenidos visuales, Cartoon Saloon se desvincula de Robot Dreams, porque deciden centrarse en sus propias producciones. ¡°Tuvimos que tirar nosotros por nuestra cuenta¡±, explica Tapia.
Por eso, una directora de animaci¨®n, Elena Pomares, crea un teaser (un adelanto del tr¨¢iler), que sirve como presentaci¨®n, durante esos meses (¡±Hab¨ªa pel¨ªcula, qued¨® clar¨ªsimo¡±, apunta Tapia; ¡°Lo vi y sent¨ª una emoci¨®n...¡±, dice Varon); por eso Arcadia monta dos estudios de animaci¨®n, uno en Madrid y otro en Pamplona (por los incentivos fiscales) que albergar¨¢n cuando se levanten las restricciones a cien animadores. Y el equipo se fue conformando. Primera decisi¨®n. ?Qui¨¦n har¨ªa el storyboard? ?greda, que nunca hab¨ªa encarado esta labor, da un paso al frente, y en un giro at¨ªpico, realizar¨¢ ese trabajo y tambi¨¦n la direcci¨®n de arte. Harami, dise?adora producci¨®n, persona que apagar¨¢ cualquier incendio, busca las referencias visuales en pos de la exactitud, ajusta temporalmente las peticiones musicales de Berger. El cineasta confiesa: ¡°De lo m¨¢s orgulloso siento es que todo lo que se ve en el apartamento de Dog existe, que hasta las casetes con m¨²sica de la ¨¦poca encajan con aquellos a?os, que los neoyorquinos que han visto la pel¨ªcula me dicen que no hay nada inventado ni que chirr¨ªe¡±. Y entra Fernando Franco como montador. ¡°Durante muchos meses, solo trabajamos en el filme un pu?ado de personas¡±.
Durante 2021, la producci¨®n avanza de manera muy r¨¢pida. De la anim¨¢tica, una versi¨®n inicial de la pel¨ªcula que podr¨ªa considerarse el storyboard animado, se encarga Maca Gil. Varon viene a Madrid, conoce los estudios y ve esa anim¨¢tica. ¡°Era extra?o, porque s¨ª, aquello avanzaba, era tangible¡±, cuenta la dibujante. El belga Beno?t Feroumont (Bienvenidos a Belleville, El secreto del libro de Kells) llega para dirigir la animaci¨®n. Cuando Berger ve la primera secuencia animada, poco m¨¢s de 40 segundos de un momento con p¨¢jaros, rompe a llorar. ¡°Soy un sensible¡±. ?greda cuenta sus jornadas. ¡°Nos reun¨ªamos por la ma?ana, en el camarote. A las 11:00 hac¨ªamos pausa para el caf¨¦, algo charla sobre cine, acabamos a las 11 y 20, y segu¨ªamos. Y con conversaciones como ¡®Vamos por esta secuencia, c¨®mo lo planteamos¡¯. Pablo me iba diciendo c¨®mo la ve¨ªa, charl¨¢bamos un poquito, yo me pon¨ªa a hacer dibujos, ¨¦l iba pensando las siguientes, se las ense?aba, e ¨ªbamos cerrando poco a poco. Maca lleg¨® y le dio ritmo, expresi¨®n a los personajes. Nosotros le hac¨ªamos lo que llamamos un teatrillo y le cont¨¢bamos la secuencia. Ah¨ª ella tom¨¢bamos notas y la desarrollaba¡±.
La banda sonora corre a cargo de otro habitual de Berger, Alfonso de Vilallonga, y Harami y Tapia siguen con las canciones. Berger deja claro: no puede renunciar a September, de Earth, Wind & Fire, capital en la historia. ¡°Y ha sido una negociaci¨®n por los derechos dur¨ªsima, porque no solo hay que cerrar que se oiga en el filme, sino que aparezca en el tr¨¢iler y en cualquier otro elemento. Fue un esfuerzo enorme¡±, aduce Tapia. ¡°No pod¨ªa no salir. La pel¨ªcula va de septiembre a septiembre¡±, desgrana el cineasta. ¡°En la canci¨®n, el primer verso dice ¡®Do you remember?¡¯, y Robot Dreams habla sobre los recuerdos que deja una relaci¨®n. El segundo verso se?ala la fecha, 21 de septiembre, noche en la que naci¨® mi ¨²nica hija. Y adem¨¢s una pel¨ªcula es como otra hija¡±. Y en la letra se explica que ese amor se describe desde diciembre: el 21 de diciembre es el cumplea?os del cineasta.
El proyecto hace ruido, tanto como para que Cannes se interese por ¨¦l. ¡°Durante semanas supimos que estar¨ªamos all¨ª fuera de concurso y no pudimos contar nada¡±, recuerda Berger. ¡°Nos anunciaron los ¨²ltimos¡±. El pasado mes de mayo, a cinco d¨ªas de empezar el certamen, Arcadia prepara una proyecci¨®n para tres o cuatro distribuidores estadounidenses ¡°seleccionados¡±. Est¨¢ ya vendida para casi todo el mundo desde la Berlinale de 2020, en cuyo mercado ya se present¨® el proyecto. A la salida de esa proyecci¨®n de Cannes, Tom Quinn, consejero delegado de la todopoderosa Neon, distribuidores de Par¨¢sitos, Tri¨¢ngulo de la tristeza o del cine de Cronenberg, se adelanta, abraza llorando a Berger porque es el Nueva York de su adolescencia y cierran la compra. ¡°Fue flipante¡±, recuerda Tapia. ¡°Nosotros brincando, y ¨¦l llamando a su hijo emocionado dici¨¦ndole: ¡®La tenemos¡±. Desde ese momento, Robot Dreams no ha parado de estar en las listas de posibles nominadas al Oscar: el 21 de diciembre se anuncian las precandidaturas, un listado de 15 t¨ªtulos, en su categor¨ªa en los premios de la Academia de Hollywood y la confianza de Neon en ella es m¨¢xima. En aquel Cannes se concret¨® tambi¨¦n su distribuci¨®n en todo el mundo.
Robot Dreams ha ganado, posteriormente, en la secci¨®n en la que se proyect¨® en el festival de Annecy, la meca de la animaci¨®n, el premio del P¨²blico en el certamen de Sitges, y el pasado jueves obtuvo cuatro candidaturas a los premios Goya, aunque no ha roto el techo de cristal de conseguir que un filme animado sea nominado al premio principal a mejor pel¨ªcula. En septiembre, en el certamen de Toronto, Varon la vio, por primera vez, completa: ¡°Uf. Es mi historia. Es la historia de las cosas que sucedieron en mi vida, cuando hice el libro. Y ahora es de todos. Y a la vez es diferente. El viaje, gracias a Pablo, ha merecido la pena¡±.
Babelia
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