¡®Danza para guitarra¡¯, un concierto con bailes de los ¨²ltimos cinco siglos
Los core¨®grafos Valeriano Pa?os y Rafael Est¨¦vez celebran los 20 a?os de su compa?¨ªa con un espect¨¢culo en el que, acompa?ados del guitarrista Miguel Tr¨¢paga, muestran su bagaje
En el centro de la sala, Valeriano Pa?os (Barcelona, 47 a?os) baila danza espa?ola estilizada. A su derecha, el guitarrista Miguel Tr¨¢paga interpreta una de las piezas musicales del espect¨¢culo. Y enfrente, sentado en un banco, Rafael Est¨¦vez (Huelva, 44 a?os) observa y susurra. Le sale un ¡°ole¡± bajito dedicado a la guitarra, alguna advertencia cari?osa a Pa?os (¡°respira, tranquilo¡±) y se le escapan movimientos de cabeza y cuerpo con los que sigue el ensayo, cuaderno y bol¨ªgrafo en mano. Los tres son los principales art¨ªfices de Danza para guitarra, una peque?a obra preciosista de una hora de duraci¨®n que es concierto bailado o coreograf¨ªa tocada, intimista y pulcra, libre y desprejuiciada, como toda la trayectoria de Est¨¦vez/Pa?os y Compa?¨ªa. Termina el ensayo en el Centro Coreogr¨¢fico Canal, en Madrid, y Tr¨¢paga se levanta de la silla y cuenta que para ¨¦l la experiencia es como dialogar con otro instrumento, ¡°que en esta ocasi¨®n es el cuerpo de Valeriano¡±. El m¨²sico se muestra feliz y emocionado mientras guarda su guitarra.
El espect¨¢culo, con direcci¨®n de Est¨¦vez, coreograf¨ªa y baile de Pa?os e interpretaci¨®n musical en directo de Tr¨¢paga, se estrena ma?ana, s¨¢bado 9 de diciembre, en el Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) y celebra los 20 a?os que el t¨¢ndem formado por estos dos bailarines, core¨®grafos y directores est¨¢ cumpliendo desde el pasado mayo. Y si alguien esperaba una gran celebraci¨®n de mucha gente en escena, algo que la agrupaci¨®n viene haciendo casi desde sus inicios (¡°nos encanta trabajar con muchos bailarines¡±), los creadores se recogen y por primera vez montan un solo bailado, el primero de la trayectoria de Pa?os. ¡°Puede que desde fuera no tenga mucha l¨®gica que con 47 a?os baile mi primera obra yo solo, pero es ahora cuando siento la madurez necesaria para contar la verdad de mi cuerpo. Con 20 a?os t¨¦cnicamente estaba divino, pero no creo que estuviera preparado mentalmente para llevar a cabo esta responsabilidad¡±.
Sin embargo, su t¨¦cnica permanece intacta, perfeccionada incluso por la consistencia de su propia historia. Preguntado por esto, Est¨¦vez sale al rescate de la timidez de Pa?os: ¡°Si te da fatiga hablar de ti mismo lo hago yo, t¨² ver¨¢s¡±. ¡°Ahora mismo, lo m¨¢s f¨¢cil para m¨ª es bailar solo y permitirme hacer y deshacer lo que quiero¡±. ¡°Como siempre hemos hecho¡±, a?ade Est¨¦vez.
Apasionados de la investigaci¨®n y documentaci¨®n como base fundamental de cada una de sus obras, Est¨¦vez desde un trabajo de mesa que incluye lo musical y la historia, Pa?os a trav¨¦s de su cuerpo, Danza para guitarra recoge ese modus operandi a trav¨¦s de las composiciones musicales y bailes y danzas que componen la obra, que van desde el siglo XVII hasta nuestros d¨ªas. J¨¢cara, fandango y bolero, guajira, zarabanda y garrot¨ªn de autores como Joaqu¨ªn Rodrigo, Juli¨¢n Arcas, Leo Brouwer y Joaqu¨ªn Turina, entre otros, confeccionan un d¨²o interpretativo que, sin orden cronol¨®gico, funciona como una lista de reproducci¨®n.
¡°Es verdad que hay un trabajo de documentaci¨®n alrededor del contexto de las m¨²sicas que se interpretan, pero sobre todo es un espect¨¢culo para el goce, tanto de los int¨¦rpretes, Miguel y yo, como del p¨²blico. O eso esperamos¡±, declara Pa?os.
La trayectoria de Est¨¦vez y Pa?os, antes de ser la compa?¨ªa que son, est¨¢ plagada de nombres propios, como el de Merche Esmeralda, bailaora con quien se form¨® el primero en sus inicios, o Mario Maya, que dirig¨ªa la Compa?¨ªa Andaluza de Danza, en la que Pa?os comenz¨® su andadura en C¨®rdoba (¡°mi ciudad art¨ªstica¡±). Otros como los de Blanca del Rey, Antonio M¨¢rquez, Ciro e incluso Carlos Saura, que invit¨® a Pa?os a formar parte de su pel¨ªcula Jota (2016), llegaron despu¨¦s. Sin embargo, dicen, la ¨²nica v¨ªa posible para permanecer con la ilusi¨®n intacta todos estos a?os es empezar cada d¨ªa desde cero. ¡°Hemos cambiado nosotros porque, como dec¨ªa Morente, ¡®cambiaron los tiempos / he cambiado yo / donde no hay escritura / no hay obligaci¨®n¡¯. Pero confiamos en el trabajo diario y eso es lo que nos ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª¡±, declara Est¨¦vez.
Lo cierto es que la trayectoria de los dos core¨®grafos y directores, que se uni¨® un d¨ªa de hace veinte a?os frente al escaparate de una zapater¨ªa en Barcelona (¡±¨ªbamos paseando y le dije a Rafael que me iba a presentar al Certamen Coreogr¨¢fico de Danza Espa?ola y Flamenco con otro bailar¨ªn y ¨¦l me dijo que de eso nada, que me presentara con ¨¦l porque juntos pod¨ªamos hacer cosas¡±), se ha mantenido en una fina coherencia de tradici¨®n y vanguardia, compromiso y generosidad. Al frente de su agrupaci¨®n o como directores y creadores para quien se lo pida o donde recaigan (fueron directores del Ballet Flamenco de Andaluc¨ªa entre 2016 y 2018). ¡°Nos uni¨® la falta de ego¡±, apunta Est¨¦vez, ¡°el estar a gusto en nuestra piel y as¨ª seguimos¡±.
A punto de estrenar Danza para guitarra y con otras ocho obras activas en su repertorio, Est¨¦vez y Pa?os se aferran al compromiso con lo art¨ªstico por encima de cualquier otra cosa. ¡°Mira, si de este espect¨¢culo salen solo tres funciones, gloria bendita. Y si salen trescientas, pues mejor. Pero desde luego no trabajamos ni creamos para esto ¨²ltimo, porque si no, te alejas de lo que es el arte, la verdad y la cosa seria¡±, concluye Est¨¦vez. Y Pa?os asiente.
Babelia
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